¿Aᴍᴀɴᴛᴇ﹖
Alex no podía creer lo que veía, después de diez años juntos teniendo un matrimonio excepcional con una hermosa familia ¿así es como le pagaba su esposo?
Alex había querido sorprender a su esposo llevándole una cena aunque quien la recibió fue Alex quien al llegar a la oficina de su esposo no lo encontró ahí. En su calendario estaba anotado un restaurante y pensando que tenía una reunión en ese lugar fue ahí encontrando a su esposo Luke besando a un chico Omega más joven que sin duda era el significado de belleza en toda la extensión de la palabra pues era un joven pálido con un hermoso cabello rubio y ojos grises.
Alex en su juventud había sido muy hermoso pero después de tener a su hijo por supuesto que se descuidó, su hermoso cabello negro ya estaba opaco y con orzuela, sus caderas se ancharon al dar a luz, se había lastimado la vista y ahora usaba lentes los cuales ocultaban el hermoso color verde de estos además ya no cuidaba de su imagen personal como antes, no usaba ropa linda solo cosas cómodas para poder cuidar de su pequeño y para no ensuciar nada al limpiar toda la casa.
Había abandonado su sueño, sus estudios, todo por apostarlo al amor con su esposo pero ahora parecía que había cometido un gran error al abandonarse a si mismo.
Después de haber visto esa escena tomó un taxi llegando lo más rápido que pudo a su casa, llevaba en brazos a su bebé y necesitaba evitar que se despertara y viera a su padre en ese lugar.
.
.
.
Había pasado una semana desde que había descubierto la infidelidad de su pareja, aunque quería enfrentarlo su mente solo podía pensar en una cosa, su bebé; Luke no descuidaba a su hijo, siempre jugaba con su pequeño, le llevaba dinero para mantener la casa, le compraba juguetes a su nene aunque su relación entre ellos ya no era lo mismo y ya ni siquiera le daba un beso con amor lo que más le preocupaba era su hijo…
Alex había crecido escuchando a sus padres discutir hasta que se divorciaron, nunca quizo algo así para su bebé, le encantaba esa sonrisa que siempre mostraba pero ahora Alex ya no podía encontrar la felicidad.
“Cambia esa cara ¿que es lo que te sucede?” Luke gruñía molesto al ver el rostro de Alex todo ojeroso y serio.
“Lo siento, tuve un mal sueño pero si tienes razón..” Alex se forzó a sonreír a su esposo.
Alex tenía mucho que procesar pero ese no era el menor momento, habían sido invitados por sus amigos a una fiesta muy importante para presentar ciertas obras de arte, siempre habían sido la pareja perfecta pero al saber la verdad ya no se sentía con ánimos.
“Anda dime amor, últimamente estás muy distante” A Luke le parecía un poco extraño la actitud de su esposo.
“No es nada tranquilo”
Cuando estaban en medio de la conversación una sorpresa inesperada llegó, Ariel el actual amante de Luke llegó al evento y se acercaba hasta él para abrazarlo.
“¡Luke! Que bueno verte aquí” el joven de gran belleza y sonrisa divina saludo dulcemente al contrario.
“¿Qué haces aquí?” Luke miro al menor con cierto nervio y molestia.
Alex estaba serio, no podía creer que ese chico estaba ahí y tenía el descaro de presentarse frente a ellos, quizá ni siquiera sabía que Luke estaba casado.
“Hay discúlpame… que maleducado, soy Ariel ¿y vos?”
El suave acento argentino del joven le dio más pistas a Alex, ahora entendía porque había viajado tanto a argentina, Alex miro con seriedad a ambos quería decirles algo en ese momento pero solo quería retirarse del lugar yendo a esconderse a alguna parte.
“Un placer soy Alex, disculpen tengo que hablar con unas personas pero bienvenido y diviértete” Alex fingió no saber nada y se alejó de ambos.
“Hay que lindo ¿quien era amor? ¿Tu amigo?”
“Si algo así, es un conocido de hecho” Luke no se sentía cómodo en ese momento, por alguna razón la actitud de su esposo le pareció sospechosa pero si Alex supiera la verdad le habría dicho algo.
