Ese día estaba realizando un trabajo para el liceo, me detuve un momento para ir al despacho de mi padre y poder buscar en la biblioteca un texto para completar mi investigación.
Cuando entré al despacho, me pareció extraño ver que la caja fuerte estuviese abierta. Me acerqué ya que siempre me había llamado la atención que permaneciera cerrada todo el tiempo como si guardara allí documentos de la CIA, o las joyas de la corona británica.
No quise tocar nada, solo echar por encimita una mirada. Había varias carpetas, pero una en particular llamó mi atención. En letras grandes se podía leer un nombre como el mío, pero con otro apellido y una foto de una bebé.
_Intrigada la tomé en mis manos, abrí la carpeta, y comencé a leer, no podía comprender lo que decía, seguí pasando las hojas y detuve mi vista en un documento de tipo legal con sellos y firmas, emitido por el Centro de Adopciones de la ciudad, le otorgaba al matrimonio compuesto por Elvira Solano de Sousa y Jorge Enrique Sousa,( mis padres) la adopción de una niña de seis meses de nombre Mirian Thais Olivares, (o sea, yo), la cual fue apartada de su madre biológica Deyanira Olivares quien fue detenida y enviada al Instituto de orientación femenino, con la sentencia máxima de treinta años, por haber agredido con arma blanca la humanidad de Ignacio Joaquín Soto, falleciendo a los tres días de los sucesos.
_Fotografié los datos importantes, volví a colocar la carpeta en su lugar, y dejé todo como estaba, es decir la caja fuerte abierta.
_Necesitaba respirar, así que salí de la casa y me fui donde mi amiga Liliana, le conté todo mi hallazgo, sorprendida me abrazó fuertemente, lloré desconsoladamente en los brazos de mi amiga.
_No podía asimilar que yo era adoptada, o sea, que en estos casi dieciocho años que dentro de poco cumpliré, jamás lo hubiese imaginado.
Mis padres nunca me han dado motivos para ello, por el contrario más del amor sincero que me tienen y me demuestran cada dia no lo hay.
_No sabía que podía hacer, Liliana me dice que deje las cosas así, que haga ante mis padres como si no estuviese enterada de su "secreto,,"
_ Es que como dice el refrán:
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_He decido, y muy a pesar del dolor que siento, que no les diré nada, por ahora, tengo que averiguar bien qué fue lo que realmente pasó .
_No pude dormir esa noche, lloré y lloré, y sentí como mi vida ha dado un giro de trescientos sesenta grados.
_Pasaron los días, y aparentemente yo estaba bien, actuaba igual como siempre con mis padres. Pero entre Liliana y yo comenzamos un trabajo investigativo.
Primero, recolectamos las noticias de sucesos de ese año, tomando como referencia que yo tenía seis meses cuando ocurrieron los hechos, y a partir de allí, ver qué conseguimos que nos ayude.
Segundo, una vez que yo tenga la información precisa, trataré de localizar a mi madre biológica.
Sé qué será difícil, pero no imposible.
_Comenzamos por ir a un bloque editorial donde Liliana tenía un primo que era reportero deportivo, nos iba a facilitar la entrada a los archivos de prensa.
Eso fue terriblemente trabajoso, teníamos que buscar un año antes, un año después, o por el mismo año, su primo nos informó que debido a una inundación ocurrida en el sótano, se perdió mucha información de algunos archivos.
¡Ay no! eso me desilusionó, pensar que a lo mejor precisamente lo que buscamos estuviera en lo que se perdió.
Todos los días íbamos a revisar los archivos, hasta qué una vez encontramos una noticia:
<< En horas de la mañana falleció y luego de tres días de agonía, producto de una herida por arma blanca, Ignacio Joaquín Soto Rangel, hijo del Cónsul Sr Andrés Soto.>>
Al desglosar la noticia, decía que su actual pareja presuntamente ocasionó la herida al joven de veinticinco años.
En otra información de sucesos, pero con fecha posterior decía,:
_Despues de declararse culpable la mujer de veintitres años, que acabó con la vida del hijo del cónsul, le fue dictada sentencia de treinta años sin derecho a libertad condicional.
Pues claro pensé, tratándose de quién era hijo por supuesto que no tardarían en dictar sentencia.
Pero, ahora una nueva interrogante:
¿Ese hombre era mi padre biológico?
Bueno solo me queda esperar. Dentro de un mes cumplo los dieciocho, me esperaré porque tengo diligencias que hacer en que necesariamente tengo que ser mayor de edad.
_Mientras tanto la vida con mi familia continúa igual que siempre. No he dado muestra de que estoy al tanto de mis orîgenes. Al contrario he tomado la decisión de que nunca los pondré al tanto.
Llego el día de mi cumpleaños, mis padres organizaron mi fiesta que yo disfruté al máximo, y agradecida con ellos por su enorme preocupación para conmigo.
Con mi cumpleaños también llegó mi graduación de bachiller, y por consiguiente las vacaciones, eso me iba permitir hacer las diligencias que quiero sin entorpecer llamar la atención.
Pude averiguar dónde quedaba el centro de orientación donde mi madre biológica cumplía condena.
Primero que nada fuí al centro y me ofrecí como voluntaria para colaborar en todo lo que necesitaran. La idea era, que una vez dentro podría acercarme a ella.
Me aceptaron para colaborar allí. Era un lugar muy grande, pero había mucha desidia. Las privadas de libertad están clasificadas según el delito cometido, y también dependiendo de su comportamiento durante todo el tiempo de su reclusión.
