Erase una vez en un lugar muy lejano en medio de la nada a lo lejos estaba un bosque y adentrándose en ese bosque había una casa donde vivía un señor a él le gustaba salir a jugar con todos los animales del bosque que eran demasiados, entre ellos, ardillas, ranas, mariposas, orugas, venados y grandes vacas, un día el señor jugando se tropezó con algo y cayo al suelo, al levantar la cabeza se encontró con un gran baúl, por su mente le pasó muchas probabilidades de que podía contener ese baúl, como una de ellas, encontrar un gran tesoro, estaba tan feliz que corrió rápido a su casa, para buscar con que abrirlo, estuvo unas horas tratando de abrirlo hasta que lo consiguió, y encontró algo que no se imaginó, “un viejo libro”, como no era lo que él esperaba, se puso muy triste así que se fue a su casa, esa noche transcurría después se fue a dormir pensando que él quería un gran tesoro, al día siguiente muy temprano, despertando apenas fue al lugar donde había encontrado aquel baúl, así que volvió a ver sobre él y seguía ahí el libro viejo, así que lo tomo y se fue a sentar a una de las rocas cercanas y lentamente lo abrió, comenzaron a salir muchos sonidos, muchos colores, era mágico! se pintaba todo aquel bosque se le daba más vida, con melodías y sonidos diferentes, las cosas que él iba leyendo iban a apareciendo por todo el bosque, entonces el señor no paró de leer, leyó tanto que todo fue una gran felicidad por todos esos sonidos preciosos, los colores que lo formaban, como una fiesta de arcoíris y ahí fue que se dio cuenta que lo que él había encontrado era un gran tesoro, no por el dinero o lo material si no por el gozo, la alegría y lo mágico que es.
“No todo en la vida se encuentra en el dinero, también existe la magia de la alegría, la armonía, el amor sobre todas las cosas y la elegancia y fragancia del buen sentido del humor”