Estancado en un parque veia el brillo del sol sobre los edificios del lugar, a pasar de los minutos se desprendía de su brillo, parecia mágico el hermoso atardecer, era triste pensar por un momento en la realidad, "habia acabado otro dia".
Después de cada tarde de diciembre, me gustaba escuchar la fina brisa de las olas de mar en mi ciudad natal, hoy regresare después de un largo tiempo, los extraño demasiado.
Cuando apenas era un adolescente empecé por obsesionarme por los periódicos, los artículos de viajes y sobre todo por la historias.
Me preguntaba que era de mi vida en ese entonces, quise salir al exterior probar cosas nuevas, entusiasmado por saber que había un mundo allá afuera por ser explorado, sin querer ante ese sueño, deje algo muy importante para mí ahi.
Irónico y amargo es pensar en el pasado cuando tienes el presente puesto tuyo, ya no sabes que más hacer, te resistes hasta que ya solo te dejas llevar por aquellos pensamientos.
- Max cuando seamos grandes, ¡cásate conmigo!
- Pero... ¿porque? No creo ser una persona que te haga feliz
- Tonterías Max, cuando regreses prométeme que nos casaremos, ¿bien?
Sonreí como tonto y tenía la cara de vergüenza--. No.. no te arrepentirás...
- ¡Nunca me arrepentiría! ¡Eres un bobo! ¡Esperare hasta que vengas de donde sea!
- Porque tan cruel conmigo --puse una cara de puchero y la mire sonriendole
Ella me beso en la mejilla y confesó-- A pesar de como eres o seas te querré siempre, me gustarás pase lo que pase y te esperaré
Yo no sabía que responder en ese momento y solo la abrace con fuerza, éramos amigos de la infancia, éramos unos niños jugando a pensar que era el amor...
- Es una promesa --afirme en su hombro y me fui corriendo de ahí sin mirar atrás
Solo se que cuando yo volteé cuando estaba en medio de mi carrera hacia la nada, vi como ella grito contenta--. ¡Es una promesa idiota! ¡Pobre que te olvides!
Y de ahí seguí corriendo hasta mi casa, ya sabía que había llegado tarde de la hora acordada con mi mamá, esta no llegaba aún, me libre ese día.
Sonreí ante ese recuerdo tan claro en mi mente, tras ello no la he vuelto a ver en años. Supongo que fue desde más pequeño sabía lo que quería hacer, vaya... no tenia idea que haría el encontrarla, estaba contento, un poco molesto por demorarme tanto
Cumplí los 24 años ya y estaba listo, todo, estaba en medio del avión revisando mi celular y recibí un mensaje, no lo vi bien, de ahí apague el celular y subí al avión.
Llegué a mi destino. ¿Estaba alegre?, solo llegue al lugar correspondiente con prisa, sin maleta, estaba solo con aquella ropa formal apenas abrigada perfecta para llegar para verte
- Y esa es mi historia, cuéntame cómo te fue en estos 15 años Sofía --con una cajita de dos anillo me arrodille
Con un poco de angustia y ansiedad pregunte las palabras con un ligero quiebre en mi voz.
- ¿Te gustaría ser mi esposa? --dije y las lágrimas cayeron ante mis mejillas
Nadie respondió.
Absolutamente nadie respondió, porque...
Ya no había nadie ahí, solo una tumba con un gravado "Sofía Lote"
Ya nadie habitaba ahi, habia sucedido una tragedia sísmica, solo se podían ver escombros de casas abandonadas, tumbas con nombres grabados y algunos otros usuarios por ahí lejanos.
El hombre se puso el anillo y continuó con su rumbo, presagiando el hermoso atardecer que en un parque veia el brillo del sol sobre los edificios del lugar, a pasar de los minutos se desprendía de su brillo, parecia mágico el hermoso atardecer, era triste pensar por un momento en la realidad, "habia acabado otro dia más... sin ella".