El dolor era intenso... era muy doloroso pero por mucho que gritará nadie de la sala la ayudaba, era como si su dolor les causará excitación o se sentían orgullosos de su resistencia. ¿Cuántas horas han pasado? seguro más de la mitad del día. ¿Cuántas veces tendrá que aguantar aquello?
Su corazón aún latía, bombardeaba con gran fuerza debido a la situación en la que se encontraba. Varios caninos comían sus órganos, sus manos que anteriormente habían sidos tragos por aquellas bestias ahora comenzaban a regenerarse. ¿Morirá? ¿Es posible? aquella cosa con apariencia de una niña era en su totalidad un monstruo, por mucho que le comieran o destrozaran su cuerpo, seguía regenerando su partes, aunque con el pasar de las horas se agotaba y la regeneración era más lenta.
–Paremos por hoy. –Habló con hombre vestido con una bata blanca (como la mayoría de la sala) portaba unos lentes debido a la falla de su vista, esto culpa de la edad. Anotó algunas cosas en la libreta que sostenía (muy buena resistencia, mucho mejor que hace dos años. Crece más rápido que un humano normal, ahora su apariencia es como la de una niña de unos cinco o seis años) –Mañana usaremos corriente eléctrica... empezaremos leve, talvez unos mil voltios. –Dicho esto, los demás sólo asintieron con la cabeza. Una mujer bastante joven se acercó a la niña (lo que quedaba de ella) lo agarró en su mano derecha, la llevaría a su habitación para que la niña descansará. Los caninos satisfechos de su gran festín, cayeron rendidos ante el sueño. Los científicos tenía a los perros controlados, estos atacaban a la niña debido a que olía diferente a los humanos. Para los científicos aquellos caninos eran de lo más cariñosos.
"tiririn"
Contestó rápidamente el hombre que hacía los apuntes.
–¿Si?
–Henry, ¿Cómo has estado? ¿Qué tal el experimento? ¡Joder Henry! está vez si te conseguiste uno grande. –Habló efusivo
–Va perfecto, creo que es lo más emocionante experiencia que he tenido. Fue una excelente elección convertirme en científico. –Dijo en respuesta.
–¿Cuando volverás a la ciudad? Te extrañamos mucho ¿Sabes?
–Otro año más y me regreso a la ciudad. falta otras pruebas con el sujeto número cien. Aún sigo sin saber la causa de que de tantos bebés ella fuera la única que pudo soportar aquella sustancia. Cierto ya no es ella, solía serlo; pero eso no es lo más importante. El tiempo de estancia en este lugar lo utilizaré para descubrir si aparte de su capacidad de regeneración tiene otra habilidad (cosas como escupir fuego o esas cosas que ves en las películas)
–Ya veo, entonces apúrate con esas cosas, tu hija te extraña mucho y no ha dejado de preguntar por ti.
–Pronto será su sexto aniversario. Dile que tenga más paciencia, se que mi niña es fuerte. pronto iré a verla.
–Ok, hablamos otro momento.
colgó la llamada, la mujer que se había llevado a la niña, apareció detrás de él y lo abrazo por la espalda. El hombre no se sorprendió, debido a que, hace un año comenzaron a salir (solo era sexo, pero al parecer la mujer era romántica y creyó que estaban saliendo)
–¿Tu hija? –Le contó sobre su hija debido a que ella insistía en querer conocerlo.
–No, solamente hablaba con Jonathan.
–Ok, Más tarde quiero ir al lago contigo. ¿Te parece?
–Esta bien. –Era obvia la razón del porque irían al lago, lejos de los demás científicos.
:
Uno de los científicos le había traído bastante chocolate (le encantaba el chocolate) comía con bastante urgencia. El científico de los chocolates le comento que hacía eso en secreto de Henry, así que, debía ser cuidadosa y no dejar que el jefe de la investigación se enterará.
Se había regenerado la mayoría de sus extremidades, solamente faltaba su ojo izquierdo y la pierna izquierda. El dolor aún seguía a pesar de haber regenerado la mayoría de sus extremidades. Ella sabía de esto pero al parecer el jefe de la investigación no se daba cuenta, de que, sin importar su gran habilidad de regeneración, ella no sabía hacer desaparecer el dolor. Todas las pruebas que tuvo que aguantar, sin importar que se regenerará el dolor duraba meses en desaparecer, (pruebas seguidas) no había un día en que no sufriera.
Solo fue un segundo, pero ya se le había clavado en la mente una venganza contra los científicos. Ella era muy curiosa debido a ello estaba constantemente observando... observaba las instalaciones, la comida, las prendas y a los científicos. Ya lo sabía, se los memoriza todo. ¿Un monstruo? ¡No! era más que eso, era una evolución, física y mentalmente del humano. Su inteligencia, su agilidad... Nació de un humano (por lo tanto es humana)
Les haría pagar a Henry, a todos esos malditos científicos. Martes, día que Henry y la mujer salían a pasear al lago. sin esos dos ahí todo sería más fácil. los acabaría, primero los peones y luego podría atacar al rey.
