Quién pensaría que de ser el hombre más romántico pase a ser un hombre amargado, deje la carrera de medicina al no poder salvar a la mujer que amaba, me dedique a seguir con los negocios familiares, me quedé con la vicepresidencia del corporativo Montez, sí soy hijo de Alonso y Paula, mi vida perdió sentido desde que Casandra murió, ahora cada jueves al super y así comienza otra historia. Me dolió mucho la muerte de Casandra el no poder salvarla, el ver cómo murió entre mis brazos, todavía sueño con la última mirada, en la que se reflejaba el gran amor que me tenía a pesar de que ya han pasado 3 años de su muerte no logro superarlo, ese día quizá yo también pude ver muerto pero el destino me tenía preparada otra cosa, está es mi historia y no puedo cambiarla.

Camilo

Desde que Casandra regreso de viaje decidimos casarnos ella a penas tenía la mayoría de edad, fue muy complicado, pero nuestros padres nos apoyaron, los dos estudiábamos y trabajamos, teníamos un pequeño departamento, a Casandra y a mi nos gustaba vivir modestamente, apesar de que veníamos de padres millonarios no nos importaba los lujos, desde que vi por primera vez a Casandra me deslumbró éramos tan compartibles, nos apasionaban las mismas cosas, ayudar a los demás por eso escogimos la carrera de medicina, nuestro matrimonio era muy feliz, todo era perfecto pero llegó ese fatídico día teníamos que ir a visitar a su padre estábamos algo nerviosos Casandra está embarazada eso no está en nuestros planes pero así se dieron las cosas, a los dos nos impresionó mucho la noticia usábamos métodos anticonceptivos y el tener un bebé, claro yo estaba por terminar mis carrera de medicina pero ella apenas comenzaba, Casandra se empeño en conducir, y yo le permitía hacer lo que ella quería, comenzó a llover, el teléfono de Casandra comenzó a sonar ella en un acto imprudente lo contesto sin prestar atención al camino, saliendo del carril, el asfalto estaba demasiado resbaloso que no pudo controlar el auto, quise interferir pero otro auto nos aventó, chocamos contra la barra de contención, los metales nos atraparon, yo pude salir e intenté sacar a Casandra, pero note algo que partió mi alma en su pierna estaba clavada un pedazo de metal, por desgracia estaba en la principal arteria no había nada que hacer me sentí tan importante, ni ser el mejor alumno de medicina me sirvió para salvar la vida, me sentí tan miserable, la tomé entre mis brazos ella me daba una mirada llena de amor sus últimas palabras fueron te amo siempre serás el amor de mi vida, una lágrima brotó de sus ojos, vi cuando me dio su último suspiro, su mirada , sentí como su cuerpo perdió fuerza su mano cayó, yo le gritaba que no me dejará, que la necesito, ese día perdí el sentido de mi vida perdí a la mujer que amaba, y también al hijo que estábamos esperando, me sentí perdido, los ruidos de las ambulancias y las luces, perdí el conocimiento no supe que pasó conmigo cuando desperté estaba en un hospital, tenía algunas fracturas en las costillas, pensé que era un mal sueño pero no fue así, ella estaba muerta, no era una pesadilla algo se rompió en mi, desde ese día ya era alguien diferente, morí con ella, mi alma se seco, me volví un hombre frío para soportar este dolor, abandoné mi carrera de medicina, no quería ver a la gente morir siempre veía los ojos de Casandra, simplemente no podía, me enfoque en el trabajo en la empresa familiar, volví a estudiar administración todos los sueños que tenía con Casandra no pudieron seguir, mi refugio se volvió aquel pequeño departamento me aleje de familia y amistades me convertí en un ermitaño que solo trabajaba y volvía a encerrarme.

Sofía

Mi vida no es fácil, escape de mi casa no soportaba los maltratos de mi padre y la sumisión de mi mamá, tenía una vida acomodada pero mi padre era un machista de lo peor y mis hermanos también, después que termine la secundaria mi padre no me permitió seguir con mis estudios pues según él, yo debía prepararme para el matrimonio, el escogería un esposo para mí, se imaginan yo con tan solo 16 años casada ni loca, mi padre siempre esperaba casarme con alguien de más estatus, para el no era su hija sino una moneda de cambio con la cual podía escalar socialmente, no importaba si con quién me casará fuera mucho mayor que yo solo le importaba las cuentas bancarias y propiedades existentes, mi padre siempre busco la manera de quedar bien con la familia Montez, quería que yo me casará con su primogénito piden creerlo yo apenas tenía 15 y el tenía 24 y además ya estaba casado, mi papá decía que debía seducir a ese hombre por suerte el nunca asistía a eventos sociales, nadie lo conocía, era como un fantasma, pero volviendo a lo mío ya no soportaba vivir en esa casa mi padre le propinaba unas golpizas a mi madre claro nunca en zonas donde donde la gente podría ver, ya me imaginaba yo casada y recibiendo lis mismos golpes ni loca! tenía muy poco dinero ahorrado ya que mi padre me limitaba económicamente esa noche todos saldrían a una gala benéfica a beneficio de las víctimas de violencia familiar que ironía, mi padre era un victimario y ante la gente era un defensor de esa causa, si que era de doble moral, yo me quedaría tenían que reflexionar por los comentarios que hice, ese fue mi castigo claro que después de la tremenda golpiza que me propinó mi padre y como siempre mi madre defendiendo lo indefendible, yo me lo merecía no debí contestarle así a mi padre, yo no debo pensar en estudiar yo debo dedicarme a mi hogar, soy mujer esa vida me tocó según mi madre pero yo no me iba resignar, tome algunas cosas lo que cabía en una pequeña mochila tome mis ahorros, busque en las habitaciones de mis hermanos, ahí encontré un poco de dinero lo suficiente para vivir algunos meses, debía buscar empleo, baje fui al despacho de mi padre y encontré un poco de efectivo, salí por la puerta de la cocina, sabía que por ese lugar ni había cámaras de seguridad, salí por el jardín trasero, trepe un árbol y salte una pequeña barda, corrí a toda prisa, tome un taxi y fui a un barrio modesto donde podría salir desapercibida, dirán que porque no me fui a vivir a casa de una amigas pues la simple razón es que no las tenía en el colegio para señoritas donde estudié todas pensaban en buscar un marido rico y casarse, entre a una posada donde me ofrecían hospedaje y comida por un módico precio, como apenas tenía 16 años los trabajos que me ofrecieron eran de medio tiempo y la paga era poca pero lo suficiente para vivir.