BAKUGO X DEKU
El amanecer iba iluminando la habitación con sus rayos de calor. La cama se situaba en el centro del lugar, rodeada de cuatro pilares hechos de madera.
En la cama se encontraba Bakugo totalmente desnudo, su blanca piel lozana brillaba con la luz del día. Su rubia cabellera le daba una hermosa tonalidad dorada a su piel.
Se movía lentamente, su cabeza le daba vueltas. Se sentía descompuesto, sus párpados le pesaban. Movía sus piernas con gran dificultad. En verdad Bakugo no se sentía nada bien.
Ni siquiera sabía qué día era ni qué hora. Hacía tiempo que estaba en esa cama en esa habitación sin poder salir ni hacer nada por sí mismo. Desde que cayó en poder de esos malditos lunáticos.
Aquel que lo tenía prisionero se encontraba sentado en un sillón de terciopelo negro, frente a una notebook escribiendo un menaaje para luego enviarlo por correo electrónico a quien obedeció su órden de capturar a Bakugo y así entregarselo a él.
El actual dueño de Katsuki sonrió complacido al enviar el mensaje. Transcurrió unos minutos y recibió una respuesta. Al abrirlo y leerlo no pudo evitar de lanzar una alegre carcajada.
Acabado aquello, apagó la computadora, y desnudo como estaba se dirigió a la cama, donde se sumergió para volver a violar a su encantador prisionero.
Bakugo se desesperó al sentir cómo lo manoseaba otra vez, comemzó a respirar entrecortado al saber que sería violado nuevamente. Sentía los besos de aquel asqueroso sujeto mientras lo presionaba contra su repugnante miembro.
-No...por favor...ya no...no más...no... - sintió cómo su violador introducía dos dedos en su trasero - ¡No! ¡Por dios! - todo su cuerpo le pesaba - Deku....por favor....ayúdame...¡Deku!
- Él nunca vendrá por tí Bakugo, ya que tú me perteneces exclusivamente a mí. Además tu amado Deku cree que lo abandonaste. Ya ni siquiera se acuerda de tí.
- ¡Mentira!
- Me perteneces Bakugo, eres mío, mi propiedad privada y exclusiva.
Bakugo sentía cómo su violador le introducía un tercer dedo mientras reía como una hiena.
- Estás listo otra vez - él le abrió las piernas y tras sacar sus dedos lo penetró - Me enloqueces ¿sabes? - sus embestidas eran duras y continuas - Dí mi nombre Bakugo, dilo mientras te violo, haslo.
-Maldito....me duele....basta por dios....
-Dilo
- ¡Te odio Iida!
Las carcajadas retumbaron por toda la habitación, sin dejar de embestirlo lo acariciaba y besaba quitándole el aire.
La tortura era la especialidad de Tenya, y su mayor obseción siempre fue Katsuki Bakugo. Ahora que al fin lo tenía en su cama y a su completa merced era el hombre más felíz del mundo.
- Mío, solo mío y nada más que mío. Bakugo, jamás te voy a dejar ir. Me perteneces.
-¡No! ¡Por dios no! ¡DEKU AYÚDAME!
Otro día más en su monótona y desolada existencia. Sin ánimo para reír, ni para vivir. Solo deseaba morir pero el suicidio estaba fuera de toda lógica para él. No obstante la intensa tristeza que albergaba su alma lo estaba matando por dentro.
Entró al baño y se mojó la cara para luego mirarse al espejo. Hacía meses que no le gustaba lo que el reflejo le mostraba. Patético, así se sentía Deku. Desolado y triste desde que Bakugo lo abandonó.
Se lavó y salió como un zombie. Alguien sin vida alguna. Se limitaba a existir unicamente. Se sentó en su sillón y cerró los ojos para recordar los encantadores momentos vividos con Bakugo.
Estaba a punto de proponerle matrimonio cuando él se fue dejandolo atrás y destrozandole la vida. El llanto de un bebé lo devolvió al presente.
Abrió sus ojos y fue a la habitación donde estaba su hijo. El único que le daba un motivo para seguir viviendo.
