Subí molesto a mi habitación, la musica era muy fuerte aún en el segundo piso. Mis primos habían hecho una fiesta en casa y no podía refutar nada.
Socializar en tanta gente no se me daba bien, ni siquiera ebrio.
Ingreso a mi habitación y me envuelvo entre la sábana mientras me cubro los oídos con la almohada.
Luchando contra la fuerte música y el olor a alcohol logro conciliar el sueño y entrar en calor. Después de unas horas mi cuerpo que se queja de incomodidad, mi vejiga necesita descargar.
Con los ojos semi abiertos salgo de mi habitación hasta el baño, sacrificando mi hermosas comodidad me quito la sábana caliente.
Después de mear me abrocho los pantalones de dormir y vuelvo hacia mi habitación en paso veloz.
Bostezo y vuelvo a impulsar me para tirarme en la cama, pero mi vista se fija en el chico de cabello negro.
Mis ojos se abren y analizan la situación.
No parece ser uno de mis primos, ni familiares.
Toco su espalda para que reaccione, pero este solo se mueve un poco.
Le arranco la manta que seguramente cogió del suelo.
Pero antes de que eso suceda sujeta mi muñeca con brusquedad y un grito ahogado sale por mis labios. Caigo al suelo de la impresión.
-Ashh- Se queja mientras que yo me llevo la peor parte, golpeándome con la madera de la cama y mis rodillas contra el suelo. -No deberías asustar a las personas mientras duermen
Su voz es áspera pero somnolienta; sus pestañas parpadean varias veces para poder abrir sus ojos por completo.
-¿Ah? T-tú... ¿Que haces en mi cama?- Exijo
-No sé como llegue - Dice mirando alrededor - Pero hay suficiente espacio para los dos
Menciona apegándose a un lado de la cama y dando palmaditas en el lugar vacío
-Si sabes que es mi cama. ¿Verdad? -Menciono con ironía al ver que me esta invitando a dormir en mi propia cama
-No seas tonto, esta haciendo aún frio- Comenta y accedo a tirarme al lado de él
Un par de manos se deslizan por debajo de mis hombros y mi respiración se vuelve inconsistente.
Su respiración también la puedo sentir en mi espalda hasta que este voltea mi cuerpo.
-¿Qué haces? N-no soy...- susurro cuando él conecta nuestros labios
Un hormigueo de fuego recorre mi cuerpo mientras sus manos arrasan tierras inexploradas; mi inocencia se disipa con cada beso que deja en mi cuello. "Sé que no podemos. Por eso es tan emocionante". Él responde a través de besos. Su encanto natural me embriaga; ahogándome; cazándome; devorándome.