“¿Y qué haces tú aquí Ariel?”
“Hay no me iba a perder este evento y quería verte”
“Este no es el lugar”
“Pero…”
Luke en vez de buscar a su esposo se fue con Ariel dejando solo a Alex en la fiesta. Luke llevó a Ariel a la salida para que volviera al hotel pero cuando regresó al salón vio a su esposo hablando y riéndose animado con otro hombre y no cualquiera, su mayor enemigo desde la secundaria.
Unos momentos antes
Alex al ver que Luke salía con ese chico sin decirle nada decidió irse de la fiesta también pero antes de salir chocó contra alguien que ya conocía muy bien, el rival número uno de su esposo Rowan Helshan.
“Alex ¿porque la cara larga?” Aquel Alfa de porte elegante cabello negro y ojos azules le miro con una sonrisa.
“Rowan que sorpresa ¿que haces acá?”
“Vine a ver y comprar tus pinturas, es lo único de valor por aquí.”
“Que lindo pero… eso no es verdad, hay muchos artistas estupendos por aquí”
“Para mi los tuyos son los mejores… no se porque dejaste tus estudios, pudiste haber sido un gran pintor conocido en todo el mundo”
Alex se sonrojo un poco riendo por los elogios del contrario, se acomodó un mechón de su cabello.
“Bueno quizá vuelva a pintar ahora que estoy más libre”
“¿En serio? Me encantaría ver tu nuevo trabajo”
Alex no se había reído en toda la semana pero gracias a Rowan había podido divertirse un poco y relajarse.
Luke miro furioso esa escena, se acercó a ellos especialmente a su esposo para rodear su cadera y acercarlo a su cuerpo.
“Rowan ¿qué haces con mí esposo?”
“Hablando ¿que más Luke?” Rowan miró al contrario con una ceja levantada.
“Aléjate de mi esposo”
Con eso dicho Luke se llevó a Alex al auto para volver a la casa con su bebé que estaba siendo cuidado por la niñera.
En todo el camino Luke estuvo recriminándole que estaba sonriéndole a su enemigo e insinuándole que si lo estaba engañando con Rowan.
Alex lo ignoró en todo momento tenía un gran dolor de cabeza así como en el corazón, ni bien llegaron a la casa Alex salió del auto sin decir nada entrando a la casa para ir directamente a ver a su bebé. Luke lo seguía de cerca porque no le gustaba ser ignorado pero le preocupaba esa actitud distante cada vez más.
Al estar solos en su habitación ambos se cambiaron para dormir, por primera vez Alex se sintió muy incómodo al compartir la cama con su esposo, recordaba el cuerpo delicado del amante de su esposo y se sentía más inseguro, ya no se sentía atractivo ni mucho menos deseable.
Luke se recostó primero en la cama, cuando apagaron las luces el trato de acercarse a Alex para abrazarlo pero él lo rechazó, con solo ese abrazó Alex se sentía asqueado, no quería contacto con él ni intimidad ni una relación como antes.
“Dios estás insoportable… ya ni te puedo tocar”
“Estoy muy cansado, lo siento”
“Tu siempre estás cansado Alex”
… 𝑬𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒔𝒆 𝒅𝒆𝒔𝒈𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒍 𝒕𝒊𝒆𝒎𝒑𝒐 …
Dɪsᴛᴀɴᴄɪᴀ
Alex estaba en una encrucijada, por una parte estaba su dolor como pareja y por el otro lado su rol de padre con su hijo. Lo único roto en su hogar era la confianza y la relación entre ellos.
Cuando Luke partió al trabajo se quedó en casa con su pequeño Alek, le preguntó qué es lo que pensaría si su papá y él ya no vivieran mas juntos, por supuesto su pequeño se mostró triste y no le gustó la idea.
Sin saber que hacer le pidió un consejo todos sus amigos y amigas, por supuesto que todos le recomendaron que se divorciara no podía perdonar una infidelidad pero ellos no habían vivido en un ambiente roto y lo horrible que había sido para él cuando sus padres se divorciaron y no podían ni verse en pintura.