Yuki estaba parado en su cuna, cuando su papá entró. Dejó de llorar y levantó sus bracitos a él. Deku lo levantó y lo colmó de besos.
Yuki reía felíz en brazos de su papá Deku. Cuando él nació, su papá doncel se sentía inmensamente felíz como así también su padre Bakugo lo era.
Deku recordaba aquel día perfectamente. Bakugo no paraba de reír y de besarlo, diciéndole lo mucho que los amaba a ambos.
- Al fin somos una familia Deku, al fin - Bakugo sostenía a Yuki llorando de la alegría - Estaremos juntos por siempre - el bebe era su viva imagen. Ojos rojos y dorados cabellos como su padre Katsuki.
- Te amo Kacchan
- Y yo a tí Deku. Los amo a los dos.
Deku volvió al presente sintiendose muy mal, abrazaba a Yuki que tenía tres meses. Dos semanas después de que Yuki nació, de ese hermoso recuerdo, Bakugo se fue y nunca más volvió.
La última vez que lo vió había recibido un mensaje de watssap que lo turbó. Pero discimuló ante Deku. Le dijo que debía encontrarse con alguien, pero volvería pronto.
Deku lo miró preocupado, ya que no quería que se fuera. Pero Katsuki le aseguró que volvería pronto. Sin embargo nunca más volvió.
Simplemente no quería comprometerse, y con el nacimiento de Yuki el compromiso estaba allí. Pero su partida despedazó al peliverde, quien se centró en su hijito y en el trabajo, alejandose de todos.
Ya casi no salía de casa, más que para lo necesario. Ir al super, compar ropas a su hijo y demás cosas. Llevarlo al doctor para control.
Pero no hablaba con nadie, no socializaba con ninguna persona. Su trabajo le permitía ser homeofice. La mayor parte del tiempo la pasaba en su casa y frente a la computadora trabajando, pagando las cuentas, haciendo comprar online.
Pero nada lo insentivaba para regresar al mundo de los vivos y socializar. Sabía que tenía que superar el abandono de Bakugo, pero simplemente no podía. Lo amaba demasiado como para poder olvidarlo.
Preparó la mamadera a Boruto y se la dió. Cuando entró a su chat privado vió que tenía más mensajes de ella. Esa maldita de Ochaco volvía a burlarse de él por haber sido abandonado por Kacchan.
"Ya pasaron dos meses y medio desde que Bakuvo te abandonó, maldito perdedor"
No se sentía nada bien, por lo que las lágrimas humedecieron su rostro. No entendía por qué Uraraca se había ensañado así con él. Por qué le intensificaba su dolor. Yuki acabó su mamadera, y lo volteó para que pueda eructar.
Cuando lo hubo logrado lo colocó en el moises que tenía sobre la mesa. El bebé reía mientras lo miraba. Deku lo miraba mientras lloraba.
- Maldito Kacchan, me quitaste la vida ¿por qué demonios no fuiste sincero conmigo? Debiste decirme que solo buscabas sexo nada más. Maldita sea.
Pero en ese momento su celular vibró. Acababa de recibir mensaje. Su corazón se paró al ver de quien era. Era Bakugo y le mandaba un mensaje de voz.
"¡Deku! ¡Por dios mi amor, ayúdame! ¡Nunca te dejé! ¡Me secuestraron! ¡Uraraca me tendió una trampa! ¡Estoy prisionero! ¡Iida Tenya me tiene encerrado y me viola todo el tiempo! ¡Ayúdame Deku!"
El mensaje se cortó allí. Bakugo se notaba desesperado e intensamente angustiado. Deku dejó caer el celular al suelo de la sorpresa.
-¿Kacchan? Tú...¿nunca me...me abandonaste? - su respiración se asceleró - Kacchan...¡KACCHAN!
Bakugo había aprovechado la oportunidad al ver su celular en la mesa. Tenya se lo había olvidado allí. El rubio tuvo que hacer grandes esfuerzos para poder moverse y salir de la cama.
Fue una verdadera proeza llegar al celular. Tenya lo tenía en exceso débil debido a esas porquerías que le inyectaba cada tanto.
