- ¡Ah!~ - gemia el peliverde arquendo su espalda y apretando las sábanas mientras el placer lo consumía
- me he puesto duro de solo escucharte - exclamó el rubio con una sonrisa lujuriosa en su rostro, metía y sacaba un d1ld0 del interior del menor, cada impulso más fuerte que el anterior. La habitación se llenaba de los gritos lascivos del peliverde, cosa que exitaba demasiado al contrario
-¡K-Kachan!~ - alardeaba con una voz temblorosa y sollozante
- Tienes idea de cómo te escuchas?- lo tomó de las mejillas haciendo contacto visual con sus húmedos ojos - apuesto a que no gimes así para el imbecil de Shoto, ¿cierto? - se inclinó y lo beso bruscamente apretando sus mejillas. El pecoso correspondió con dificultad cerrando los ojos ante aquel acto.
Después de unos segundos, el mayor se apartó aún sosteniendolo - te hice una pregunta - dijo con un tono serio y agitado, frunciendo el ceño
El peliverde tenía la respiración tan agitada que le impedía decir una sola palabra, con gran dificultad pudo pronunciar - s-solo para ti~ - apretaba las sábanas y la saliba se desbordaba de su boca
El contrario mostró una sonrisa tan conformista que llegaba a dar miedo al mirar su rostro, sacó el d1ld0 del interior del peliverde y posicionó su mi3mbro en su entrada listo para entrar en su interior, el pecoso lo miraba con gran exitacion deseando su gru3so mi3mbro dentro de él
- pidemelo - dijo el rubio de manera dominante y fría manteniendo su mirada fija en los ojos de su "pareja"
- d-damelo~ lo quiero dentro de mi~ p-por favor, Kachan~ - suplicó el menor con esa linda mirada acompañada de un sonrojo profundo. El explosivo no lo pensó dos veces y metió su genital completo de una sola estocada dentro del pecoso quién se vino tan pronto como lo sintió entrar, exitando aún más al caliente de su amante
El miembro del rubio aumento su tamaño al ver el semen salpicar en su pecho provocando así un agudo grito por parte del menor que retumbó por toda la habitación, las lágrimas placenteras del pecoso comenzaron a salir de sus ojos pasando por sus rojas mejillas
- Ah~ - soltó un leve y grave jadeo al escuchar sus repetidos gemidos y sentir el cálido interior de su chico. No se necesitó demasiado tiempo para lograr que el mayor se corriera dentro del contrario dando fin a la aventura de esa noche.
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A primera hora de la mañana, ambos salieron de camino al departamento del menor, el rubio lo dejó a unas cuadras del lugar e inmediatamente se retiró.
El peliverde siguió a pie hasta llegar al departamento con dos maletas en mano, entró a la propiedad y fue recibido por un cálido y repentino abrazo
- volviste, esa misión debió ser pesada - exclamó su esposo mientras acariciaba su espalda
- si, fue bastante... ruda - dijo el pecoso con una leve sonrísa desviando la mirada.
- me alegro de que hayas vuelto - afirmó el bicolor y beso sus labios con delicadeza. Pasados menos de tres segundos, él peliverde se apartó y lo miró - estoy cansado Shoto, iré a dormir, ¿de acuerdo?- mostró una sonrisa y beso su mejilla
- por supuesto, descansa - respondió el bicolor y acarició su cabeza. El menor subió a la habitación y se tiró boca abajo en la cama, minutos después comenzó a vibrar su teléfono, miró quién era y atendió
- me pones en una situación difícil si llamas mientras estoy en casa - inclinó la cabeza y miró la entrada de la habitación
- otra "misión importante" el lunes? - preguntó el rubio con un tono seductor provocando un leve sonrojo en el rostro del pecoso
- tan pronto? Déjame recuperar la estabilidad un poco, Kachan - respondió sin alzar demasiado la voz. EL mayor soltó una leve risa ante su respuesta - paso por ti a las ocho - exclamó con rebeldía mordiendo sus labios
- Bien... - afirmó el pecoso sonriente
- Shh~ -