Esta historia la vivió un amigo que se desempeña como fotógrafo de eventos y tuvo un romance con su clienta.
Él fue contratado para realizar las fotos de una fiesta de 15 años a la cual llegó muy temprano y aún no había llegado nadie.
De un momento a otro notó que llegó una mujer muy bonita a la cual se quedó contemplando con su mirada.
En el momento en que ya fue a empezar dicha celebración mi amigo se dirigió hacia la niña de los 15 para dar unas indicaciones y fue allí donde de repente llegó por atrás la mamá de la quinceañera, oh sorpresa, era aquella mujer que había llamado su atención.
Se presentó estrechando su mano con aquella mujer e inmediatamente sintieron una enorme química, él ni siquiera se había percatado que justo al lado estaba el esposo de ella, quien lo había contratado.
La noche fue transcurriendo, el fotógrafo y la hermosa mujer no perdían oportunidad para cruzar miradas y sonrisas coquetas.
Esa noche termino con una simple despedida y un hasta pronto.
Luego de un par de días, el fotógrafo visitó a su cliente con el fin de mostrar las fotos para escoger y con el deseo de al menos poder ver de nuevo a esa mujer que tanto le había gustado.
Para su sorpresa quien abrió la puerta fue precisamente ella, con un short y una blusa corta que la hacía ver muy sensual.
Al parecer ella estaba sola en casa y era quien escogería las fotos. Cada que el fotógrafo tenía oportunidad se acercaba un poco a ella para explicar algo, se acercaba tanto que casi que podía sentir su respiración.
Ella solo sonreía y lo miraba con un fino gesto de coquetería.
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Aunque él tenía muchas ganas de decir algún tipo de cumplido o hacer una invitación, no fue capaz de decir ni hacer nada.
Llegó el día de entregar las fotos y él únicamente cruzaba los dedos para poder tener el valor de invitarla a salir.
Ese día salió a la puerta de la casa vestida de manera sensual como la anterior vez, al entregar las fotos hubo un ligero roce de manos y una mirada coqueta y profunda entre ellos, la única diferencia fue que en esta ocasión él decidió despedirse con un beso en la mejilla.
Aquel beso fue el precedente que motivó a aquella mujer a escribir un mensaje de agradecimiento, pero este mensaje llevaba emoticones que para él eran muy tiernos y emotivos, más de lo que debería teniendo en cuenta que ella era una cliente.
Esto ya era una señal para él, así que aprovecho la oportunidad para invitarla a salir y ella aceptó de inmediato.
Ella era una mujer con esposo y 2 hijas, pero esto no era obstáculo para él, era bastante grande la atracción que sentía hacía ella y haría lo que fuera por pasar al menos una noche con ella.
Antes de su cita se escribían bastante por Whatsapp y habían dejado ya las cosas claras de para donde iba este juego de seducción.
Se deseaban tanto que en su primera cita no resistieron y dieron rienda suelta a sus más íntimos deseos, sus besos y caricias eran cada vez más intensas y sus cuerpos se entrelazaron de tal manera que no quería separarse jamás.
Cada cita era tan candente como la anterior y eso de cierta forma lo llenaba de temor porque sabía que si esto seguía así empezarían a sentir mucho más que atracción.
Tal y como él lo presentía, ella empezó a involucrarse sentimentalmente con él, de tal manera que llegó a insinuar que se iba a separar de su esposo y que ya había comprado un apartamento para irse y que quería que él se fuera con ella.
Esto no podía ser de esta manera, él en realidad estaba enamorado de otra persona y tampoco podría hacer que se terminara un hogar por culpa del deseo que había nacido entre ellos dos.
Empezó a cambiar un poco la actitud ante ella hasta el momento en que ella le reclamó y él simplemente estalló diciendo todo lo que pensaba al respecto y que la decisión que ella estaba por tomar no era la correcta.
Ella se enojó demasiado y no volvió a aparecer en la vida de aquel fotógrafo.
Después de un tiempo ella le envió un mensaje a él agradeciendo haberle dicho aquellas palabras que en realidad la hicieron reflexionar. Diciendo que a pesar de todo lo llevaría siempre en su corazón.