Cuando envió el mensaje Tenya entraba a la habitación. El violador vió al rubio y supo al instante que había usado su celular.
Furioso se le avalanzó y se lo arrebató, lo arrojó al suelo despedazandolo. Luego sujetó a Bakugo y lo golpeó con fuerza en su hermoso rostro, logrando que el emo escupa sangre.
-No...Iida...por favor....
-¡Maldito! ¡¿A quién llamaste?!
- A nadie...
- ¡Maldito mentiroso! - Tenya volvió a golpearlo con gran violencia - ¡Aprenderás a obedecer a tu dueño! - Lo arrojó al suelo haciendo que el cuerpo de Bakugo sea golpeado al completo - ¡Eres mío!
- Iida por dios....no sigas dañándome así....
- ¡Te lo buscas Katsuki! - Tenya lo sujetó del cabello y lo forzó a mirarlo - ¿Sabes por qué estás aquí? ¿Por qué estás padeciendo todo ésto? Simple, porque tu amiguita Uraraca te entregó a mí.
- Lo sé, lo hizo delante mío...
- Lo que no sabes es el motivo que la llevó a entregarte a mí. Ella creyó que tú le ibas a proponer matrimonio hasta que Yuki nació.
-Imposible....si yo nunca...nunca le dí falsas esperanzas a ella....Uraraca era mi amiga y sabía que amaba a Deku y no a ella...
- Pero lo creyó ¿y sabes por qué? Porque fuí yo quien la convenció. Te quería en mi cama, a mi merced, así como ahora estás.
Tenya se quitó el cinto, Bakugo estaba en el suelo completamente desnudo. Horrorizado miraba a su secuestrador mientras se arrastraba lejos de Tenya.
-Estás loco Iida, loco
- Siempre debiste ser mío, siempre. Pero tuviste que fijarte en Deku. Tenías que tener un hijo con él. Deku te estaba por proponer matrimonio debido a que tú no lo hacías. Eso me enloqueció Katsuki. ¿Cómo permitirte estar en brazos de otro y no de los míos?
Tenya empezó a golpear a Bakugo lastimándolo al completo. Pero no se quedó quieto y sujeto un zapato para bloquear sus golpes. Tenya parecía estar poseído ya que sus golpes se volvieron feroces.
Bakugo empujó a su golpeador y sujetó le abrecartas que había caído al suelo, para defenderse. Tenya, enloquecido de furia se avalanzó al emo dando alaridos y fue cuando el abrecartas le atravesó el abdomen.
Soltó el cinto mirandose la herida con imcredulidad, luego miró a Bakugo sin poder dar crédito a lo que le sucedía. La sangre comenzó a emanar por la herida y su boca. Trastabilló y cayó al suelo muerto.
Bakugo temblaba de pies a cabeza como una gelatina. Permaneció inmóvil mirando el cadáver de Tenya temblando. Pero al cabo de esos instantes se incorporó.
Todo le daba vueltas, como pudo se fue al ropero y se puso un pantalón yogins azul, una remera negra y zapatillas. Los efectos de la droga que le inyectaba Tenya seguía afectándolo.
Lloraba a más no poder, cuando vió la cámara que filmaba toda la habitación.
La tomó y la apagó. Luego tomó uno de los celulares que encontró sobre el escritorio, colocó todo dentro de una mochila que previamente tomó del armario de la habitación, y salió de ese infierno en el que estuvo durante dos meses y medio.
Se fue sujetando de los sillones, la mesa y las paredes. Así llegó a la puerta de calle cuya llave aún seguía puesta.
Salió, fuera era el atardecer. Sacó el celular, y mientras se alejaba sujetándose de las paredes, marcó el número de Deku. Cuando sintió su voz no pudo evitar de llorar.
- Deku, ayúdame mi amor...por dios.
- ¿Dónde estás Kacchan?
El rubio miró los nombres de las calles, de los letreros que estaban situados en la esquina. Le dijo donde se encontraba exactamente.
- Deku ven por mí, por favor...
