Pase por la misma experiencia, no escogí perdonar.
Cuando descubrí que mi exesposo me había engañado, lo primero que hice fue intentar solucionarlo. Luego de una insatisfactoria discusión, decidimos divorciarnos después de concordar que era un matrimonio sin sentido. Ya han pasado 3 años desde el divorcio. Durante ese tiempo, mi exesposo me propuso que volviéramos a casarnos. Me negué.
¨¿Volverías a casarte?¨-- Esta pregunta ya había pasado por mi cabeza cuando decidí divorciarme.
1.º: El mayor error que cometí durante mi casamiento fue perderme a mi misma, mientras me marginalizaba a la casa. Ya no quiero vivir de esa forma.
2.º Mis sentimientos, confianza y visión del futuro fueron destrozados, y es difícil juntar el valor para empezar de nuevo.
3.º No es posible volver a confiar el uno en el otro.
4.º Es una cuestión de principios
Entonces, el poder vivir bien no es solo un tema de actitud, sino también de capacidad. Si ambas partes tienen la capacidad y la determinación de poner su parte en la relación. Aquellos que no quieren ver su propia situación, se están engañando a sí mismos. La verdadera felicidad se basa en respecto, confianza, aprecio y cuidado mutuo.
Las personas no saben con quién pasar el resto de sus vidas, ni cuando separarse. Lo que uno tiene que hacer es levantar la vista y caminar siempre hacia adelante.