Esa noche, cuando el bar estaba que explotaba, se cruzaron sus miradas. En ese instante se detuvo el tiempo... La música se escucha a lo lejos, las personas a su alrededor habían desaparecido. Nada existía. Sólo esos ojos negros penetrantes que la miraban. Parecía una eternidad. El corazón de Eva, latía a una velocidad descomunal. Y un nerviosismo frío corría por su espalda.
El hechizo se rompió cuando su prima le dijo algo a Eva. Ella nerviosa río. No podía creer lo que le sucedía... Nunca había sentido algo así. Con sus 20 años recién cumplidos, sabía que no debía temerle a nada. Así que que continuo caminando por el lugar, con su prima detrás. Llegó hasta donde el estaba. A una dos personas de distancia. Sentía que el miraba su trasero. Y el frío de su culumna cambió hasta convertirse en calor por todo su cuerpo.
En ese momento, le tocaron el hombro y le susuraron al oído. "Bailamos?"
Ella sin pensarlo, acepto. Pero cuando giro su cabeza, se sintió decepcionada. Otro chico la había invitado a bailar. No le quedó de otra que hacerlo, solo alcanzo a ver que quien ella esperaba que le hablara, miraba para otro lado y bebía del trago que tenía en su mano.
Bailo algunos temas y luego le dijo al muchacho que volvía con su prima Alicia. Esta la estaba esperando cerca donde estaba el. Salió de la pista y pasó cerca de él. Temblaba con solo mirarlo.
El la ignoraba. Siempre tenía a muchos chicos revoloteando alrededor de ella, al lugar que fuera. Pero el, no. Sólo continuaba apoyado en la baranda que delimita a la pista de baile y bebía su trago. Eso la desconcertada. Eva noto su nuez de adán y más le gustó ese chico.
Su prima estaba aburrida, no solía ser centro de atención. Además sabía que muchos se acercaban a ella por estar con Eva.
Eva ya no sabía que hacer, ese chico no podía estar rechazandola. Y eso la hacía sentir más exitada. Cuando supo que no le quedaba más alternativa de continuar su camino, impulsiva mente se acercó a él y le habló al oído.
" Discúlpame, hay un chico que me está siguiendo. Podrías hacer como que... Nos conocemos, que somos amigos?" en parte no le mentia, hacia rato que quería deshacerse de un admirador que no la dejaba en paz y la seguía por donde fuese.
El solo respondió "y bueno... Vamos a bailar..." como sino le quedará de otra.
Eva no lo podía creer!! Como era posible? El la habia quemado con su mirada hacia unos momentos, le había mirado su trasero y ahora le respondía así?
Que pasaba? Había perdido el encantamiento que hacía derretir a los hombres de su alrededor? El la hacía dudar...
Bajaron a la pista... Bailaron varios temas. Se preguntaron sus nombres. CLAUDIO era su nombre.
Nunca salí con Claudio, pensó Eva... si tenía el ego alto, se sabía hermosa.
Cuando llegaron las canciones románticas, se miraron... El dudaba de seguir bailando? Que pasaba con este chico? Nunca nadie había dudado de continuar un momento con ella y el lo hacía.
Eva sentía que el mundo se venía abajo, hasta que sintió sus manos en la cintura. Un deleite la envolvió. Se sentía en las nubes.
El la abrazaba. Era alto, su mentón llegaba a la frente ella. Sentía su respiración cerca. Quería que la besara.
Pero el no lo hacía. Siempre, cada vez que bailaba con alguien de esa manera, le había sucedido que intentaban besara. En algunas ocasiones, los rechazaba y se iba. En otras, cuando aceptaba ser besada, no le sabían a nada.
Pero esta vez sentía una necesidad. Quería que el rozara sus labios. Que tomara su boca, que le introdujera su lengua... Nunca había deseado ser besada.
En un momento sintió que el respiraba en su oído y comenzó darle besos en la sien. En su frente... Ella estaba derretida...