Es una de las desdichas favoritas de las telenovelas. Ese momento en el que el cura pronuncia las palabras infames “que hable ahora o calle para siempre” y un amante ofuscado irrumpe por la puerta principal, salta al pasillo central entre los bancos de madera oscura y grita ante los rostros de sorpresa de los invitados:
—“¡Yo objeto!”.
Es el ex novio de Ciara, que en estos momentos se está casando con un hombre 10 años mayor que ella forzada por sus padres.
Seguro que se te ha pasado por la cabeza soltar algo así durante una ceremonia. Por sana curiosidad. Para ver si pasa como en las telenovelas, en las que utilizan este giro narrativo para retrasar la boda 400 episodios más tarde. Desengáñate, lo harías, siempre y cuando luego pudieses rebobinar los minutos posteriores de drama y desconcierto; tampoco es plan de arruinarle a alguien el día más feliz de su vida. Sin embargo, tenemos malas noticias.
Al novio de Ciara, que se llama Álvaro fue tomado de los brazos por varios hombres que se acercaron inmediatamente y lo sacaron de arrastra arrojándolo fuera de la iglesia y las grandes puertas se cerraron y Álvaro solo golpeaba hasta el cansancio.
Ante semejante impresión inesperada. “Se hizo el silencio. El silencio absoluto”, pero también las murmuraciones se hicieron presentes en todo el templo. Sin embargo, hay reacciones e historias mucho más jugosas. Uno de ellos vio como su primo se levantó, y en cuanto comenzó a hablar, su tío desde el otro lado de la iglesia le gritó
—“Cállate la boca, Bruno”. Los invitados rompieron a reír, y Bruno cabizbajo, se sentó. No volvió a abrir la boca.
Nadie podía creer lo que acababa de suceder. Así que, sin saber muy bien qué hacer, el cura simplemente respondió:
—“ok” y continuó la ceremonia como estaba planeado”. “
No puedo ni imaginar cómo se deberían haber sentido los novios en ese momento.
Como era de esperar, no podían faltar las anécdotas relacionadas con el alcohol.
Uno de los invitados llegó unas horas antes de que empezase la ceremonia, así que fue a un bar cercano y tomó unas cuantas bebidas. El hombre en cuestión gritó:
—'No lo hagas, es un cabrón'. Se sucedieron los cuchicheos típicos de la multitud y luego se hizo el silencio mientras le escoltaban por la puerta.
Y resultó ser un amigo de la infancia de la novia, Daniel, que borracho perdido, intentó levantarse y confesar su amor por ella.
El padre de la novia, en un arrebato, le cogió de la oreja para llevárselo del sitio con tanta fuerza que... Digamos que no terminó bien.
Nuevamente y por tercera vez el sermón del cura fue interrumpido por unos niños, levantaron la mano con mucha educación. Acto seguido mi padre le preguntó por qué, y él respondió:
—'Porque quiero que antes me prometas que me llevarás a pescar cuando yo quiera', y todos los presentes soltaron a reír de las ocurrencias de los chicos.
El cura terminó de esposar a los novios, Ciara y Eduardo ahora son marido y mujer.
Y sin duda está fue el peor momento de la ceremonia fue cuando tras las palabras del cura la novia en el altar no lo pensó dos veces:
—“Sí, me gustaría decir algo”. Se volvió hacia sus invitados y dijo:
—“Me gustaría darle las gracias a mi dama de honor por haberse acostado con mi prometido anoche”. Dicho esto, tiró su ramo y salió disparada por la puerta.
Sin esperar a Eduardo que quedó con cara de póker al ser descubierto por Ciara y en dejarlo en evidencia de su traición a horas de casarse.
Pero esta historia no se acaba aquí, pues en la fiesta de recepción hubo de todo.
Estaban presentes la ex esposa y la ex amante de Eduardo que se insultaban y se agarrón de los cabellos.
Las consuegras se emborracharon y los consuegros se quedaron dormidos.
Mientras que las damas de honor se perdieron de las fiestas a darse un rapidín con los mesoneros y con otros invitados de las fiestas sobre todo con los amigos ya casados de Eduardo.
También se reveló la suma millonaria del matrimonio arreglado.
En la luna de miel, Ciara y Eduardo no pudieron consumar el matrimonio porque la novia se emborrachó y el novio se la pasó toda la noche en el baño con mal de estómago.
🔸Cinco años después...
—"Que hable ahora o calle para siempre" dice el el ex cura ahora que es el juez que tiene el último veredicto en el divorcio de Ciara y Eduardo.
Se reputará la misma historia cuando se casaron.🤔
Fin