Siempre me han gustado las flores.
¿Debería estar avergonzada por ello?
El día en que los cerdos vuelen, el mar esté seco y haya conejos en la luna tendrá sentido sentirme así por algo tan trivial.
Lo menciono porque me encontré con personas que intentaron hacerme sentir así, casi lo logran. Menos mal que recuperé el sentido.
No me gusta maquillarme, pero me gusta mirar a las personas que se maquillan profesionalmente.
Hay un cierto encanto en la forma en que observan cada detalle y cambian la perspectiva de uno. Como un truco de magia.
Los vestido son graciosos, me encantaron de niña y aún los aprecio. Ya sin esa vitalidad para intentar que parezca una flor, o de verme súper elegante. Una vez al año es cómodo.
Soy consciente de que este día es para conmemorar los problemas que pasaron las mujeres en el mundo a través del tiempo. La discriminación y el menosprecio hecho, no sólo por varones, sino que más por las mujeres mismas.
Hay que recordar que muchas de ellas hicieron grandes descubrimientos en el campo de la ciencia, pero por ser mujeres se les negó la posibilidad de ser reconocidas como tal.
O que aún en la actualidad, estando más avanzados y menos ciegos, existen idiotas que aún piensan que tenían razón al menospreciar a otra persona por su género.
Cada año parece que se dejan llevar más por la ilusión de que es exagerado.
Felicidades, no olviden. Los que olvidan cometerán los mismos errores una y otra vez.