Estudié tu forma de ser, bella y amada, la más hermosa que he visto. Dueña de mi corazón, mi amor.
Pero, eres esquiva y muy lejana, y yo atrapado en tus tercetos. Intentando llegar a tu corazón.
Vida y muerte, Me son iguales, no veo la luz del alba, ni las estrellas de la noche.
Solo veo tu rostro entre los vapores de sueños y olvidos, y las visiones del mañana se tornan en el quizás.
Del venir en un viento venidero, de viajar de montes y valles, de colinas floridas, y de encantos.
Ríos y celestiales paisajes, vientos soplando entre laderas y bosques umbrosos, nieblas que ensombrecen.
Suena el tañido de una campana lejana, y yo aquí, atado a la tierra, imposibilitado de verte.
Oh ángel mío, disfrute y deleite, de reyes y príncipes, deleite de poetas y micro cuentistas.
Atrapado entre las líneas de un libro que flota en tu regazo, olvidado en tu repisa, y que...
...Quizás hayas o no leído alguna vez, te sentiste como yo, enamorada y abatida, oh ángel de mis noches.
Alexander Vesurger, 4 de abril del 2023.