Siglo XVII, era el año 1636.
Mire mi vestido manchado de su sangre, Leyla entro y me miró.
- Sabes que esto nos va costar mucho tenías que matarlo, me gritó.
- El desgraciado nos descubrió y estaba en peligro.
- Ellos jamás te van a creer
- Será mejor irnos, los soldados se acercan el los alertó antes de venir. Vez como iba a traicionarme. Le dije enojada
- Creo que tus encantos ya no funcionan. Vamonos gritó.
Corríamos rápido con los ladridos de los perros en nuestros pies. Leyla me guío a una vieja mansión, las calles eran oscuras y llenas de excremento. Era la única salida donde los perros no seguirían nuestro rastro llegamos a la mansion vieja.
Leyla me miró para que me ocultara. Ella entro a la recepción hablo con la anciana. Mientras yo entre a escondidas por la puerta trasera. Tenía unas enormes escaleras todo estaba oscuro.
Me escondí en un rincón oscuro abrazaba mis piernas, el olor a su sangre me hipnotiza. Mi cuerpo tiembla de frío, miedo, escuché los perros cerca. De pronto escuché un perro, mostraba su dentadura bajando hacia mi. Mierda me descubrieron. Utilicé mi encantó y el perro me miró manso se acercó a mi y me lamió la cara. Tenía asco. Pero necesitaba que se quedará callado.
Pronto observe a un joven parado enfrente mirándome atento. Mis lágrimas corrieron por mis mejillas sabía que era el fin de vida. El se acercó a mi se sentó en el suelo.
Era muy delgado en la mitad de su cara tenía cicatrices de quemaduras, usaba guantes que tapaban sus brazos imagino que ocultando sus quemaduras. Me ocultaba su rostro solo podía observar sus ojos grises mirándome con ternura.
Utilicé mis encantos pero creo que el ya estaba encantado.
- ¿Que haces? aquí dijo susurrando
- Me siguen los soldados. dije nerviosa
El tomo mi mano y me llevo a una recámara.
- Aquí estarás segura no te muevas.dijo mientras cerraba la puerta.
Rápido corrí al baño a quitarme la ropa sucia el olor me estaba volviendo loca. Busque en el viejo ropero y tome un camisón.
- Leyla entro en la recámara.
- Nos van ayudar, ¡enamoraste al joven feo!. Me dijo riendo
- No solo al perro
-Ok estaremos bien por un tiempo pero la anciana me puso una fecha límite tenemos que arreglar las cosas con la secta.
-¿En verdad tenías que matar al hijo del Marqués?.
- Ya te dije que nos descubrió. No iba permitir que un idiota arruinara todo. Llevo años trabajando en esto.
- Necesitas alimentarte. Es la razón por la que no funcionan tus poderes.
- Si ya se, pero jure que no lo haría. dije molesta.
Hace 50 años me enamoré de un hermoso hombre era tan perfecto, una noche me miró con asco cuando me observó tomando la vida de su criada. Se quitó la vida por qué no quería amar a un moustro. Yo perdí la cabeza en verdad lo amaba, jure que dejaría este mundo matándome de hambre. Llevo 50 años matando mi joven cuerpo. Se que pronto dejaré este mundo. Leyla se enoja conmigo se que en la comida coloca pequeñas porciones para que yo no muera.
Leyla es mi mejor amiga la amo como una hija, ella fue adoptada por mi familia yo la crie, después de que nos atacaron, la convertí a ella cuando moría, casi tenemos la misma edad, la invite a mi mundo. Es hermosa todos los hombres se mueren por ella. Pero ella los rechaza y odia el amor.
Ella y yo nos volvimos las herederas de mi fortuna, mis padres y mi hermano murieron en un incendió.
- Descansa Agnes toma fuerzas voy a visitar a la secta, pediré una audiencia por favor no hagas tonterías. Regresare pronto.
Cerré mis ojos. Todo era oscuridad eso ayudaba a relajar mi mente, pensaba en todo lo que me convertí mi vida era perfecta pero desde que perdí a mi amor no puedo concentrarme, Leyla se enoja por qué dice que es un amor pasajero. Que aún no encuentro mi amor verdadero. Yo no lo creo, ame a ese hombre como loca, quería vivir una eternidad con el, pero el prefería morir que amarme. La tristeza volvía a invadir mi cuerpo, temblaba de dolor. Necesitaba dejar de existir.
Entonces sentí una presencia mirando mi cuerpo. Abrí mis ojos era el joven quemado.
- ¿Que quieres? le dije molesta.
- Solo quería saber si estabas bien decía en la oscuridad.
- Tienes pena que te mire. dije tratando de seducirlo.
