Era un bonita mañana del mes de noviembre. Alicia acababa de entrar en el despacho de su padre al fondo del pasillo. Un sitio que le traía muchos recuerdos.
Su padre era un increíble biólogos. Se dedicaba al estudio de insectos concretamente de mariposas. Por eso mismo en su despacho había un montón de mariposas en las paredes. Era uno de los mejores de su campo y había descubierto infinidad de mariposas. Hasta que había fallecido.
La madre de Alicia había decidido desacerse de todo lo que había allí porque le traía muchos recuerdos de su marido recientemente fallecido. Por eso mismo Alicia había entrado a ese despacho en el que llevaba mese sin entrar.
Alicia se acercó a una de las cajas. En ella estaba los resultados de la última investigación de su padre junto a una mariposa de color negro y rojo.
Alicia decidido que lo mejor era liberar a la mariposa que se encontraba encerrada en un frasco. Por eso mismo abrió el frasco. Después fue hacia la ventana para abrirla y que así la mariposa pudiese ser libre.
Pero al ir a abrir la ventana algo sucedió. La mariposa empezó a rodearla y poco a poco empezó a no sentir su cuerpo. Primero sus manos, después los pies y los brazos, a continuación fue las piernas y el torso hasta que finalmente se desplomó en el suelo.
Ella estaba muy asustada porque no conseguía recobrar el control de su cuerpo. Era como si ya no le perteneciera. Se sentía como si hubiese muerto pero sin morir porque ella seguía teniendo su consciencia. Intentó de diferentes formas recobrar el control de su cuerpo pero le fue imposible.
Pasa en ese estado media hora si conseguir tan siquiera pestañear o tragar. Era como si estuviera muerta.
Transcurrido media hora su madre abajo en la cocina empezaba a preocuparse porque Alicia no había vuelto del despacho. Así que decidió dejar lo que estaba haciendo e ir en su búsqueda. Lo primero que hizo fue ir al baño por si estaba allí pero no la encontró. Por ello decidió ir a el despacho que era a donde ella le había dicho que fuera.
Cuando entro se asustó mucho. Su hija se encontraba tirada en el suelo como si hubiese muerto. Gritó del susto que se llevó. Decidió que antes de pensar en lo peor debía llamar a una ambulancia. Por eso mismo fue corriendo hasta la cocina donde se encontraba su móvil. Una vez allí cogió su móvil y llamo al número de emergencias.
Los de emergencias la dijeron que enviarían rápido una ambulancia pero que seguramente su hija se encontrase muerta.
Mientras tanto Alicia seguía aterrorizada. Después de un tiempo no había conseguido recobrar el control de su cuerpo. Y cada minuto que pasaba temía lo peor.
Después de un rato de espera llegaron los sanitarios. La madre los condujo hasta el cuerpo de Alicia. Los sanitarios hicieron varias pruebas. Hasta que finalmente le comunicaron a la madre que su hija estaba muerta.
La madre rompió a llorar no solo hacia poco había perdido al amor de su vida sino que ahora también a su hija. También Alicia quería llorar aunque no podía. Veía como a su madre le decían que ella había muerto mientras ellas no podía hacer nada para demostrarles lo contario.
Los sanitarios le preguntaron a la madre lo que pensaba hacer con el cuerpo de su hija. La madre decidió que haría lo mismo que con su marido. La incineradía y después guardaría sus cenizas.
Por ello los sanitarios cogieron el cuerpo de Alicia y lo metieron en la ambulancia. La madre monto con ellos y partieron hacia la incineradora de cadáveres.
Cada segundo que pasaba Alicia tenía más miedo. La iban a quemar con vida y no le quedaba otra que esperar. Porque para los demás ella ya había muerto. Aunque no fuese así.
En cuanto llegaron a su destino y la subieron a la camilla en dirección al horno lo comprendió todo. Comprendió como había llegado a esa situación y porque su padre había muerto.
Ella iba a morir igual que su padre. Iba a morir incinerada en vida. Y todo por esa maldita mariposa. Si esa mariposa que su padre había estado investigando antes de su muerte. Esa misma mariposa que ella había liberado minutos antes de quedar paralizada. Esa mariposa era la muerte en persona. Si nunca hubiese existido esa mariposa su familia no hubiese acabado así. Su padre no sería cenizas, ella no iría directa al horno y su madre no lloraría. Cuántas vidas había quitado ese simple bicho. Cuántas gente había llorado por su culpa.
Ya había llegado su hora. Fue introducida en el enorme horno. Instantes después la temperatura empezó a subir. Mineras se quemaba viva lo decidió. Que si había una vida después de la muerte acabaría con esa maldita mariposa.
Finalmente Alicia murió pero está historia no termino así.
Alicia volvió a nacer muchas veces más. Y siempre se encontró con esa mariposa. Pero nunca puedo matarla porque cuando lo recordaba todo ya era demasiado tarde. Murió tantas veces que llegó un momento en el que dejó de sentir emociones. Murió tanto enterrada como incinerada pero siempre la dieron por muerta en vida. Llegó un momento en el que ya no deseaba seguir viviendo y solo quería acabar con todo de una vez. Pero no le fue posible. Todo porque en su primera muerte se maldijo al decir que en una próxima vida acabaría con la mariposa. Pero al no conseguirlo siguió con el ciclo eternamente.
La mariposa de esta historia no es una simple mariposa. Es una mariposa venida desde el inframundo. Es una mariposa que disfruta ver cómo Alicia muere una y otra vez. Está mariposa es la mayor asesina. Es la terrible mariposa que nadie más que Alicia pudo descubrir y la única de su especie.
Ella es la mariposa de la muerte.
FIN