Hace casi 9 años que lo conocí.
Era un chico alto, delgado, moreno, unos ojos color café, que mostraban orgullo y altanería, pero también una tristeza infinita.
Su hermana era mi amiga, y tenía un 80% posibilidad de verlo cada que iba a visitarla.
Sin darme cuenta, esa mirada, pronto me hizo perderme en mis pensamientos.
Quería saber que pasaba por su mente, quería ser parte de sus pensamientos, así que mis visitas se hicieron más constantes, mis oportunidades de verlo crecieron de igual modo y después de no dirigirme la palabra, ya me saludaba de vez en cuando.
Yo, era feliz, solo saber que ya formaba parte de sus saludos y que ya no me ignoraba, me hacía sentir tan extasiada.
Un día, mientras ayudaba a mi amiga con sus deberes, lo moje, creí que se molestaría y que tal vez, me pediría que me fuera, pero lo que pasó me dejó en estado de shock, siendo un caradura delante de todos y sin mostrar ningún expresión, ese día, siguió mi juego, nos mojamos como chiquillos que se conocen de años y se mojan cómo si nada.
Me hizo feliz, muy feliz, tanto que quería abrazarlo y besarlo y decirle lo feliz que me había hecho, incluso él, estaba sonriendo, cosa que no veía muy seguido. Mis lágrimas cayeron, solo que el no se dió cuenta, pues estábamos empapados de cabeza a pies.
En ese momento era tan feliz.
Empezó a estornudar y se fue a cambiar, yo solo ví cuando el se metió a su cuarto, mi corazón no pudo soportar esa escena y me fui de ahí.
Como estaba tan mojada y mi amiga no se había dado cuenta, al menos eso creía, le envié un mensaje donde decía que me iba a casa y salí de su casa como si hubiera cometido algún pecado.
El me me siguió sin darme cuenta y antes de dar vuelta en la calle, me jalo del brazo y me dijo que el me llevaba, yo solo asentí y al siguiente segundo ya tenía puesta su chamarra sobre mis hombros, inmediatamente el frío que sentía se me quitó.
Quería que el tiempo se detuviera y poder estar más así con el, pero no fue así.
Los días pasaron y llegó su cumpleaños 14/04 fui invitada tanto por su hermana y por el, ese día no se sentía bien así que pasamos un rato después de comer en el sofá, el se había recargado en mi hasta quedarse dormido, mi corazón latía tan descontrolado que creí que todos lo escuchaban.
Quince días después, se me declaro, me dió un beso tierno, pero ardiente, yo era la.mujer más feliz del mundo, pero no estaba tan consciente de ello.
El 05/05 mientras todos disfrutaban del baile tan esperado por todos, nosotros nos entregamos en cuerpo y alma, nos convertimos en uno y supe que era mi alma gemela.
Cada parte que el tocaba, dejaba un deseo ardiente por querer más, una necesidad de tenerlo y no soltarlo, de que no solo fuera de el, si no, también mío, reclamar cada parte de el y juntos llegar al climax.
Después de esa noche, me di cuenta que el, era todo para mí, que no podría vivir sin él y que lo amaría con todo mi ser.
Pero la vida a veces es cruel, siete años después de conocernos, falleció, dejándome con una promesa que cumplir y un dolor tan grande como el mismo océano.
El tiempo que estuve con él, fue relativamente poco, hay tantas cosas que quisiera decirle y muchas más que quisiera mostrarle.
Siempre será, mi alma gemela y el amor de mi vida.