- Mandaré a alguien por tí Kacchan.
-¡No! ¡Ven tú!
Deku cerró los ojos respirando profundo. Le dijeron que Kacchan estaba junto a Tenya por voluntad propia, que ese mensaje fue una broma del rubio solo para hacerlo caer y así burlarse de él.
Aquello volvió a romperle el corazón al peliverde, ya que por unos momentos en verdad creyó que Kacchan lo seguía amando y que en verdad estaba en problemas.
Pero cuando llamó a su amigo Denki para contarle todo y pedirle su ayuda, él le dijo aquello. Deku no le habría creído si él no le hubiese mostrado fotos de Tenya y Kacchan en la cama juntos.
- Lo siento Izuku, no pude decirtelo. Lo lamento - le había dicho y él se desplomó nuevamente.
Cuando llegaba a casa, donde su padre cuidaba de su hijito , estando aún en el auto su celular volvió a sonar.
Era Bakugo. Maldita sea, aún lo amaba demasiado como para ignorarlo. Cerró los ojos y respondió:
- De acuerdo Kacchan, iré inmediatamente.
Arrancó y fue hacia donde le había dicho Bakugo donde se encontraba. Lo que Deku no sabía, era que las heridas del rubio comenzaban a sangrar nuevamente y le costaba respirar debido al dolor.
Cuando Izuku se fue, Denki llamó a Tenya para advertirle pero no recibió respuesta. Sonrió malignamente, al imaginarse a su amigo Iida divirtiendose con Bakugo.
Le fascinaba separar al rubio del estúpido de Deku, ya que Kaminari estaba loco de amor por él, pero el muy maldito de Katsuki siempre lo hubo rechazado prefiriendo a Deku.
Felíz llamó a su gran amiga Uraraca para contarle las últimas novedades. Ella también estaba enamorada de Katsuki, aquello los unía como grandes amigos que eran.
En tanto Bakugo sentía que la desesperación lo invadía cuando el auto de Deku se detuvo. Haciendo grandes esfuerzos Bakugo subió.
El peliverde lo miró sorprendido, ya que su aspecto nada tenía que ver con alguien que estaba disfrutando del amor de Tenya.
- Kacchan....¿qué sucedió?
- Lo que te dije....me secuestró y....y....me drogaba para tenerme....a su merced....
-¿Te violaba?
- Siempre, todo el tiempo....y me golpeaba....dios....
Deku lo abrazó con fuerza, Bakugo le mostró la cámara. El peliverde vió parte de lo que filmó, pero fue suficiente para confirmar que Bakugo le decía la verdad.
Incluso vio a su amigo Denki reír como loco mientras sacaba fotos cuando Tenya violaba a Katsuki. Cerró los ojos llorando. Apagó la cámara. Luego abrazó con fuerza a su amado rubio.
- No dejaré que nadie vuelva a tocarte. Nadie.
- Nunca te abandoné Deku, nunca....
- Lo sé mi amor, lo sé - luego sacó su celular y marcó un número - Hola Todoroki, dime ¿sigues en forma? - Bakugo lo miraba sin entender - Te tengo un trabajo. Si, te mandaré la dirección a tu WatsApp. Solo haz lo que sabes hacer.
Cuando colgó, el peliverde le mandó la dirección a Todoroki tal como se lo dijo. Inmediatamente arrancó y se alejó del lugar. Bakuho seguía temblando, Deku nunca lo había visto así.
- Dimelo Kacchan, por favor mi amor.
-Te amo Deku y te necesito.
- Perdoname Kacchan, perdoname mi amor por haber caído en la trampa de Tenya y Kaminari. Perdóname
Ambos se entrelazaron sus dedos. Bakugo no solo lo perdonaba sino que le suplicaba que lo ayude.
- No soporto más Deku
- Ahora que estás a mi lado las fuerzas y deseos de vivir regresaron a mí. Solo vivo para amarte Kacchan
- ¿Cómo está Yuki?
- Extrañandote como yo, mi amor.
La policía encontró el cadáver de Iida Tenya, arrestó a Denki y a Uraraca por asesinato de Tenya y cómplice de secuestro de Katsuki Bakugo.