Cada día que pasaba Alex se alejaba más de Luke y el harto de llegar a casa y ser ignorado cada vez pasaba menos tiempo en su casa, no entendía la actitud de su esposo así que decidía pasarlo mejor con Ariel.
Alex se asfixiaba en la casa por eso llevaba a su hijo al parque, en uno de sus paseos se encontró con Rowan, una casualidad hermosa porque Alex por fin pudo reír un poco y olvidarse de lo que estaba pasando en su vida.
Entrando en confianza Alex le contó a Rowan lo que estaba pasando con Luke, en ese momento Rowan se encendió por el coraje pero se calmó porque Alex necesitaba mucho apoyo en ese asunto, aunque quería decirle que se divorciara también entendía su papel como padre y que veía por el bienestar de su pequeño Alek.
Hablando juntos Alex pudo sentirse libre de un peso muy grande, le gustaba que alguien le escuchara, no sentirse solo y le ayudó a ver muchas cosas diferentes, volvió a pintar en sus tiempos libres aunque la felicidad le duro muy poco.
En una cita Luke y Ariel se encontraron a Alex con Rowan y SU bebé Alek los tres juntos jugando en un parque de diversiones como si fueran una gran familia feliz…
Luke se dio cuenta que el había empujado a Alex lejos al no estar en casa, se preguntó qué es lo que estaba haciendo con Ariel cuando tenía a Alex como esposo. Ver a quien fue su compañero y confidente durante muchos años con otro hombre riendo y divirtiéndose no le gustó para nada, por eso ese mismo día llegó a casa para recuperar lo que era suyo.
… 𝑳𝒂 𝒅𝒊𝒔𝒕𝒂𝒏𝒄𝒊𝒂 𝒂𝒚𝒖𝒅𝒂 𝒂 𝒂𝒄𝒍𝒂𝒓𝒂𝒓 𝒍𝒂 𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆…
Uɴ ᴇʀʀᴏʀ
Luke llegó a su casa para enfrentar a su esposo, le mostró las fotos de ellos en el parque, estaba listo para recriminarle su infidelidad cuando Alex sacó unas fotos y las extendió en la mesa donde estaba el y Ariel.
La cara de Luke se distorsionó en sorpresa y nervios, Alex ya lo sabía todo; trato de hablar o decir algo para arreglar su situación, se sentía tan hipócrita reclamándole algo que él mismo estaba haciendo pero le molestaba demasiado verlo con otro, compartiendo su sonrisa a otra persona que no fuera el.
Luke trato de decirle que Ariel no significaba nada para el, que había sido solo un error pasajero, le juro que él y Alek eran lo más importante en su vida.
Alex no era tonto pero hablando con Rowan pudo aclarar su mente, ver el mundo diferente a cómo siempre lo había hecho. Con un largo suspiro Alex se levantó y fue a por su bebé para comer juntos.
Luke no tenía el control de su vida pero en ese momento cuando Alex lo miro directo a sus ojos y no vio ni una pizca de ese amor con el que antes lo miraba algo dentro de Luke se rompió.
Ariel no paraba de llamar a Luke como un verdadero acosador, le lleno la bandeja con 150 mensajes, el correo con 200 mails y le saturó la contestadora con 300 llamadas. Luke no podía verlo en primera porque su corazón estaba intranquilo al no ver el brillo con el que siempre Alex lo miraba, ya no le regalaba una sonrisa ni siquiera lo miraba.
En ese momento se empezó a preguntar si él había hecho eso desde que empezó a salir con Alex, antes sólo tenía ojos para su esposo pero al verlo siempre tan cansado, ojeroso, sin arreglarse a pesar de lo bello que era perdió el interés o quizá había sido la pasión de estar con él aunque en ese momento todos sus buenos recuerdos con Alex no paraban de invadir su mente y se encargaban de torturar su mente recordándole como Alex había renunciado a su sueño por él, cuando se peleó con sus padres porque no aceptaban a un chico pobre sin ambiciones para estar con su hijo y Alex huyó con él a pesar de no tener nada cuando se escaparon.
