—¡Permiso, permiso, rápido, por favor!
—Hey — ¿Que te pasa? — ¿ Acaso estás loca, o escapando?
—Asi es — ¡Por favor cubreme para que no me vean!
—¿ Y cómo crees que pueda ocultarte? — ¿Cómo carajos te cubro, con ese tremendo vestido de novia que llevas? — ¡Explícame! — Más o menos
—Ayúdame, ayúdame por favor, yo te pago lo que tú quieras, pero no permitas que me encuentren, no me quiero casar y me están obligando.
—Bueno, entra rápidamente al auto, veré que se me ocurre.
—Oye, oye tú, chico — ¿viste pasar a una mujer vestida de novia?
—Ah si, pero ya debe ir lejísimo — iba en una moto.
—¿Quuéééé, en una moto? — ¡No puede ser, ésto no me puede estar pasando a mi!
—Lo observé, y le dije:
««"¿Se te escapó la novia? — triste compadre, triste"»
Entré al auto, arranque, y me dirigí al Aeropuerto Internacional. Una nueva oportunidad le aguardaba a ésta bella chica.