En un cuarto de aquella silenciosa casa se encontraban dos personas, para ser más exactos un hombre y una mujer, aquel hombre se concentraba en maquillar aquella mujer...
Mientras tarareaba una melodía, miraba de vez en cuando aquellos ojos sin brillo que miraban a la nada de aquella hermosa mujer, llevaba puesto un hermoso vestido de encaje color blanco...
El hombre estaba tan concentrado en el delineado y cuando terminó observó lo perfecto que le había quedado solo le faltaban los labios, agarró un labial de color rojo y con su mano libre sujeto delicadamente el rostro de la mujer, aquel hombre pronunció las palabras...
-Y para terminar un poco de labial color rojo... - dijo mirando su 'obra maestra'.
- Quedó hermosa, tan perfecta...- dijo con una sonrisa en su rostro que después de un rato se borró a un rostro sin expresión.
Y pronunció en tono bajo
- Lastima que ya estés muerta...
Dijo para luego salir de aquel cuarto dejando el frío cadáver de la mujer en ese oscuro lugar...
Al fin y al cabo ya había hecho su 'obra' en ella...