Todo esto ocurrió hace apenas unos 6 meses, debido a la pandemia mi madre y yo debimos mudarnos a la casa de mi tía en la Ciudad de México.
Cuando llegamos mi tía fue a recogernos y nos llevó a un mercado para comprar algo de comida, nos tardamos un buen rato debido a que había mucha gente en la fila. Después de un rato llegamos a su casa y cuando me bajé del coche vi la casa de mi tía, la cual era más grande de lo que recordaba.
Cuando entramos mi tía nos indicó cuáles serían nuestras habitaciones y al llegar la hora de dormir antes de entrar a la habitación tuve la curiosidad y le pregunté a mi tía que donde dormiría mi primo Daniel, a lo que ella respondió que se había ido a casa de su padre por unas semanas.
Entré a la habitación y cerré la puerta para poner mi pijama e ir a dormir, un rato más tarde mi sueño fue interrumpido por una suave voz y con mis ojos somnolientos vi un chico alto, apuesto y con un cabello precioso, me levante muy rápido de la cama y él con una sonrisa me explicaba que nuestras madres se habían tenido que marchar de emergencia para la casa del abuelo, puesto que se había empezado a sentir mal.
Yo solo guardé silencio mientras él se sentaba en la cama, se quedó mirándome y me dijo, En serio? ¿Ya no te acuerdas de mi?.
En ese instante solté una sonrisa y le conteste que no lo había reconocido, puesto que yo recordaba a Daniel como un niño callado, con sobrepeso y muchos granos en la cara; En un tono serio me dijo que había aprovechado el tiempo para cuidarse y mejorar su aspecto.
Luego de un largo silencio entre los dos me preguntó si quería ver una película que estaba a punto de empezar, a lo cual dije que sí y bajamos a la sala.
En medio de la película me quedé dormida y cuando desperté Daniel me estaba cargando en sus brazos hacia el cuarto, el solo me sonrió y me dijo -perdón-, es que vi que estabas dormida y decidí llevarte al cuarto. Apenada le dije que estaba bien que yo podía continuar sola, así que él me bajó de sus brazos y dijo que cualquier cosa que necesitara le avisara.
Luego de entrar al cuarto intente dormir pero no pude así que comencé a curiosear y a revisar los cajones de la habitación, cuando estaba en esas me tope con una pequeña caja de madera y al abrirla note que habían fotos mías, fotos que yo había subido a Instagram, también encontré una pulsera que le había dado a Daniel la última vez que nos vimos.
En el momento que revisaba las fotos Daniel entró con el teléfono en la mano manifestando que mi mamá quería hablar conmigo, así que salí del cuarto para recibir la llamada, en la cual mi madre me decía que se quedarían a dormir en casa del abuelo para cuidarlo porque seguía con malestar.
Al entrar al cuarto Daniel estaba sentado en la cama pero la caja ya no estaba, el me miro y me dijo que teníamos que hablar, así que me senté y le pregunte por las fotos de la caja; lo mire y note como me sonreía, me confesó que él siempre estuvo enamorado de mi.
Yo quedé en shock pues no creía lo que estaba diciendo, en ese momento el me miro y tomo mi mano, pero yo la quite de inmediato y le dije que por favor saliera del cuarto, él dijo que quería hablar de esto conmigo pero le dije que no era el momento y cerré la puerta.
En la mañana siguiente Daniel me llamó a desayunar, así que baje las escaleras y me senté en el comedor y lo primero que le dije fue que quería hablar de lo sucedido la noche anterior, él me miró y se sentó enfrente de mí, y dijo -qué quieres saber?, le pregunte que por que no me había dicho antes, a lo cual el respondió que siempre intento hacerme ver que yo le gustaba pero que yo nunca lo había notado.
No sabia que decir y el solo tomo mis manos y con voz tranquila expresó sus ganas de intentar tener una relación a lo cual le dije que eso era imposible pues el era mi primo, a el no le importaba que fuéramos primos, decía que él haría todo para convencerme y se fue.
Mientras terminaba el desayuno mi madre llamó nuevamente para avisar que se quedarían un día más donde el abuelo y que por favor le pasara a Daniel al teléfono, cuando entre a buscarlo en la habitación lo vi recostado en la cama sin camisa y en short, le pase el teléfono y salí del cuarto de inmediato.
Luego de un rato Daniel me llamó para entregarme de nuevo el celular y cuando me di vuelta para marcharme me tomo de la cintura jalándome hacia el, mis nervios solo hicieron que tomara una almohada para romper aquel momento y así terminamos jugando a los almohadazos como cuando éramos niños.
De repente nuestras miradas quedaron atrapadas y como si fueran imanes solo me acercaba lentamente a sus labios, no sabía qué pasaba conmigo pero lo deseaba… cuando lo besé él solo me miró con asombro y como una niña salí corriendo a encerrarme en el baño.
No podía creerlo, besé a mi primo!! Daniel empezó a golpear la puerta diciendo que quería que habláramos pero yo no podía ni mirarlo, tenía vergüenza, aunque en el fondo me hubiera gustado haberlo besado.
Cuando salí del baño él solo estaba ahí parado en la puerta y sin dejarlo pronunciar palabra le dije que ese beso fue un error y que no quería hablar de eso.
Luego de unas horas yo estaba en la sala viendo una película, de repente Daniel se apareció vestido con una camiseta sin mangas y en bóxer y se sentó a mi lado, en ese momento me sonroje y no podía hacer más que evitar mirarlo.
Con una leve sonrisa Daniel me miró y me dijo -te gusto verdad? yo no pude aguantar y sonreí negándolo y diciendo que solo había sido un impulso, él solo sonreía.
Ya entrada la noche me fui a la cama para dormir y luego de un rato Daniel entró al cuarto, se sentó al lado de la cama y me susurro al oído si podía dormir esa noche ahí conmigo… Entre dormida le dije que no pero él se fue acomodando junto a mi.
Allí entre sueños escuchaba como susurraba a mi lado diciendo que yo siempre le había parecido una mujer muy linda, creativa e inteligente, decía muchas cosas hermosas que a decir verdad nadie me había dicho.
No aguante más y decidí dar vuelta para abrazarlo, por un momento él quedó inmóvil y luego lentamente me abrazó y así juntos nos quedamos dormidos.
Al despertar la mañana siguiente escuché una discusión y cuando me asomé vi a mi tía discutiendo con mi primo Daniel, lo cual hizo que me asustara; pensé que quizá nos vio dormir juntos y eso la molesto, pero no fue así.
Al rato mi primo entro enojado al cuarto y empezó a empacar su ropa en una mochila, inmediatamente le pregunté qué sucedía pero estaba tan molesto que no quiso decir nada, cuando estaba saliendo del cuarto se volteo y me dijo que no me preocupara que la pelea era porque su mamá había descubierto que él tenía el hábito de fumar a escondidas.
Él se marchó y yo no hacía sino pensar en lo que me había confesado, pensaba en aquel beso y la noche anterior en que dormimos juntos. ¿A dónde iría? estaría bien?…
Luego de alrededor de una semana sin saber nada de mi primo, me encontraba recostada en la cama cuando de repente escuche un sonido en la ventana y al asomarme vi con sorpresa que era Daniel, no dude en abrir la ventana para que entrara y lo primero que hice fue lanzarme a sus brazos.
Fue el más lindo de los abrazos, nunca me había hecho tanta falta así que lo mire a los ojos y le dije que lo quería muchísimo y sin pensarlo lo bese, en esta ocasión lo bese sin prisa, sin reproches y sin remordimientos.