ÁNGEL:
La vida de R podría describirse con una sola palabra, desafortunada. Al nacer, su madre falleció y al no tener otros familiares vivos, un bebé se quedó solo en el mundo apenas nació.
R no nació sano dentro de sus múltiples enfermedades estaban el Síndrome de alcoholismo fetal, problemas cardiacos, entre otros. Siendo estos probablemente el resultado del consumo de alcohol y drogas de su madre. Por ello, se quedó su primer mes de vida en el hospital donde fue cuidado. Lamentablemente esta situación no duró mucho, pronto R fue llevado a un orfanato.
En el orfanato fue dejado a cargo de una señora malhumorada de la cuál la mayoría se preguntaba porque trabajaba en un lugar con niños si no los soportaba, unos años después R encontró la respuesta la codicia por el dinero. R desde bebé sufrió hambre, frío y la incomodidad de no tener un cambio de pañales a tiempo.
Poco después él fue adoptado. Uno pensaría que sería un cambio positivo en su vida, fue adoptado por una pareja que después de múltiples intentos fallidos de tener un bebé decidieron optar por adoptar para llenar el vacío de no tener un hijo biológico. Fue llenado de amor, cariño y calidez hasta que cumplió dos años y su madre adoptiva quedó embarazada.
Al quedar embarazada su madre adoptiva se volvió intolerante y agresiva con él, y su padre adoptivo se volvió frío e ignoró el trato que su esposa le daba a R.
El cambio de sus padres en la pequeña mente de R fue inesperado e doloroso. Él se preguntaba constantemente que hizo mal.
Comenzó a hacer cualquier cosa que hiciera que ganará un cumplido pese a sus variados intentos no obtuvo ninguno. En cambio, su hermano era elogiado por la mínima acción causando que por primera vez el corazón de R desarrollará sentimientos como celos, envidia y odio.
A los 10 se resignó y aceptó que sus padres nunca lo volverían a amar. Lo supo cuando ninguno lo visitó durante los 5 días que estuvo hospitalizado después de tener un paro cardíaco en el colegio tras ser asustado por su hermano y en cambio recibió una llamada poco después de despertar dónde le decían que dejara de crear problemas y perjudicar a su hermano.
A los 11, R pensó que sería rescatado. Alguien había llamado a los de asistencia social y ellos visitaron su casa. Por primera vez en años sus padres se comportaban como padres comunes y su hermano como un hermano común. Entonces R, que albergaba en su pequeño y frágil corazón la esperanza que su comportamiento seguiría así y que ellos cambiaron de forma definitiva. Le dijo a los de asistencia social que estaba bien en esa casa y todos lo trataban bien. Siendo esa la primera mentira que R recuerda.
A los 12, R casi se va de este mundo. Contrario de lo que se esperaba no era por alguna de sus enfermedades que sus padres usaban como razón para insultar por ser la causa de la pérdida de mucho dinero. La causa real fue el empujón de su hermano al agua bajo la fría mirada de sus padres y R que nunca aprendió nadar estuvo cerca de la muerte si no fuera por un chico que pasaba por allí lo rescató él no hubiera visto el día siguiente.
A decir verdad, R se arrepintió de no haber muerto ese día. Después que la asistencia social ya no visitó más su casa, esa casa se volvió un infierno para él, una cárcel de la que no podía escapar.
A los 13, R escapó de casa pero pronto fue encontrado por la policía y devuelto a casa sin ninguna investigación sobre porque escapó. Los adultos son todos malos fue a la conclusión que llegó. Y sus padres confirmaron su pensamiento recibirlo con golpes tan pronto los oficiales se fueron.
A los 14, R ya se había escapado muchas veces pero siempre capturado y devuelto. El niño angelical e inocente que era en el pasado casi no tenía rastro en el actual R un adolescente rebelde con malas notas que siempre faltaba y que siempre llevaba moretones como si no se detuviera de pelear.
A los 15, R comenzó a tener miedo a crecer, no quería convertirse en un mounstro, con el paso de los años su conclusión de que los adultos eran malos se deformó a los adultos son monstruos. Y está nueva idea lo dejó aún más preocupado y traumatizado luego de que un compañero de clase de 18 años lo violara.
A los 16, R ya no era él, R ya no existía, dejó de intentar de escapar, se hería, y era solo una marioneta que vivía su vida, una vida horrible. Solo una parte de él estaba aún allí como si fuera un instinto tenía miedo de volverse adulto para otros solo era un número pero para él era un miedo real.
Años 17, R comenzó a planear morir, ya no soportaba la vida. No paraba de ser abusado en casa, golpeado y denigrado. Y lo peor empezaba a crecer y le aterrorizaba. Por fin cumpliría 18 y él no estaba dispuesto a tener esa edad. Él no quería ser un mounstro.
10 horas antes de cumplir 18, R se quitó la vida, no dejó una nota, no regaló sus cosas, no le dijo a nadie. Como no lo había hecho en un par de años R escapó, se dirigió al puente más alto que había y saltó. Mientras caía por primera vez sintió paz, lograría lo que no pudo lograr por años escapar de aquel horrible hogar y no ser un mounstro.
Ese día los noticieros hablaron sobre un joven que se suicidó saltando de un puente describiendo la causa como simplemente depresión. Es tan frágil y débil fue lo primero que pensaron la mayoría de los que vieron el noticiero.
Si, "depresión".
¿"Depresión"?
¿Puede todo lo que ha pasado R describirse únicamente con una palabra?¿Esas personas tienen el derecho de juzgar lo que desconocen?
R cuya alma se quedó atrapada en el puente y veía a aquel reportero describir su muerte comenzó a reír locamente, todo su sufrimiento podía ser descrito por desconocidos en una palabra que ni siquiera encajaba con él.
-Definitivamente los adultos son peores que monstruos- pensó R antes de sentir su alma disiparse y perderse con el viento.