El problema de su vista había sido a causa de él también, por tomar muchos trabajos mientras él terminaba la escuela y una carrera con la cual poder mantenerlos Alex se encargaba del hogar y trabajaba en diferentes cosas hasta que sus ojos comenzaron a fallarle.
Después de que terminó su escuela y consiguió un puesto en una increíble empresa muy reconocida la vida les había dado una sorpresa aún mejor, la llegada de su pequeño Alek pero con eso los sueños de Alex por estudiar se retrasaron aún más porque no podía trabajar y estudiar embarazo, al principio pudo hacerlo pero su cuerpo estaba delicado así que tomó una decisión tener al bebé pero abandonar una vez más su sueño.
Criar un bebé no había sido tarea fácil, Alex era un padre muy dedicado pero de ser el Omega más hermoso pasó a ser el más descuidado en su imagen, con los días se vestía cada vez más distinto a cómo antes lo hacía, no podía usar joyas porque Alek se las arrancaba o se las quería meter a la boca.
Alex parecía estar feliz con ropa cómoda aunque Luke extrañaba al elegante omega del que se había enamorado…
Recordando toda la historia de amor que pasaron juntos se arrepintió de haber traicionado sus votos matrimoniales, sentía una dolorosa punzada en el corazón al darse cuenta de su enorme error… del gran error de perder a la única persona que amaba más en el mundo…
… 𝑼𝒏 𝒆𝒓𝒓𝒐𝒓 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆 𝒅𝒆𝒔𝒕𝒓𝒖𝒊𝒓 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒎𝒂́𝒔 𝒂𝒎𝒂𝒎𝒐𝒔 …
Pᴏʀ sᴜ sᴏɴʀɪsᴀ
Los meses pasaron como agua entre sus dedos, el cumpleaños de Alek estaba a la vuelta de la esquina pero aún había algo que resolver. Aunque no le gustaba aceptar que su relación con Luke ya estaba fracturada y nunca más podría volver a ser lo mismo había algo más importante para él.
Con los días dejó que Luke volviera a acercarse a él, dejó de alejarlo y volvieron a hablar como si no hubiera pasado nada, juntos organizaron el cumpleaños de su pequeño, salían a comer juntos en familia, Alex pintaba pero sus encuentros furtivos con Rowan se habían terminado ya.
Luke había cambiado su número de teléfono aunque quería hablar con Ariel creía que era mejor desaparecer de la vida del chico, su esposo parecía haberle perdonado aunque aún no hablaban al respecto por ende no quería arruinar las cosas.
Sin embargo, Ariel se presentó a su oficina con los ojos ojerosos y rojos por las lágrimas, el chico no entendía porque ya no le respondía el teléfono, a donde se había ido su cariñoso novio que le bajo la Luna y las estrellas. Luke no tuvo más opción que decirle la verdad, le contó que estaba casado y que tenía un pequeño de casi 6 años así que no quería volver a verlo nunca más.
Ariel solo escucho la palabra esposo y ya estaba devastado, aunque no estaba molesto con Luke sino con ese dichoso “esposo” que le había robado a Luke, ciego por la rabia se fue por ese día o eso pensó Luke sin saber que Ariel lo siguió hasta saber donde vivía.
Al día siguiente cuando Luke salió para el trabajo Ariel llegó a la casa donde Luke y Alex vivían, el inmaduro Ariel tocó la puerta con desespero hasta que Alex la abrió.
“Que hipócrita eres… sabias que Luke estaba conmigo y no dijiste nada en esa fiesta” Ariel le reclamó con el odio reflejado en sus ojos.
“¿Te parece que yo soy a quien debes reclamarle? Tú te metiste con mi esposo y yo no te reclame nada”
Ariel calló toda respuesta en su garganta, no podía negarle eso pero la actitud sumisa del contrario no le gustaba para nada, descargó su furia contra él por existir en la vida de Luke y le dio una fuerte bofetada.
Alex con cierto asombro y dolor en su rostro así como en su interior le regresó el golpe con mayor fuerza. Ariel iba a devolverle el golpe cuando aquella voz infantil se escuchó.