Habían pasado tres semanas y Bakugo estuvo internado todo ese tiempo en una clínica privada donde lo curaron y desintoxicaron. Pero sus heridas psicológicas eran profundas.
El rubio no soportaba ser tocado por nadie que no sea Deku, su amado. A la hora de ser inyectado por los enfermeros, era atado a la cama ya que no soportaba aquello.
Estaba al borde de la locura total. Solo Deku y su hijo Yuki lo mantenían cuerdo, en verdad se sentía morir. Por tal razón cuando le dieron el alta, lo internaron en un hospital psiquiátrico.
Pero Bakugo se desesperó al ver aquello, comenzó a gritar desesperadamente.
-¡No! ¡No estoy loco! - el rubio miraba a su amado peliverde - ¡Deku! ¡Ayúdame mi amor!
Los enfermeros lo sujetaban con fuerza mientras lo arrastraban a la habitación donde estaría encerrado. El rubio gritaba suplicándole ayuda a quien se limitaba a mirarlo con una mezcla de dureza y tristeza.
- Kacchan, no estás bien. Estar junto a Tenya te dejó muy inestable.
-¡¿Crees que estuve con Tenya por gusto?!
- No, sé que te secuestró y te violó. Pero....
-¿Pero?
- No puedo permitir que en tu estado mental estés junto a mí hijo.
-¿Qué?
-Kacchan tienes que curar tus heridas psicológicas y eso te llevará tiempo. Pero no te preocupes, pagaré tu tratamiento como el buen amigo que soy.
-¿Amigo?
- Sí, amigo - la mirada de Deku era dura - Después de todo nunca me propusiste matrimonio. Nunca. Así que no puedo llamarte esposo.
- ¡Deku por dios! ¡¿Por qué me haces ésto?! ¡No ves que te amo! ¡Y te necesito!
- Debo pensar en mi hijo Kacchan, lo siento
- ¡Nuestro hijo!
- Nuestro hijo si....pero nunca me propusiste matrimonio, porque estabas con Kirishima ¿cierto?
Al oír aquello Bakugo lo miró asorado en silencio a los ojos, no podía ser posible que su amado haya descubierto lo de Kirishima.
Al verlo a los ojos empezaba a entenderlo todo, Deku estaba vengándose de él por aquello. Apretó los labios con furia. Con lágrimas en los ojos le dijo al peliverde:
- Si piensas que te fuí infiel por voluntad propia con Kirishima, significa que no me conoces realmente....Deku.
- Tuve que descubrirlo por mí mismo Kacchan. Si fuese cierto que Kirishima te obligó de alguna forma, me lo habrías contado tú mismo. Adios Kacchan. En cuanto el doctor considere que estás lo suficientemente estable como para dejarte salir, no te molestes en buscarme. Y por supuesto olvídate de Yuki. Lo criaré yo solo.
Deku volteó y se alejó de quien tanto amaba sin dejar de llorar. El muy maldito de Kirishima aprovechó éstos días, cuando él había planeado pedirle a Bakugo que se case con él, para contarle su noche de intensa pasión vivida junto a Bakugo días antes de que Yuki naciera.
Le dió todas las pruebas necesarias y él lo indagó comprobandolo. ¿Por qué demonios Kacchan le fue infiel? ¿Por qué no le propuso nunca matrimonio?
Era por Kirishima, el solo imaginarselo le hervía la sangre. Pero él ayudaría a Kacchan a curarse incluso mentalmente de aquella nefasta experiencia vivida con Tenya.
Sin embargo no podía volver junto a ese rubio sabiendo que le fue infiel y le mintió. Menos aún que tenga influencia sobre Yuki.
Deku era super celoso, aquello era de público conocimiento y Kirishima se supo aprovechar de ello. Sin embargo Bakugo no se daría por vencido. Le mostraría a su terco amado dorado lo equivocado que estaba.
Mientras era conducido a la habitación gritó:
-¡Te equivocas con respecto a mí! ¡Y te lo voy a demostrar Deku! ¡Mi terco y celoso amor! ¡Te amo solo a tí! ¡Siempre fue así!
