Iba caminando en el palacio de su majestad, mientras olía las rosas de repente escuche una voz..
- ¿Quién está ahí?
Esa voz la reconocí en un instante.. Era su majestad, me preguntaba el porqué estaba despierto a estas horas de la noche..
-No te importa, ¿Pero qué estas haciendo aquí?
Solo caminaba, majestad.
El silencio incómodo empezó.. Pero no podía perder estar oportunidad su majestad esta aquí, así que es hora de demostrarle que no soy igual a los demás.. Agarre la flor mas bella y se la puse en el cabello, se sonrojó, era la primera vez que lo veía así.
-Q-Que estas haciendo?
Pienso que se ve lindo, sonríe.
-De ninguna manera..
Se ve tan tierno su majestad. Pero enserio no entendía el porqué salió solo a estas horas de la noche, entre más lo miraba más quería hacerlo mío.. Así que lo lleve a un lugar tranquilo donde los dos podemos estar solos.
-Dónde me llevas?
Sólo sígueme, confía en mí.
Caminamos y caminanos hasta que llegamos a un hermoso jardín.
¿Ves? Es mucho mejor verlo desde aquí.
-Cierto. Como se entero de este lugar.
Mientras daba el paseo me lo encontré.
-Que hermoso... Esta la luna..
Tal vez esta sea mi oportunidad. Me incline a besarlo, empecé a lamer su labio, pero porque no abre la boca..
-Q-Que haces?
Se alejó de mi, porque esa reacción. ¿No te gustó su majestad?
-.... No sólo me sorprendió porque yo nunca..
No podía creerlo, su majestad nunca a besado. Era mi oportunidad de enseñarle. Me acerque a él y le pedí que abriera la boca y sacara la lengua, abrí mis ojos para ver su reacción estaba completamente nervioso.
Lo empecé a lamer más y más, mientras lo abrazaba, nos soltamos pues le faltaba respiración, él seguía con los ojos cerrados.. Su majestad?
-Ya acabamos?
Jajaja si, puede abrir los ojos.
Me miró a los ojos y empezó a besarme apasionadamente, lamer mi lengua, no era tan bueno pero me hacía sentir más y más caliente.
Hasta que me tiro al pasto, empezó a quitarme la ropa, con la luz de la luna hacia mi cuerpo desnudo, me susurro al oído.
-Eres hermoso, quiero comerte..
Me abrió las piernas y metió su p*ne en mi una y otra vez, rápido, rápido, mis gemidos se descontrolaron, lo sacaba y luego lo metía. La sensación que sentía era placer quería más, más.
Pero su majestad estaba cansado, fallo en el s*xo pero esto era el comienzo.
No estaba satisfecho, me subí encima de él, acomode su p*ne en mi hoyo y me deje caer, se metió a lo más profundo de mi, el gimió.
-AHH, por favor.
No te gusta..
Pero no podía parar mi cuerpo buscaba desesperado su p*ne.
Todos los días sueño con esto pues era la primera vez que alguien me hacía sentir así..