No sé porque no te creo. Me pongo a leer lo que me dices, como me lo dices y aunque textualmente suena demasiado bonito y hermoso algo dentro de mí no me deja conectar al cien con lo que escribes. Desde que te conozco algo dentro de mí me dice que ocultas algo pero para ser sincero no me atrevo a preguntar, quizá por el miedo a que esto se acabe o por miedo a que me digas efectivamente la verdad, es verdad que te has abierto a mí y me has contado cosas de tu ser pero al mismo tiempo (insisto) mí corazón me dice que algo está ocurriendo que no me estás diciendo. Es un sentimiento del que no me puedo desprender ya que muchas veces tu actitud no comulga con tus palabras y eso es lo que me da miedo. Me lleno de angustia y para ser sincero siento que me cubre el velo de la soledad muy lentamente.