Alek llegó corriendo hacia Alex para preguntarle que había sido ese fuerte sonido. El pequeño tenía ese hermoso color dorado igual al de Luke pero en vez de sus ojos azules tenía los ojos verde justo como los de Alex.
Con el coraje aún atravesado en el corazón Ariel se fue a su auto y no tardó en tomar un vuelo de vuelta a argentina, Luke se relajó al saber que Ariel había entendido por fin el mensaje sin tener idea que había ido a su casa.
Cuando Luke volvió a su hogar esa tarde Alex lo confrontó y le pidió que mantuviera a su amante lejos de él y de su hogar. Luke estaba sorprendido al ver el golpe en su rostro, trato de decirle que él no tenía nada que ver, que ni siquiera sabía que había ido a su hogar pero Alex no le creía nada…
Las siguientes semanas eran insoportables, Alex estaba furioso por todo, Luke no se quedaba atrás, por cualquier cosa se encontraban fallas y las peleas entre ellos habían incrementado a medida que pasaba el tiempo.
La fiesta de Alek llegó pero el pequeño no estaba feliz, había visto a sus padres peleas casi toda una semana, en vez de sentirse feliz solo quería ver a sus papás sonreír de nuevo y llevarse bien.
Alex notó que su hijo estaba apagado, con los ojos rojos de que había llorado y eso le preocupó así que ese día le pidió a Luke llevarse bien por su pequeño, Alek al verlos llevarse bien comenzó a animarse y por supuesto disfruto del resto de su fiesta de cumpleaños.
Cuando llegó el momento de pedir su deseo de cumpleaños les había pedido a sus padres que estuvieran junto a él. La velada llegó a su fin pero sin los invitados Alex y Luke volvieron a pelear por su hijo, le adjudicaban la culpa al otro hasta que el llanto de su hijo los detuvo, estaba aún más triste que antes de la fiesta.
Ambos lo llevaron a la habitación para arroparlo hasta que de calmo, cuando por fin dejó de llorar Alex le preguntó porque estaba tan triste.
“Vamos bebé… sabes que puedes contarme lo que sea”
“Mi deseo… no se cumplió” respondía el pequeño con unas pequeñas lágrimas aún bajando por sus mejillas.
“¿Que pediste pequeño?”
“….”
“Vamos cuéntanos Alek” el tono suave y amoroso de Alex le hizo mirarlos y responder.
“Que ustedes…volvieran a quererse como antes…”
Las palabras de Alek hicieron que Alex recordara su propia infancia, la tortura que era ver a sus padres odiándose y pelando frente a él sin parar.
Sin darse cuenta estaba repitiendo los mismos pasos que sus padres, aunque había tratado de evitarle ese dolor a su pequeño había dejado que su enojo, su dolor y celos ganara y dejara de lado lo importante.
Cuando Alek se quedó dormido después de una canción Alex habló con Luke, sabía que el amor ya se había perdido hacía mucho tiempo atrás pero le propuso llevarse bien, olvidar el pasado y volver a cómo eran antes de la traición, lo único que importaba era su hijo y nada más.
Luke aceptó pero quería una oportunidad para reconquistarlo, Alex no le dijo que no pero le fue honesto y veía muy difícil que volviera a confiar en él de eso no había duda.
Por la sonrisa de su hijo ambos limaron sus asperezas y volvieron a su vieja rutina.
Alex por supuesto que siempre tenía presente la infidelidad de Luke pero había tomado una decisión, sepultó sus sentimientos una vez más para proteger la sonrisa de su pequeño Alek… solo por esa sonrisa que deslumbraba el mundo de Alex…
.
.
.
Quizá no fue la mejor decisión, o la más sana para el corazón de Alex, pero perdonar no es un pecado, proteger a quien más ama fue su motor para seguir con su esposo, dejar que Alek creciera en un ambiente familia sin peleas y con sus padres juntos era lo más importante para Alex… ni más ni menos …
…𝑷𝒐𝒓 𝒔𝒖 𝒔𝒐𝒏𝒓𝒊𝒔𝒂 𝒖𝒏𝒐 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒓 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒆𝒂…