Fuera de la cama estaba a las cinco cincuenta y cinco. Se revolcaba en las sábanas y se masturbaba durante dos minutos mientras escuchaba Mozart. Ni siquiera le gustaba esta música, pero tampoco tocársela. Ya no. Sus ojos no emblanquecían de gusto como habían hecho años atrás. Lo hacía igualmente porque es lo que siempre hacía. Después se levantaba y tragaba un litro de agua con limón porque su madre le decía que era bueno para la salud. Salía a la terraza a fumarse tabaco de liar barato, estrujaba el pelo del gato que lo ignoraba igual que el resto del mundo. Moriría solo y no le importaba. Le importaba el presente y en ese momento sólo quería otro cigarrillo en sus labios y más agua con limón en la boca.
Adiós 😊