En la semana después de la muerte de mi hermano me sentía emocionalmente paralizada. .
Dedicaba mi tiempo para orar. seguido las lágrimas llegaba más fácilmente que la alabanza.
Permanecí inmovilizada de duelo por mi hermano cuya vida Lucía con un movimiento continuo .
El encarnaba vivía se movía y estaba en la presencia del Señor.
Comenzó a caminar a los 8 meses, dominó los deportes que práctico, daba brazo fuerte y se arrodillaba al orar y aplaudía durante los himnos de alabanza.
Mi hermano usó su atletismo y su cuerpo para la gloria de Dios ,pero él ya no estaba y me sentía sola y desamparada.
Me sentía vacía y desconectada de Dios.
Dios me indicó reflexionar sobre la vida de mi hermano para lidiar con su muerte.
Necesitaba interactuar con Dios usando mi cuerpo mi mente y mi espíritu
Comencé a correr y algunas carrera estuvieron llenas de oraciones por nuestros padres, por los hijos de mis hermanos ,por mis hermanos ,por mis hijos ,por mis nietos, por mis sobrino por mi familia..
Carreras las pasé preguntando a Dios sobre la corta vida de mi hermano..
Mientras corría me percaté de mis pasos rítmicos del la presencia de Dios .
En mis pulmones como un bálsamo sanador para mi espíritu.
aparte mientras corría km 3 km sentí la presencia y la comprensión de Dios.