- Si eres tan hermosa y perfecta. Jamás había mirado a una mujer como tu dijo nervioso
- ¿Espías a otras mujeres.?
- A veces dijo temeroso
- Ven siéntate a mi lado dije extendiendo mi mano.
El se sentó a mi lado. Nervioso
- No te doy miedo dijo temeroso
- No por que me darías miedo, eres una buena persona puedo respirar tu bondad a kilómetros. Tome su mano
- Soy un moustro deforme dijo agachando su rostro.
Yo tome su cara en mis manos. Pobre niño si supiera que el monstruo soy yo.
- No eres un moustro, lo importante es lo que somos por dentro. Le di un beso en la mejilla.
El me miró sorprendido.
- Ahora déjame descansar por favor no me siento bien.
- ¿Estás enferma ?
- Si estoy muriendo, pronto dejaré este mundo.
- Puedo ayudarte en algo necesitas un doctor dijo asustado
- No necesito un doctor, es solo que mi corazón está muerto desde hace años perdí a un amor, deseo ir con él a su lado. Sabía que jamás estaría a lado de mi amor. Ni en este mundo ni en otro. Dije triste recostando mi cuerpo débil en la gran cama.
El se alejo de mi.
Entre en una especie de meditación para absorber mi poca energía y recuperarme. Tenía que tener fuerzas para estar presente en la audiencia. Leyla regreso con comida.
- Agnes toma tienes que comer por favor.
- No quiero dije con mis ojos cerrados
- Si no comes abriré tu boca y meteré la comida a golpes gritó enojada
Me levanté tome el trozo de carne fresco y lo tragué tome un gran vaso y lo tomé rápidamente.
- Vez como si tenías hambre decía Leyla
- Si tenía hambre dije riendo.
- Ok siguen buscándote el marqués quiere tu cabeza, los de la secta están molestos el pago es una virgen. Te ayudarán limpiarán tu nombre y podremos viajar.
- Leyla ya no quiero más muertes de chicas.
- Lo sé yo tampoco pero es lo que somos no puedes cambiar. Y si no quieres eso no la cagues. Ya no más idiotas muertos.
- Es el quinto hombre que mató en estos 300 años.
- Buscaré a la chica.
- Por favor ya sabes cómo.
- Si ya se que esté muriendo. Para que no sufra.
- Gracias.
- Te traje trabajo necesitas revisar algunos contratos que estamos planeando para el extranjero.
-Gracias de nuevo no se que haría sin ti.
- Eres mi madre no se te olvide. Beso mi frente, y se marchó.
Me sentía mejor Leyla me trajo toda mi oficina, tenía mucho trabajo atrasado, me puse a trabajar. Olía ese olor a tierra y hojas mojadas. Era el joven parado enfrente de mi puerta.
Su olor me revolvía el estómago pero me daba lástima pobre chico se lo que se siente ser un moustro. Me acerque con rapidez a mi puerta, al abrirla el brinco de susto.
- Hola ¿que haces aquí ? dije riendo.
- Hola solo quería saber ¿cómo estás? dijo nervioso
-Mejor y estoy trabajando. ¿Quieres pasar ?
- Claro dijo emocionado.
- ¿Cómo te llamas ?
- Me llamo Sam dijo nervioso
-¿Y cuantos años tienes Sam?
- Tengo 17 pronto voy a cumplir 18 dijo mientras miraba sus manos.
- ¿Y usted cuántos años tiene?
- Tengo 22 años.
Me senté de nuevo en mi escritorio mirando mis papeles.
- Eres muy joven para tener una empresa
- Si verdad pero mis padres murieron y yo soy la única heredera.
- Mi abuela dice que cuando cumpla 18 años voy a reclamar lo que es mío, dijo riendo. En realidad no se que es mío.
- Tal vez tu abuela no quiere presionarte
- Sentí como sus ojos me miraban con deseo.
- Nunca has estado con una mujer, dije mirándolo a los ojos.
El bajo la mirada rápidamente.
-No jamás. dijo nervioso
Era un niño asustado y yo una mujer perversa.
Me acerque a el y lo abrace el temblaba.
- Tranquilo no te voy a comer. En realidad no lo miraba como comida pero mi naturaleza no podía alejarse del sonido del corazón humano.
El me besó con un beso torpe. Era tan tierno que no podía soltarlo.
- Te voy a enseñar a besar. Le dije al oído.
- Para que el día que encuentres a tu amor, la beses tan bien que se pierda en tus besos.
Le expliqué como tenía que saborear y mover sus manos y su cabeza.
- Listo. dije riendo
- Si creo.dijo nervioso
Muy bien lo bese lento, después fuimos subiendo la intensidad, era un buen besador y aprendía rápido. Soy buena maestra pensé.
