Es frustrante el no saber que hacer con tu vida, aún más cuando tus mismos padres sólo se encargan de señalarte y juzgarte. Te culpan por tus problemas, te reclaman por ello, pero no piensan que el juzgar, recriminar y lastimar emocionalmente, no ayuda a más que tener pensamientos de inutilidad. Creen que menospreciar los sentimientos de sus hijos les hace bien. Pensamientos que no debería tener, llegan a mi mente con frecuencia. Algo que hace dos años consideraba un acto cobarde, ahora lo veo como una salida. ¡¡Por favor, no hagas caso a tu voz interna!! ¡Tu puedes salir de esto!... Ja, ya no se si creer en eso. No quiero que mis padres me juzguen, quiero que me ayuden. No quiero que me hieran, quiero que me consuelen cuando la estoy pasando mal. No quiero que menosprecien lo que siento, quiero que me entiendan.
Esperan mucho de mí, pero a la hora de la verdad no me brindan su apoyo emocional. A mi lo económico no me importa si no hay amor. De qué me sirve tenerlo todo si no tengo a unos padres amorosos que me demuestren que en serio les importo. De qué me sirve tener lujos cuando no llenan este vacío que llevo adentro. El dinero no compra el amor. El dinero en esta ocasión no lo es todo. ¿Será egoísta de mi parte pedir un poco de amor... Un poco de comprensión?.
Siento que me ahogo en un mar de desesperación, ansiedad, depresión. Busco ayuda. Agito mis manos mirando hacia la orilla en donde se encuentras mis padres, pero ellos lo único que hacen es verme. Ven como me ahogo lentamente en mis problemas, aún cuando saben, que, gracias a ellos, nunca pude aprender a nadar. ¿Por qué no me ayudan a salir? ¿Que hice mal? ¿Por qué no es suficiente para ellos? ¿En serio prefieren que me hunda en este mar o están tan cegados por su ego como para ver lo mal que estoy y lo difícil que es para mi el salir de aqui?... Ya no hay esperanza, ya no hay nada para mi.
Solo quiero paz. Solo quiero tranquilidad. Si para hallar eso, debo ser un cobarde, prefiero ser un cobarde en paz a ser un valiente con frustraciones. Quizás este equivocado, quizás aún haya algo en este camino para mí, pero es difícil saber si quiero ver que es lo que me espera.