SOLO AMIGOS
Era nuestro último año del instituto. Apenas salí de la casa pasa por su cuadra rumbo al autobús.
Tenía la camisa desalineada, al parecer se había levantado tarde. Su lentes aún estaban en su mano derecha, mientras que con la otra cargaba su mochila.
—Buenos días Fio, hace un poco de frío esta mañana ¿No lo crees? —Preguntó mientras veía el cielo algo opacado por las nubes grises.
—Sí creo que hace algo de frío —Trate de contestar mientras lo analizaba
Ambos estuvimos en el autobús, cuando nuestras manos chocaban por el movimiento de automóvil no podía evitar sentirme nerviosa. Respiraba profundo para calmarme, pero también lo hacia disimuladamente.
Sus ojos cafés era en lo único que podía pensar, y sus labios delgados y una cabello castaño oscuro que era semi ondulado.
Al bajar del móvil caminamos juntos hasta la escuela, al ingresar nos distanciamos y me fui al grupo de chicas que las consideraba amigas. Él por otro lado empezó con su saludo cotidiano a todos sus amigos y juntos se fueron al patio secundario para jugar su deporte preferido.
El era el numeró once de camiseta por alguna razón mi número preferido.
Su vista se dirigió hacia mi y sonrió, eso necesitaba anotarlo en mi diario. Aunque ahora que lo pensaba detenidamente había olvidado mi diario en casa. Bueno no siempre anotaba por lo cual era casi olvidado, cualquiera que lo leyera no podría saber de lo que estaba hablando pues estaba lleno de códigos.
Todos ingresamos al salón cuando la campana toco. Él se sentaba un asiento detrás de mio con su mejor amigo, mientras que yo me sentaba con Helen una chica que apenas conocía, pero era muy tratable.
Era época de exámenes así que nos distanciaron en fila de uno y toda mi columna se apegó a la pared.
—Me puedes prestar un lápiz— Susurro y su aliento llegó a mi cuello.
Asentí la cabeza mientras que buscaba un lápiz de repuesto. Yo solía tratarle normal, no demostraba mis pensamientos teniendo miedo de perder su amistad.
Ambos terminamos el examen antes de lo previsto al igual que unos chicos y nos dejaron conversar. Fue cuando me pidió mi chaqueta.
Dijo que no había podido dormir por estar jugando videojuegos hasta noche. Aunque era un chico muy responsable y bastante inteligente cuando le ocurría un problema solía estar metido en los videojuegos hasta que dejar su mente en blanco.
Accedí y le brinde mi chaqueta, las horas pasaron y el timbre de salida había tocado. Cuando las puertas fueron abiertas me di cuenta del mal clima que hacía. Estaba lloviendo muy fuerte y teníamos que caminar dos cuadras hasta alcanzar el bus.
Lo desperté y me puse mi chaqueta, mi casaca ahora olía un poco a él lo cual era algo extraño.
Salí afuera del salón y prendí mi celular para llamar a mi mamá diciendo que podría llegar tarde ya que había mal clima cerca del colegió.
Pero una notificación de redes sociales me asombro.
Nick había terminado con su novia por eso estaba así.
Apreté los ojos y suspire; yo ya le había dicho que la chica lo engañaba, pero no quería meterme mucho en su relación así que no insistí.
Me volví acercar para recoger mi mochila, la mayoría se había marchado y la última chica del salón se retiró, o al menos eso creí; Nick seguía en el sitió con la cabeza en su pupitre lo observe unos segundo y me apresuré a poner el maletín sobre mi espalda.
Pero él se levantó rápido y acerco sus labios a los mios, rápidamente retrocedí. Estaba disgustada por su comportamiento.
—Y-yo te amo —Pronunció Nick acercándose
Pero negué la cabeza.
—No— Sisee
Él estaba enamorado profundamente de Kely, una chica que también vivía unas dos cuadras lejos de la nuestra. Lo sabía porque sabía como la miraba y era igual a como yo lo miraba.
—No voy a ser la chica que te conformes, solo porque ella te rechazó. Yo valgo más —
—¿Cómo si fueras la única?—Vaciló cogiendo su mochila
Yo salí primero y baje tan rápido como pude, no lo quería escuchar más. Odiaba esa faceta de él, siempre era muy orgulloso y decía palabras muy hirientes.
Esa tarde no llegue a casa temprano; mis lágrimas se mezclaron con la lluvia a medida que caminaba y me prometí nunca más darle importancia a personas que no lo merecen.
El amor es algo que toma su tiempo, no puedes cambiar el amor de la noche a la mañana; sin embargo si podía amar a alguien más y ser correspondida.
A partir de ese salí de mi casa mucho más animada, ya no me levantaba tarde solo para coincidir con él.
Ingresé rápidamente a una universidad con prestigió y gracias a mi clase de idiomas conocí a un chico de otro país que vino a la universidad.
Y en mi quinto semestre de universidad decidí hacer un traslado a su universidad para ir juntos a su país. Emir era ahora él chico que amaba, quizás jamás lo hubiera conocido si me hubiera limitado a solo verlo, o si yo misma hubiera bloqueado las puertas del amor.
Unos meses después de que mi beca fuera aceptada, Nick me envió un mensaje por mi número.
¿Cómo lo consiguió?_ No lo sé.
Pero simplemente eliminé el mensaje. El pasado se había vuelto parte del pasado, no iba dejar que me atará.
Y así escribo esta historia, para el chico que nunca me amó