Estaba en la cubierta de un barco, alejada de la superficie.Sentía el aire contaminado rozando mi piel, mi alma estaba al borde de ir al infierno, pero.., no me importaba. Ese día yo y mis compañeros de la escuela fuimos de excursión al mar. Yo ya tenía acumulado muchos problemas, era la única que sabía de ellos y no podía resolverlos. Mis padres no ayudaban mucho que digamos, siempre estaban ocupados por el trabajo y no me prestaban atención, y cuando lo hacían era para desquitarse conmigo golpeándome. Tenía un hermano el cual ellos favorecían por ser el mayor. En la escuela tampoco me hiba tan bien, era la típica chica rara, la burla de todos, solo tenía a mi ex mejor amiga y a mi ex novio, pero un día los descubrí besándose. Esa era la peor traición la cual jamás pude haber imaginado. Los profesores me trataban mal y mis calificaciones eran pésimas, al intentar ayudar siempre echaba a perder todo, me sentía un estorbo para las personas. Pero..., ya no más!
-Hoy 2 de septiembre muere Jamie Fernández!!
Grité mientras saltaba. Sentía el agua tocando mi piel poco a poco, vi pasar toda mi vida en unos segundos, todo estaba en cámara lenta. Los peces nadaban asustados y por un momento me puse a pensar en el grabe error que había cometido, pero ya era demasiado tarde.
Horas después los padres de Jamie se dieron cuenta de que ella no había regresado de la excursión, al pasar aproximadamente 20 minutos la profesora había llegado a su casa dándoles la terrible noticia de que su hija había fallecido. Sus padres se sintieron culpables por su muerte y tuvieron varios problemas al cabo de terminar divorciados, y su hermano al descubrirlo comenzaba a drogarse para alejarse del dolor de su pérdida. Sus compañeros asistían al psicólogo cada semana ya que se habían traumado al ver como Jamie se había suicidado y ellos no pudieron ayudar. Su amiga cayó en depresión, ella le quería a pesar de que la había traicionado, se sentía demasiado mal y llegó al punto de cortarse. Su ex también se sintió culpable por haberla engañado. Los profesores se arrepentían de todo el mal que la habían hecho a la chica. Pero ya era demasiado tarde, ella ya no estaba...
A la gente le importas aunque creas que no... Así que vive la vida y recuerda que "No hay bien que dure para siempre, ni mal que dure cien años"...