Tenía seis años cuando todo empezó. Recuerdo ser una niña muy sonriente, feliz y muy risueña, comencé a sentirme incomoda cada que uno de mis tíos maternos me abrazaba o tocaba aunque en mi pequeña mente de niña creí que eran muestras de afecto como me tocaba aunque se me hacía raro que solo él lo hacía, no le di importancia hasta que cumplí los ocho años y comenzaron hablar en mi colegio sobre violacion, abuso y agresión. Mi mente comenzaba a cuestionar las muestras de afecto de mi tío, hasta que me vi a mi misma con tan solo nueve años teniendo miedo de dormir porque el todos los días a las 7 o 8 de la mañana llegaba a mi casa para tocarme en mi partes íntimas, al despertarme intentaba no hacer ruido para que mis hermanas no escucharán, el miedo me inundaba cada día mas. Los días pasaban, cada toque era mas constante y eso comenzaba a traerme ansiedad que otros hombres me tocarán que incluso no dejaba que ni mi padre me tocará el pelo o las manos, tenía miedo que me hicieran lo mismo que el hacía él, nunca llegó a ser una violacion en sí pero sí un abuso hacia mí cuerpo con sus contaste toqueteos. A partir de mis diez años comencé con el miedo a las personas sin importar el género, le tenía miedo a todos incluyendo a mi propia familia pero todo empeoró cuando me dijo que si yo no lo dejaba tocarme que lo haría con alguna de mis hermanas y en mi mente inocente creía que ellas no sabrían defenderse a pesar que ambas ya eran mayores de edad y no le tenían miedo a nada, era tan inocente que lo deje hacerlo que incluso después me daba asco mi propio cuerpo al punto de insultarme a mi misma por dejarme.
A los 12 años le conté todo a una amiga del barrio que le contó a su abuela, la cual le contó a mi madre y mi madre primero me dio el regaño de mi vida para luego llevarme a mi abuela para hablar con mi tío (su hermano) pero él lo nego todo alegando que estaba mintiendo y le creyeron a él pero mi madre puso medidas, prohibido totalmente que él entrara a la casa cuando este sola en casa o que estén mis hermanos pequeños. Mi pesadilla terminó ahí pero comenzó otra peor, en algún otro momento la cuento. No es fácil ser mujer, porque está sociedad nos cree débiles sin saber que día a día luchamos por sobrevivir, llegar vivas a casa ¿cuando pasamos de tener miedo a los monstruos bajo la cama a tener miedo a salir a la calle? ¿Cuándo dejamos de tener miedo a las tormentas a tener miedo al grupito de la esquina? ¿Por qué ahora enseñan a las niñas a no usar ropa provocativas en vez de enseñarle a sus hijos a las niñas no se viola?