Deku cerró los ojos con intenso dolor, aunque no se detuvo y siguió caminando hacia la puerta.
En tanto Bakugo fue encerrado en una estrecha habitación, amarrado a una cama y drogado una vez más.
- Te amo Deku...te amo demasiado....lo de Kirishima no es lo que crees...él te engañó....
Murmuraba Katsuki mientras le hacía efecto la droga hasta quedar dormido.
Pasó un mes entero desde que Bakugo fue encerrado en ese psiquiátrico, estando atado a la cama y drogado.
Aquello era demasiado para el rubio, llevaba cuatro meses y medio encerrado, en cama atado y siendo inyectado. Se sentía morir.
Se esforzó, estando en el hospital, por mejorar. Hizo su mayor esfuerzo para poder salir del hospital debido a que había creído que volvería con Deku a casa junto a su bebé.
Pero no fue así, su celoso novio rompió con él encerrándolo en ese infernal lugar. Y todo por culpa de Kirishima y su increíble mentira. ¿Cómo pudo creerle Deku?
Ahora se encomtraba sentado en la única silla dentro de su habitación, mirando por la ventana enrejada son vida alguna. No deseaba seguir viviendo así.
- Deku, sácame de aquí - susurraba cada tanto. En esos momentos Kirishima entraba a la habitación con una desagradable sonrisa en su rostro. Él se hubo vengado de Bakugo, por ser rechazado tantas veces - ¿Kirishima? ¿Qué haces aquí?
- Soy tu nuevo doctor y de mí depende que recuperes tu vida o sigas encerrado.
- ¿Qué pasó con el doctor anterior?
- Renunció
-¿Renunció? ¿Por qué?
- No te incumbe Bakugo. Ahora dime ¿te casarás conmigo?
-¿Qué?
- De tu respuesta depende todo.
Bakugo lo miró con intenso dolor. Él había confiado en Kirishima debido a que era su amigo. Como también confiaba en Denki y en Uraraca.
Había creído que Uraraca estaba en peligro y por eso acudió a su llamado esa noche. Habría hecho cualquier cosa por ella, porque era su amiga. Pero todo fue mentira. Con Eijiro pasó lo mismo.
Kirishima lo traicionó también y Deku una vez más se dejó engañar. Ahora estaba encerrado dependiendo de Eijiro. Quizás deba conciderar la idea de sucidarse después de todo.
- ¿Y bien Bakugo?
- Mi respuesta es no, como las respuestas anteriores Eijiro. Ya deberías saberlo.
-¡No, no y no! ¡Deberías aceptarme Bakugo! ¡No ves que te amo!
- No es cierto, ni tú, ni Uraraca, ni Denki, ni Tenya me amaron jamás. Ustedes solo deseaban poseerme. Si me amaran nunca me habrían lastimado así. Nunca me habrían traicionado.
- Informaré que retrocediste y pasarás aquí mucho tiempo.
Bakugo cerró los ojos con pesar. Nunca se casaría con nadie, solo con Deku. Negó con la cabeza, mientras las lágrimas humedecían su rostro.
- Te lo advertí - pero cuando abrió la puerta vió a Deku del otro lado junto con el dueño del lugar - ¿Deku? ¿Qué haces aquí?
- Descubrirte maldito.
El dueño del lugar le informó a Kirishima que no solo estaba despedido, sino además haría que le quitasen la licencia de psiquiatría. Unos policías lo arrestaron y se lo llevaron. El dueño del psiquiatrico le dió el alta al rubio.
Deku lo ayudó a preparar sus cosas. Pero Bakugo lo miraba con desconfianza, hecho que no se le pasó por alto al peliverde.
- Perdoname Kacchan, yo....me volví a equivocar...
- Si, tus celos te enceguecen Deku. Lo sé perfectamente.
- Es que te amo demasiado
- No Deku, tú tampoco me amas maldita sea
Bakugo lloraba desconsoladamente mientras guardaba sus cosas en un bolso. Deku quiso abrazarlo pero él no se lo permitió. Ya no.
