Solo fue un lento y agotado suspiro. De esos que simbolizan una derrota que involucran al corazón o una simple y espontánea reacción de un cuerpo impulsivo que había perdido la esperanza.
Solo fue una exhalación suave producto de un recuerdo que parecía marchito. De esos que, siempre que los sentimientos son removidos, se vuelven inquietos y producen involuntarios respiros.
Solo fue el sollozo lastimero de un hombre lleno de anhelo. Un sincero resuello de un alma solitaria que busca consuelo.
La luna sintió pena y le iluminó el sendero. El viento oyó su angustia y guió su dirección. Le dijeron que, mientras no se rindiera, encontraría el camino que lo llevaría de regreso a los brazos de su amor.