¿Qué debo hacer? no se si mi mundo es real.
A veces pienso que existo pero luego...
Luego dudo de mi existencia, al punto de querer llorar y desear saltar de lo más alto de mi edificio.
No puedo con este sentimiento, tal vez estoy muerto; en ocasiones hablo a mi hermano pero no responde y eso me hace sentir que no estoy ahí, aunque hay momentos en que el plática conmigo y me hace dudar de mis pensamientos.
No se que hacer, no quiero volver a cometer el mismo error de antes y lastimar a mi madre, la primera vez que pensé y dude de mi, fue tan agotador que termine haciendo un corte enhiesto en mis muñecas, recuerdo que desperté en un hospital, era realmente grande y por un momento pensé que estaba en otro país, pero era algo absurdo.
Mire a mi madre llorando, dijo que no me presto atención y me pidió perdón, me abrazo por un momento y se alejo, yo no lograba entender el porque de sus acciones.
Cuando era pequeño escuche que los muertos no van al cielo, por que le cielo y el infierno no existen, así que tal vez por eso estoy aqui, pero saber si soy real es complicado, tal vez solo estoy jugando o me estoy volviendo loco.
Salgo a mi ventana todas las mañanas y observo al chico que me molesta en la escuela, últimamente se detiene frente a mi casa con una expresión triste en su rostro, tal vez tiene problemas.
Ayer decidí volver a la escuela, pero...no pude salir de casa, algo me detiene, me da miedo cruzar esa puerta que rechina cada que alguien la abre. Estoy atrapado, solo puedo dar vueltas alrededor de la casa, así que me desvisto y observo mi cuerpo desnudo parado frente al espejo, veo mis manos, los cortes que había en mis muñecas ya no duelen, tampoco hay cicatriz, debería haber alguna marca; de pronto hay moretones en algunos puntos de mi abdomen, comienzan a marcarse heridas que yo no hice, hay marcas de látigo y quemaduras, no se que pasa, esto no estaba ahí ¿por qué no puedo recordar? duele... duele mucho
Escucho a mamá discutir con alguien, me pregunto quién será, escucho a través de la puerta y hablan de mi, cada palabra hace que aparezcan más heridas, estoy sangrando, no soporto el dolor, mi madre rompe en llanto y sale corriendo, la sigo sin pensarlo y sin darme cuenta ya estaba fuera de casa, ahora estoy en un cementerio muy lejos de la ciudad, allí esta ella llorando, suplicando perdón, no se a quien van estas palabras, me siento junto a ella mientras la abrazo por la espalda, comienzo a leer la lápida y rompo en llanto sin soltarla, he pensado esto en muchas ocasiones y aún así tenía la esperanza de ser yo, jamás crei ser alguien que no recuerda casi nada de su vida y aún estar viviendo sin vivir, ¿por qué estoy aquí?, mi madre responde a mi pregunta como si pudiera escucharme, estas en mis pensamientos desde aquel día, hoy por fin descansarás, iras a aquel lugar al que solo en un momento de la vida puedes conocer, se feliz; hoy descubrí la verdad, al fin la persona que te daño conocerá el infierno, ese infierno al que solo van los malditos, y tu estarás en la gloria en donde están solo los inocentes, dijo con una sonrisa en su rostro mientras lágrimas de sangre rodaban por sus mejillas. Había un cuchillo clavado en su pecho, no pude hacer nada y desaparecí lentamente.
Cuando desperté mi madre dormía en una habitación, se veía muy agotada, fui a verla y nuevamente lloró, el medico entro a la habitación y le aplico un sedante; volví a desaparecer.
Ahora entiendo, solo soy un recuerdo que vive en los pensamientos. Las veces que vivo no soy yo, sólo son ellos mismos recordando como fui en un momento o lo miserable que me volví, o tal vez deseando volver a verme.