- Kacchan
- Cuando me dieron el alta del hospital debiste llevarme a casa, en vez de encerrarme aquí.
- Perdón
-¡¿Crees que con un simple perdón lo solucionarás todo?!
- Te amo Kacchan
-¡No!
- Te amamos, Yuki y yo
- ¡Mentira!
- Y volverás con nosotros
- No....no Deku....debiste llevarme antes...
- Ahora te llevaré conmigo directo al altar
-¿A dónde?
- Quiero que estemos casados mi amor
- Dijiste que lo nuestro había terminado y que me olvide de Yuki ¿Ahora piensas llevarme al altar?
- Si
- ¿Crees que ésto es un juego?
-No Kacchan, sé que no lo es porque nos amamos.
- Yo ya no...
Pero Deku lo besó en la boca con pasión intensa, comprobando que el rubio mentía, ya que lo amaba con locura debido a la respuesta del mismo.
Pero Bakugo se separó de él respirando entrecortado.
- Deku ¿qué me asegura que no me dejarás de nuevo, por creerte las múltiples mentiras que alguien te dirá?
- Solo cásate conmigo volviendo a lo nuestro sólido. Así estaré seguro de tí.
-¿Solo te sentirás seguro si tenemos un papel? ¿Después de las tantas veces que te dije que te amaba?
- Es que me duele Kacchan, por dios me duele tanto saber que lo nuestro no es sólido.
-¿Qué? Deku siempre te amé y te lo demostraba rechazando a todas las chicas y los chicos que se obsecionan conmigo. ¿Cómo puedes decir que lo nuestro no es sólido luego de las tantas veces que te dije que te amaba?
- Cuando me preguntan qué soy de tí ¿qué debo responder? ¿Tu esposo? No ¿Tu prometido? Tampoco, ya que nunca me propusiste matrimonio.
- ¡Eres mi novio! ¡El padre de mi hijo por dios!
- ¡Uno más del montón! Lo lamento Kacchan pero quiero algo más sólido. Deseo tener derechos más firmes y reales sobre tí. De lo contrario mis celos seguirán encegueciendome Kacchan.
- Deberías confiar en mí. ¿Cómo pudiste creer que te abandoné? Debiste buscarme por cielo y tierra, en vez de encerrarte en tu mansión a llorar.
Bakugo estaba dolido al extremo, debido a lo que padeció por culpa de los acosadores y traidores que supieron usar la debilidad de Naruto en contra suya. Pero Deku lo amaba en verdad, el rubio respiró profundo.
- Me despedazaron Deku
- Lo sé mi amor
- Y tú...colaboraste....
Las lágrimas de Katsuki le causaban intensos dolorles a Izuku, quien lo abrazó con ternura.
- Ven conmigo mi amor, vamos al registro civíl y todo ésto quedará atrás. Empezaremos una nueva vida los tres.
Así salieron del psiquiátrico tras ser dado de alta. Una vez fuera, Bakugo respiró profundamente el aire de libertad.
Había deseado tanto aquello que ahora no podía creerlo. Sentir el fresco y puro aire abrazarlo era lo mejor.
Deku abrazó posesivamente a Bakugo llevandoselo a su auto. El rubio se dejó llevar apretando sus labios. Una vez dentro del auto, el rubio sujetó la muñeca derecha del peliverde impidiendole que arranque.
Mirándolo a los ojos le preguntó:
- Por favor Deku, dime la verdad. ¿Realmente me amas? ¿Es en serio que deseas pasar tu vida conmigo?
- Si, te amo tanto que deseo pasar la eternidad a tu lado.
Bakugo veía que el peliverde decía la verdad. Pero en él podía ver a su vez cierta obseción hacia su persona.
Era ese nefasto semtimiento lo que le impedía aceptar ir al altar con él. Además ese hermoso peliverde le había fallado ya.
- Entonces si me amas tanto respetarás mi decisión Deku.
-¿Qué? ¿De qué hablas Kacchan?
- No quiero ir al altar contigo. No aún.
-¿Cómo dices?
