—¿Listo?
—Eh, eh —bueno, eso creo —
—Ya va, ya va — ¿Cómo es eso que creo? — ¿No estás seguro? — Si es así, dímelo, ya que entonces no podremos hacerlo.
—No, bueno — Disculpa — si estoy seguro, claro es primera vez, y la emoción no deja situarme — pero si, si estoy seguro y preparado.
—Ok — Esa es la actitud, obviamente se puede sentir temor a lo desconocido, pero tranquilo, después de la primera vez, lo superarás, y te gustará tanto, que harás de ésta mágica experiencia una constante disciplina.
—Entonces — ¿Preparado?
—¡Absolutamente!
—Vamos pues, a la cuenta de 3 —
—1, 2, 3 — ¡Listo, al aire!
—Cuéntame — ¿te gustó? — ¿sentiste miedo?
—Oh si, me gustó — No fue como pensaba que iba a ser, fue mucho mejor —
««"No tenía idea de cuánta libertad y emoción sentiría en un salto de caída libre»» — ¡Adrenalina pura! — y lo mejor, no sentí miedo
—Bueno, ahora ya eres todo un valiente.
— Quizás — Aunque pensándolo bien, y como dijo Nelson Mandela:
««"No es valiente el que no siente miedo, sino, el que logra conquistar ese miedo"»»
— ¡Y yo hoy, conquisté ese miedo!