mi amada Isabel de los encantos, yo te he amado tanto y tu me has despreciado demasiado, yo rogaba tu corazón y tu querías ver mi cuerpo arder, yo anhela tu pasión y tu esperabas no volverme a ver...
Yo te amé hasta el final y no quise pensar que algún día te tenías que casar, con ese "alguien" especial, y ese alguien no era yo. ¡yo quien fue el que te amo sin condición cuando no tenías nada hasta que te convertiste en una princesa gallarda!, el estúpido inocente que creyó tu palabrería cuando me decías que eras mía y yo que te creía.
Ahora te veo en un altar con mi enemigo mortal y me quiero matar, juro que algún día pagarás por lo que me hiciste pasar, ¡oh querida musa fatal¡...