- Dijiste que me amas Deku.
-Si....precisamemte por eso yo...yo necesito que nos casemos.
- Y yo necesito estar cien por ciento seguro de que tú realmente me amas y no es tu obseción por mí lo que te está impulsando a llevarme al altar.
Izuku no podía creerlo, lo miró asombrado y desolado. Los celos empezaban a adueñarse de su persona otra vez. Pero Bakugo empezaba a llorar sin dejar de mirarlo.
- Por favor Deku....por favor mi amor....entiendeme
-¿Qué debo entender?
- Después de todo lo que pasé, necesito recuperar la seguridad en tí.
- Pero...pero mi amor yo....yo te amo en serio...
- Ayúdame a comprobarlo entonces porque tú...tú....
- Te falle ¿cierto? - Bakugo asintió con la cabeza sin dejar de llorar - Es...es justo lo que me pides....mi amor - lo miró con intenso amor y pasión poniendo en marcha el motor - Te amo Kacchan, te amo demasiado y te lo demostraré. Pero no esperes tanto, recuerda que mi mayor deseo es casarme contigo.
Así ambos se alejaron del psiquiátrico. Katsuki anhelaba ver a su hijito, sentirse libre y amado.
Esperaba con ansias que su amado dorado lo entienda en verdad, y le demuestre lo que tanto deseaba saber. Que él lo amaba en serio.
Pasaron dos meses después de que Bakugo hubo salido del psiquiátrico. El rubio disfrutó de su bebé lo más que pudo. En verdad adoraba a Yuki.
También fue superando los traumas por lo vivido en gran medida. Deku en verdad se desvivía por él, hacía su mayor esfuerzo a la hora de demostrarle su amor y no volvió a mencionar el matrimonio nunca más.
Bakugo era conciente de ello, sabía que su dorado amor lo amaba con desesperación. Pero lo estaba haciendo pagar por lo pasado, después de todo fueron sus celos lo que le impidieron ver más allá.
Y antes de aceptarlo como esposo quería estar seguro de que hubo aprendido la lección. Sin embargo dos meses fueron más que suficientes aún para el rubio.
Por eso esa tarde había quedado en ir a su mansión a verlo. Entró y fue al despacho donde sabía que estaría Deku trabajando como siempre.
Y por supuesto que no se equivocó. Allí estaban sus dos amores. Yuki sonrió al verlo y empezó a hacer sus sonidos de bebé. Deku hablaba por teléfono con un cliente.
Bakugo sujetó a su hijito en brazos mientras aguardaba a que su amado termine de hablar. Besaba a Yuki continuamente, provocando alegres carcajadas en el pequeño.
Cuando Deku acabó, Bakugo volvió a colocar al bebé en su moises. El peliverde lo miraba con amor intenso pero con un dejo de tristeza.
Bakugo era consciente de ello por eso estaba decido a acabar con aquella tristeza que sentía su amado.
Sacó los anillos y le dijo:
-¿Aún quieres casarte conmigo....Deku?
Aquella pregunta tomó al peliverde por sorpresa, ya que en verdad no se la esperaba. Dejó caer el celular al suelo debido al asombro. Sus ojos se humedecieron.
-Kacchan....¿qué fue lo que dijiste?
- ¿Te casarías conmigo?
- Si...¡Si! ¡Por supuesto!
Bakugo le colocó el anillo y Deku le colocó el otro anillo. Inmediatamente se abalanzó a su amado emo arrojándolo al suelo para devorarlo a besos.
- Oye Deku....alguien podría entrar...
Izuku se incorporó y puso llave a la puerta. Luego se arrancó las ropas, Bakugo hizo lo mismo y se fundieron en un solo ser haciendo la danza del amor.
- Kacchan, planeo amarte hasta que no puedas caminar mi amor.
- Que pretencioso eres para ser un doncel Deku.
- Solo callate y compláceme prometido mío.
- A sus órdenes mi doncel.
Yuki bostezó y poco a poco fue durmiendose, mientras sus padres se amaban una y otra vez. El dolor había quedado atrás al fin.
FIN