El hijo de la mafia. (One-shot)
Sus ojos azulados le fascinaban, eran bastantes llamativos para ser de una persona tan vivaz; sabía que involucrarse en aquel muchacho escuálido pálido le causaría problemas y quería sacarselo de su cabeza.
Era chistoso, bajito y delgado, de piel blanca, ojitos azulados, manos chiquitas y labios apetecibles; jamás pensó que aquella diminuta persona fuera capaz de engendrar a una diminuta copia de si mismo.
Cuando nació le dijeron que tal vez no sobreviría por ser prematuro y que habia probabilidad de que también la madre muriera; pensó que no era relevante, jamás se podría interesar en ese niño.
En ese "angel orgasmico".
Adoraba ese apodo, le quedaba bastante bien, su pequeño cuerpo era perfecto, las expresiones que trataba de reprimir durante el sexo y aquellas maldiciones que soltaba para darle a entender que no le atraía.
Era perfecto.
Y ahora moriría.
"Por fin pudiste joderme Damien, ahora que carajos hago con esta réplica tuya..."
Padre estaba muerto, Antón y Boris le buscarían para matarle, Damien se encontraba mal y aquel niño probablemente no pasaría de dos noches.
Le habia prometido ayuda y termino jodiendo todo.