_El primer día, me solicitaron colaboración en la enfermería, bueno la verdad que allí no me permitía saber nada sobre las reclusas, allí estuve por una semana entera, llegaba a la 8 de la mañana, hasta las 4 de la tarde.
Menos mal que mis padres solo sabían que yo prestaba ayuda para un hospital, por lo tanto no les extrañaba que yo saliese de casa todos los días.
_ Mi próxima colaboración sería en la dirección, ayudando a archivar documentos, aquí si sentía que tenía la oportunidad de ubicarla.
Al cuarto día, lo logré, se encontraba en el pabellón veintiuno, celda D6.
El día que tenían visitas, se reunían en el patio mayor y allí cada cual disfrutaba de un momento con sus seres queridos.
Y la vi. Era una mujer no muy alta, delgada, de cabello negro sumamente corto, se encontraba en un banco leyendo un libro, antes de acercarme, desde lejos la observé detenidamente, y no pude evitar sentir escalofríos.
¿Será cierto que la sangre llama?
Porqué creo que lo que sentí ha sido algo así, de sangre, bueno, no sé exactamente.
_Me acerqué tanto, que pude escuchar los latidos de su corazón.
Quería escuchar la voz de aquella mujer que me tuvo en su vientre..
_ Le digo:
_Hola, buenos días... ¿Cómo está?
_ Sin despegar los ojos de su lectura, me saluda.
_Siento que ésta es mi oportunidad. ¡Es hoy, o no será nunca!
_¿Esta muy interesante la lectura Deyanira?
_ Ahí si fue verdad que inmediatamente levantó la vista asombrada, y me preguntó:
¿Quién eres, y de dónde me conoces?... Casi nadie sabe mi nombre, todos me conocen como
La miré y me quedé deleintandome en esos ojos color ámbar, iguales a los mios, y de escuchar el suave tono de su voz.
De inmediato le dije que quería conversar con ella, se levantó como un resorte y me dijo que la siguiera. Una vez en la habitación que me imagino era su celda me hizo entrar. Había una cama muy estrecha, y una mesita donde había colocado objetos personales, como cremas y cepillo dental, cepillo para peinarse y otras cosas más.
_Ahí sentada junto a ella, y prácticamente sin anestesia le conté todo lo que sabía, ésta mujer qué es mi madre biológica lloró y lloró abrazada a mi.
De inmediato me pidió perdón por separarme de ella, pero que en ese momento, era lo mejor para no tener que crecer en una cárcel. Le pregunté si ese hombre habría sido el que me engendró, me dijo que no, que él simplemente la enamoraba desde mucho antes de salir embarazada de mí, y cuando yo tenía cuatro meses de nacida, el se acercó de nuevo a ella, pero había visto en su mirada una señal de peligro.
_El día que sucedieron los hechos, mientras ella se duchaba, el entró a la casa, y entonces lo sorprendió tocándose, y tocándome a mi, y de una vez como una leona furiosa, tomó un cuchillo y se abalanzó contra el, clavándole una puñalada en un costado. Lastimosamente se agravó y murió a los tres días, así que no pudo dar su testimonio de que yo actúe por proteger a mi bebita. Al no haber testigos y siendo hijo de quién era, me sentenciaron con la pena máxima.
También me dijo que mi padre biológico era albañil y falleció cuando cayo de un andamio, muriendo instantáneamente. No supo que yo venía en camino, porque ni ella lo sabía aún.
La verdad yo no dejaba de abrazarla y besar sus manos, que fuerte la conexión entre las dos. De hecho la llamé mamá, bueno, eso fue lo que terminó de descomponerla ya que lloró aún más.
Tomé la decisión de ésta misma noche conversar con mis padres adoptivos. Sé que ellos no van a cuestionar mis decisiones, al contrario sé que cuento con toda su comprensión y el apoyo que necesite .
_Así que esta misma noche me senté con ellos en el salón y les conté todo, absolutamente todo, fue un momento muy duro, donde lloramos hasta más no poder. Ya más calmados, seguimos hablando y se quedaron asombrados de mi fortaleza al saber de mí adopción, y de mi audacia para poder reencontrarme con mi madre biológica.
_Estuvieron totalmente de acuerdo en que compartiera mi cariño, mi amor con ella, de hecho mi padre se puso en contacto con los mejores abogados a ver si se podía lograr rebajar la pena, tomando en cuenta que el cónsul quién era el que la acusaba ni siquiera estaba vivo.
_Al día siguiente comenzaron las diligencias con los abogados, ellos afirmaban que podía ser fácil ya que ella había tenido una conducta intachable aparte que había estudiado y se había superado muchísimo y eso le ayudaba a la hora que revisen su caso
_El tiempo fue pasando y yo seguía visitando a mi madre con Liliana, y también mis padres que no me gustaba decirles adoptivos, sino simplemente mis padres.
Ahora mi madre si tenia calor de familia
_Asi fue pasando el tiempo, los abogados lograron conseguir rebajar los años que le restaba a tres años.
Esos tres años transcurrieron rapidísimo de hecho se logró su plena libertad.
_Hoy en día, comparto mi vida con mis padres que amo muchísimo, y con mi mamá, a quién trato de hacer feliz, y compensar un poco lo que la vida le quitó, al actuar como toda una buena madre y defendiendo como una leona a su bebé, y librando al mundo de plagas como esa, que no debieron haber nacido.
Y yo, orgullosa gritó al mundo que soy:
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