Ya nada era igual, antes la gente se asustaba tan fácil, gritaban cómo locos, incluso poco a poco se volvían locos.
Suspiré, ¿Qué tenía que hacer un fantasma de mi calaña para poder asustar como antes?
Recordaba aquellos buenos tiempos, podía hacerles bromas pesadas a los habitantes, ver sus caras pálidas me causaba alegría y satisfacción, pues el miedo es lo más delicioso que puede haber, nada mejor que el miedo puro, es mejor si viene acompañado de gritos.
Recordaba también que una vez si me pasé con una de mis bromas, jale del cabello a una chica, bueno en realidad se lo merecía, la chica andaba de fácil, claramente tenía un novio, pero se veía a escondidas con otro, una zorra.
Entonces llamaron a un cura, él no podía hacerme nada, era más pecador él, que yo siendo un fantasma, entonces no pudo hacerme nada y llamaron a un sin fin de charlatanes, entonces no les quedó más opción que vender la casa a base de mentiras e irse.
Entonces llegaron los nuevos habitantes y comencé a hacer lo mío, primero a mover ligeramente las cosas, después fue con más fuerza, para después dar ligeras apariciones, eran ligeras porque no quería matarlos de un infarto y luego ¿Qué comería? Eso a mí no me convenía, él alimento fue bueno por algunos años, los habitantes cambiaron en muchas ocasiones, entonces dejó de haber por un tiempo, sentía que moriría de hambre.
Me alegré mucho cuando ví que habría nuevos habitantes, entonces comencé con mi trabajo como era lo habitual cuando llegaba gente nueva, pero estos me ignoraron, no le dieron importancia en absoluto, entonces fui un poco más agresivo, esperando que está vez funcionará, lo que recibí a cambio solo fue un ceño fruncido y eso fue todo, sentía frustración cada vez más, además el hambre me estaba matando otra vez.
Mi única opción fue comenzar a hacer apariciones, pero comí muy poco y después dejé de hacerlo, al parecer estás personas se acustumbraron rápidamente a mi presencia, incluso querían o buscaban hablarme, se me hizo extraño que cuando hacían eso la mayoría de las veces estaba con una cosa rectangular tratando de apuntarme, no sabía si eso disparaba o ¿Qué? Y las otras veces era mientras jugaban juegos de mesa con muchas letras, no sabía para que servía, tal vez se estaban a enseñado a leer o algo así.
En fin supongo que tendré que acostumbrarme a estar en ayunas hasta que está gente se vaya, esperaba que eso pasará pronto.