Cómo mirar, como aceptar,como mirarme al espejo y no llorar al recordar su rostro imperfecto para muchos, pero el más bello, sincero para mí.
Mirar tras la ventana aquel lugar donde se sentaba a descansar el querer verlo y no poder, el no correr a abrazarlo, no poder sentir su calor, el no escuchar sus consejos y sus tan buenos chistes.
llegó de la escuela, por un momento pienso que está ahy que me puede escuchar que quiero contarle todo lo que hice pero recuerdo que no está que no es una fantasía que es una realidad que me abruma por completo durante cada día y noche.
Intento olvidar pero no puedo. Salgo con mis amigos para poder respirar otros ambientes que no sea tristeza, intento llegar tarde; por qué el temor de llegar y no verlo me hace estremecer de la tristeza.
Es el séptimo día de su partida y aún duele, duele bastante no puedo creer que sea tan doloroso el perder a alguien que estuvo contigo en todo momento que estuvo ahí para defenderte de mama cuando ella estaba enojada el que robaba la leche de la nevera para darte maizoro aunque después hubiera una guerra.
Pasan los días y ya va la segunda semana pero aún duele, entro a su habitación pero está presente su aroma su presencia a un está reciente no se que puedo hacer para controlar está brasa ardiente que quema mi garganta ocasionando un nudo que me rompe en llanto, cayendo de rodillas a un lado de su cama imajinandome que está ahy y que lo abrazo que me consuela para terminar en un profundo sueño.
nuevamente pasan los días y ya es la tercera semana de su partida, ella llora su ausencia, su silencio, su abandono ella extraña su calor, su amor, sus berrinches de niño aquellos que provocaban que ella lo consintiera como niño pequeño; el tomar una tasa de café durante la mañana y otra durante la noche, ella extraña sus pláticas sin final donde ciempre discutían por la verdad aunque no existiera pero ella ciempre tenía la razón.
Estoy en la semana cuatro de su ausencia aún duele pero ya no es igual, el dolor es tolerante lo extraño pero ya puedo comer sin llorar, ya puedo entrar a su habitación y no caer en un sueño profundo, ya puedo llegar de la escuela y entender que el no saldrá, y puedo saber que el está, está en un mejor lugar, sabes que te amamos PAPA.