"—¿Hasta cuándo vas a dejar que te toquen así?— Minho pregunto con molestia.
—Siempre tomo mi distancia, tú lo has visto.— Han soltó un leve suspiro . —Tu te quejas demasiado, y tú eres uno de los primeros que toca a los demás.
Ambos se miraron unos cortos instantes, sabían perfectamente que los tocamientos jamás se irían, ya que eran parte de su día a día.
—Han...— Minho lo llamo.
—¿Qué?— Contesto el mencionado.
—Debemos parar ya.— Minho mustio con cierta molestia.
—Sabes que no podemos.— Han se encogió levemente de hombros. —Vivimos de ese modo, lo sabes.
—Me molesta.— Minho susurro con molestia, mientras miraba a su derecha.
Aunque ambos sabían que eso no acabaría pronto, tenían que ser fuertes y aguantar. A nadie le gustaría que se revelará lo evidente.
—Minho, tu tocas los traseros de todos.— Han sacudió su mano derecha, tratando de restarle importancia. —¿Crees que a mí no me molesta?.
Han sabía a la perfección que su compañero era celoso, aunque no fueran nada tenían un estrecho lazo que todo mundo podía ver desde lejos.
Minho entendía que no podía tocar más allá a Han, por el simple hecho de que eran hombres para nada homosexuales. Aunque se lo planteará miles de veces debía dejar de lado todo sentimiento de atracción.
Pero, ¿Cómo hacerlo?. Si en el fondo ambos se gustaban.
Separar los sentimientos no era algo fácil, convivían todo el tiempo eh incluso dormían juntos, abrazarse por las noches era lo único que los mantenía a salvo de no caer en la locura.
—El tiempo es un cruel enemigo.— Comento Han, mientras se levantaba de su asiento.
—Lo se.— Minho no tenía de otra y muy en el fondo se lamentaba no poder darle lo que Han se merecía.
Porque si, querían estar juntos de todas las maneras posibles, pero no sé podía. Tener la vida de un idol no era para nada fácil, tener compañeros en la misma situación causaba tristeza.
—Es hora de irnos.— Han miro a Minho, con una pequeña y muy triste sonrisa. —Nos están esperando.
Minho asintió dándose por vencido. Toda esa situación no se podría cambiar y ambos estaban más que tristes por eso.
Se levantó también de aquel asiento, para seguir a Han. Pronto tendrían una presentación y tenían que estar al cien. Aunque su situación no fuera muy buena, siempre tenían que salir con una sonrisa.
—Han...— Minho le llamo.
El nombrado paro sus pasos para poder voltear, su mayor se veía mal y aunque no le gustará no podía ayudarlo como realmente quisiera. Así que lo miro esperando, a qué hablara.
Minho se acerco a Han con lentitud, con cada paso más se daba cuenta que debían estar bien y respetar las circunstancias actuales. Así fueran otras personas en el escenario, ellos en secreto sabían lo que realmente eran.
Al estar frente a Han, Minho sonrió un poco, levantó sus manos y las coloco en las mejillas ajenas, notando así el calor que desprendían. Se acercó mas y al final colocó un suave y tierno beso en la frente de Han.
Quería que supiera lo mucho que lo adoraba, intentando transmitir eso que no podía decirle libremente.
Han cerró los ojos mientras disfrutaba de ese leve contacto, sabía que Minho era de pocas palabras, aún así lo queria mucho.
Desde que se conocieron existió ese algo inexplicable, ambos sintieron esa pequeña chispa que hasta el día de hoy, no se a apagado con nada.
Por más de que fueran diferentes con los demás, siempre iban a regresar a dónde se sentían mejor.
Para Han, era su protección y calidez.
Mientras que para Minho, era su hogar y tranquilidad."
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