El océano enorme y profundo, lleno de vida y de cosas nuevas; el reflejo del sol en esas aguas tan ondas y profundas, que con solo mirarlo te llena de tantos sentimientos y emociones.
¡Pero de tantas emociones me llena!
¡Tantas!
La tranquilidad puede ser una de ellas pero cuando volví sentí más que tranquilidad; yo volví a sentir la libertad y la alegría de volver a tocar estas aguas cristalinas que la luz del sol toca cada mañana.
Estas aguas que me llenaron de regocijo al entrar en ellas; la belleza de este océano lleno de vida no se compara con nada, es más, nada se atrevería a compararse con tanta belleza.
Este diverso y basto océano siempre tan bello, es una pena que todos no lo vean así y lo quieran lastimar; pero a pesar de eso sigue siendo tan bello .
Al volver a nadar en el y sentir tanta libertad les agradezco a aquellos que permitieron esto, les agradezco a aquellos de haberme sacado de ese lugar con tantas cosas que no se ni nombrarlas, con aquellas personas de batas blancas que me lastimabán.
Pero no todos me lastimabán dos de ellos con batas blancas me trajeron a mi casa de vuelta al océano, este hermoso lugar lleno de luz.
No todas las criaturas terrestres llegan a ser tan malas y lastimar seres como yo, hay algunos como esos dos extraños que me devolvieron a mi casa, que quieren preservar a las criaturas exóticas así me llamaron y me dijeron que en su mundo a las criaturas como yo les dicen sirenas.