No logro entenderlo, no se le porque.
Tampoco puedo explicarlo.
Siento que mi corazón muere.
Me pide llorar pero no debo hacerlo.
"Nada de lágrimas" ya lo dije una vez.
Puede que no lo haya cumplido.
Pero debo seguir intentando.
No es el momento.
Mucho menos el lugar.
Las lágrimas no deben llegar.
Deben congelarse.
Resguardar mi corazón.
Si lo desean lo acepto.
Temo ser lastimado.
Aunque no tema la muerte.
Odio ser débil.
Es lo que más me acompaña.
Quiero morir aunque no sea el momento.
Quiero librarme de este sufrimiento.
No lo conozco, lo sé.
Pero esta presente en cada intento.
Soy inútil pero que más puedo hacer.
Lo intento una y otra vez.
Aún así no logro salir del desierto.
Me pido a mi mismo.
Dejar de lado los sentimientos.
Pero mi voz no llega a lo profundo del cuento.
Mi mente es inestable.
Cambio de emoción como si fuera una nueva estación.
Odio lo estúpido que es mi corazón.
Congelado en el tiempo esperando que llegue el momento.
¿Que momento?
Soy débil, soy inútil, soy lo que nadie desea ser.
Pero mi suerte es tonta y logra salvarme de desfallecer.
¿Por qué debo vivir atado?
Este mundo intenta comprenderme.
Yo intento comprenderlo a él.
Pero ninguno lo logra por más intentos que hagamos.
Es inútil, ya no deseo esta vida.
Mucho menos mi suerte.
"Abandonemen todos"
Se los ruego día tras día.
Pero todos me dicen:
"Eres demasiado bueno para desaparecer"
¿Que tengo de bueno?
¿Mi estúpida suerte?
Sonrió a pesar de que estriba esto.
Me da risa ser tan estúpido.
Porque siquiera entre lágrimas dejo de sonreír.
¿Que sentido tiene así vivir?
Soy infeliz aunque no haya motivo.
Pierdo el rumbo a cada segundo.
Vivo la vida porque todos dicen que debo hacerlo.
Ya no me gusta lo que más hacia feliz.
Ya no le encuentro sentido a escribir.
Vivir es aburrido.
Morir no puedo.
¿Es esto un castigo?
Me escondo para que nadie me vea.
Huir es lo único que quiero.
Pero siempre me encuentra la persona que menos deseo.
Llega, prende una vela y sigue diciendo que si puedo hacerlo.
Le pido callar pero prefiere esperar.
Siguen a mi lado los fantasmas del pasado.
Tocan a mi puerta.
Día tras día mi derrota cuentan.
También pido que callen.
Pero no logro que paren.
Susurros en mis oídos.
Golpes sin sentido.
Recuerdos olvidados.
Llegan como olas a esta playa sin memorias.
Pido mi final.
Y sólo resivo un continuará.
Los espectadores se divierten.
Yo solo espero mi muerte.
No comprenden mi sufrimiento.
Porque nunca lo cuento.
Odio la luz, odio lo brillante.
Quiero escapar de este cuento radiante.
Desaparecer mi mente logrará.
Cuando borre mi huella en nunca jamás.
Es triste vivir en dolor.
Es triste tener que ser yo.