Mientras Henry se hundía en aquella científica, dejando el placer tomar control y olvidar la realidad, sólo saciar su sed... sed de más, era adictivo aquel agujero, (talvez esa era la razón por la que aceptaba la cercanía de la mujer) sumidos en su placer y lujuria, no fueron testigos de la crueldad de aquel monstruo, pero pronto sería el turno de ellos.
–¡Por favor, piedad! –Gritaba con lágrimas en los ojos, pero aquella cosa no tenía tales sentimientos como la bondad, o si los tuvo las pruebas le arrancaron a la fuerza la poca humanidad que tuvo.
–Tengo una familia, mi hijo me espera en casa, por favor no me mates. –¿Piedad? que era eso, ella no lo conocía. Nadie le enseño eso, lo único que ha aprendido desde que nació ha sido el dolor... dolor y más dolor.
En la palma de su mano sobresalió algo filoso (después de todo si tenía otras habilidades) tenía un color rojo, al parecer era su propia sangre su arma. Es penoso que lo descubriera hace poco, ni ella se conocía. de un solo corte le arrebató la cabeza al científico.
Corrió por los pasillos de la instalación, se dirigía a esa habitación. Mataría a esos caninos que le hicieron sufrir un infierno. Cuando entro los caninos saltaron sobre ella, pero está vez no tenía miedo y sabía cómo defenderse. En solo unos instantes había matado la docena de caninos de la habitación. Suspiro y contemplo la sangre que escurría de su brazo arrancado, aunque aquello era doloroso, pronto le volvería a salir un brazo completamente nuevo.
Siguió buscando en la intalaciones, sabía que la cantidad que había matado no eran todos, la intalaciones estaba llenas de esos repugnantes que le hicieron sufrir. La prueba de ello era todas esas habitaciones, con camas y cosas necesarias que usa un humano.
Cuando saliera de ese horrible lugar, se compraría mucho chocolate y cosas necesarias de humanos.
"Prohibido, no entrar sin autorización"
No sabía leer por lo no supo que decían esas cosas escritas en la puerta. Golpeó con toda fuerza la puerta acero, a la primera no cayó pero con otra patada cedió ante ella.
Dentro había unos tanques con líquidos (talvez agua) pateó uno de los tanques y este cayó sobre otro...
Después de unos segundos de aquellos tanques en el suelo, surgieron unas masas (eso era lo que parecía) las masas comenzaron a arrastrarse hacía la dirección donde estaba, con gran temor salió corriendo.
Entró en otra habitación y allí estaban a los que ella estuvo buscando, sin darles tiempo a reaccionar rebanó a todos los humanos. Aún después de que los mató, seguía cortando la carne en trozos más y más pequeños. Después de salir de la habitación vio como aquellas más se arrastraban por las paredes y el techo.
Deprisa fue hacia el laboratorio, intento conseguir algo con lo que derrotar aquellas cosas sin estar cerca de ellas. Por estar tocando sin tener ningún conocimiento sobre aquellas sustancias, provocó una gran explosión en la instalación. Su cuerpo había explotado también, allí solo estaba una pequeña parte de su corazón, la comenzó a regenerarse.
Una alarma se activo.
"Es peligroso seguir dentro del laboratorio. Si salen por la puerta de emergencia podrán llegar más rápidos a los botes o barcos. La explosión afectará a la isla, cualquier ser vivo morirá debido al choque"
"Dejen rápido el laboratorio, se destruirá en 1 min"
"cuenta regresiva, quedan 58 seg"
Terminó de regenerar su cuerpo, no estaba cansada por lo tanto su regeneración era bastante rápida. Corrió bastante rápido, siguiendo las instrucciones de la alarma, llegó a los barcos. Se subió pero no supo cómo hacerlos funcionar.
"cero"
Explotó el laboratorio, y como dijo la alarma todo aquel en la isla murió, (ella debido al choque fue arrojada al mar lejos de la isla. todas los barcos se destruyeron)
Jonathan no volvio a ver a Henry.
En la orilla de una playa bastante concurrida, un cuerpo vino con las olas. La persona responsable de hallarlo fue un niño, que jugaba haciendo castillos de arena.
"Al principio las autoridades pensaron que la niña había muerto ahogada por el descuido de sus padres. Sin embargo la niña está viva, además nadie en la playa pudo identificarla y sus ropas estaban quemadas. En la parte inferior de su prenda se halla el número cien, aún no sabemos que significa"
–¿De dónde eres? ¿Dónde están tus padres, como se llaman?
–¿Padres? ¿Que es eso?
Todos se quedaron sin habla, no supieron que responder debido a la sorpresa.