RaYun severamente herido, encontró una caverna profunda y oscura en la montaña y se escondió dentro. Luego, con un par de golpes, abrió su propio espacio interior y con furia esculpió una formación en el suelo. Esta era una Formación Celestial que había aprendido cuando se fusionó con el demonio antiguo anteriormente. Sabía que con ella podría ocultar todos sus rastros e impedir que alguien lo encuentre.
Si fallaba su plan, sería sin dudas un gran resguardo que nadie más conocía.
Después de configurarla, sacó algunos talismanes espirituales y los colocó sobre la formación. Su mano señaló entre sus cejas y una parte de su alma núcleo salió volando.
“¡Alma, toma forma!”, exclamó y las manos de RaYun rápidamente formaron varios sellos. Su alma etérea se convirtió en humo blanco y lo rodeó unas cuantas veces. Luego se condensó frente a él en una forma humana.
“¡Forma el cuerpo!”, RaYun se mordió la punta de la lengua y escupió sangre. Un poco de su energía espiritual restante se infundió en esta parte de su alma. Inmediatamente se puso roja y algunas de las rocas en el suelo temblaron como si estuvieran siendo arrastradas. Pronto, las rocas volaron. Era como si se hubiera formado un vórtice en la cueva, con innumerables trozos de roca reunidos hacia el alma núcleo, y gradualmente se solidificó.
Después de unos siete minutos, apareció una copia prácticamente idéntica y sin defectos de RaYun.
“¡El hechizo celestial es muy real!”, susurró para sí mismo y cerró los ojos. Incluso con su nivel de cultivación, no podía decir si el alma ante él era real o falsa. Si solo fuera real, no se convertiría en el Hechizo Celestial tan poderoso que había tentado incluso el demonio antiguo, que se sintió casi instigado a robarlo.
Además de ser imposible distinguirlo del cuerpo real, también tenía la capacidad de usar casi la misma fuerza que el cuerpo verdadero. Solo que, con el fragmento de alma de RaYun, ¡solo podía durar 10 días! Luego simplemente se dispersaría y la porción de alma regresaría a su cuerpo en un haz de luz.
Sin embargo, 10 días eran suficientes para lo que tenía en mente.
Cerró los ojos como si estuviera en meditación. Su respiración también se detuvo gradualmente. Incluso el latido de su corazón desapareció y fue como un hombre muerto. Al mismo tiempo, en el momento en que la respiración y el latido del corazón de RaYun se detuvieron, el avatar de piedra abrió sus ojos lentamente.
El clon se levantó algo tambaleante, pero a RaYun solo le tomó unos momentos más acostumbrarse a su nueva piel. Luego de adaptarse por completo, se movió. Sin detenerse por un segundo, comenzó su plan. Antes que nada, llenó la entrada de la caverna con una decena de formaciones defensivas y acabado el trabajo, con un suspiro cargado de resolución, voló a la Secta para encontrarse con su maestro. Esa persona a la que devotamente le habría confiado su vida sin titubear y quien era el causante también de que, en su misión fuera de la Secta, acabara herido de gravedad. Allí donde, sólo a causa de su buena fortuna, no murió.
Lo planeó por un largo tiempo, mientras sus lesiones externas sanaban. Ahora regresaría como si en realidad no supiera la verdad tras el ataque. Se tomaría su venganza de la forma más cruel y fría.
No es como si no sintiera nada realmente. Después de todo era la única persona que lo había aceptado como discípulo, le dio cariño y protección. Pero, finalmente lo había traicionado y no podía perdonarlo.
Aquel camino, al tener un objetivo claro, se sintió más corto y estuvo carente de dificultades.
Cuando se presentó frente a su maestro, este estaba absorto en las escrituras y no demostró signos de reconocimiento inmediato. Sin embargo, RaYun sabía que lo había oído llegar. El hombre dejó por un momento su tarea y levantó la mirada. Sus ojos brillaron suavemente mientras lo miraba con una ternura que resultaba difícil de creer que fuera falsa.
"Has regresado", exclamó con una sonrisa que era como una brisa cálida de verano.
RaYun sentía que no podría reprimir la furia ciega en su corazón. Él solo le sonreía ampliamente como si su corazón se llenara de solo verlo, y su mente era un caos completo ¿Cómo podía esta misma persona enviarlo a morir y verse de una forma tan imperturbable?
Antes de que pudiera hablar o poder hacer cualquier cosa en su arrebato de ira, alguien más llegó.
Fue la discípula mayor de su maestro.
Ésta, al verlo, mostró una expresión antiestética y algo aterradora. Estaba llena de desconcierto e inconcebible terror. Inmediatamente la mujer intentó esconder rápidamente lo que llevaba en sus manos.
Aun así, fue demasiado lenta ya que se había sobresaltado momentáneamente al verlo allí... y vivo.
RaYun reconoció el tesoro de ataque de su maestro, ese que le había hecho casi perder la vida, en manos de aquella mujer y comprendió.
No fue su maestro. Nunca había sido él.
Todo fue tramado por aquella venenosa mujer y sus celos infundados.