Lo separé cuando sentí su miembro erecto rozandome.
- Ok niño será mejor que me dejes trabajar. Largo.
El salió rápido de mi habitación. El trabajo era tanto que no terminaba, decidí dar un respiro. Abrí las ventanas miraba a lo lejos. Mis lágrimas seguían rodando no podía superar mi dolor, me sentía tan vacía. Quería dejar de vivir.
Leyla regreso.
- ¿Que haces ahí?
- Trato de pensar por qué sigo viva y no he tratado de matarme.
- Deja de decir estupideces.
- Si no estuvieras pensando en tonterías, te darías cuenta que hay problemas más grandes
- ¿Problemas como cuáles?
- Cómo que nuestra audiencia sera en una semana y aún no encuentro el tributo.
- Por qué tan rápido, en las audiencias siempre dan un mes.
- Resulta que la secta tiene más problemas.
- Lucas me dijo que faltan pocos meses para que inicie una batalla de poderes dentro de la secta.
Batalla dije pensativa
- Si no me quiso decir más solo me pidió que cuando llegue el día lo apoyemos como el nos está apoyando.
- Claro que lo voy hacer ya se que Lucas y tú tienen algo pero su familia no te acepta.
- Gracias por recordarme lo dijo enojada
- Bueno el tiene la culpa podría tomarte como suya y su familia no podrá hacer nada.
-Sabes que soy tuya. Me miró enojada
- Si pero yo te dejare libre cuando muera.
Serás la dueña de todo lo mío y tendrás un lugar en la secta como mi heredera.
- No digas estupideces lo que tengo con Lucas es solo deseo no es amor.
- Claro si tú lo dices.
- Mejor come ya empiezas a perder color de nuevo .
- No voy a comer Leyla
Eres necia salió enojada dejando mi comida.
Me recosté en la cama.Si estuviera muerta Leyla estaría feliz. Y yo terminaría con este dolor.El olor de nuevo me mareaba, el chico está aquí otra vez. Eso me pasa por andar de provocando adolescentes. Abrí la puerta
- ¿Que quieres niño?
- Escuché que no quieres comer .
- Estabas de chismoso escuchando.
- No, no es solo que tú amiga salió gritando "Que ella se preocupa por traer comida y tú no quieres"
- Si no quiero dije molesta.
- Bueno me voy a quedar aquí, por qué veo que te molesta mi presencia. Si comes me voy. Dijo serio.
- Que dulce eres niño pero no necesito que me cuiden.
- Lo tomé del brazo largo que no estoy de humor.
Al tomarlo del brazo mire que tenía mucha fuerza no podía moverlo.¿ Por qué?, tan débil estoy, necesito comer. No puedo mover a este debilucho. Y si necesito huir no tendré fuerzas.
- Esta bien tu ganas voy a comer. Dije enojada.
Tome el filete y volví a beber el vaso enorme. Devore mi comida mi cuerpo estaba mejor.
- Ok te dejo descansar. Se marchó rápidamente con su perro.
Seguía encerrada no podía salir aún me buscaban y querían mi cabeza. Debería ir entregarme así moriría rápidamente. Tome mi saco largo, salí de la recámara bajaba las escaleras rápidamente. Tenía que salir de aquí. Corría por las calles en busca de mi muerte. Sentía el viento frío en mi rostro, el miedo me invadía pero necesitaba morir el dolor era más fuerte. Me detuve enfrente del edificio, de pronto sentí un perro jalando mi saco.
- ¿Oye que haces aquí? largo grite.
- Era el perro del niño.
Me siguió y no me di cuenta.
- Voy a entrar perro es mejor que te alejes de mi.
-Entonces el jalo mi brazo que haces te van matar me miró con sus hermosos ojos.
- Eso quiero mis ojos tenían lágrimas.
El me tomo de la cintura y me besó.Genial cree que con un beso se me va olvidar todo. Y si me perdí en sus labios cálidos y los latidos de su corazón.
- El me miró por favor
-Lo voy hacer cualquiera día y no estarás para impedirlo le grite. Mientras caminaba de regreso a la mansion. Que diablos por qué le hago caso a este mocoso.
Llegue a mi recámara Leyla me miraba enojada.
- ¿Donde estabas?
-Iba a entregarme
-Estás loca sabes que te matarán y peor aún,
cuando te ahorquen se darán cuenta que no eres normal. Y tendrán las pruebas para poner en riesgo a toda la secta.
- Ok lo siento. Pero odio sentir este dolor , mátame son 50 años con este dolor.
Leyla me dio un puñetazo en la cara.
- Despierta Agnes ya lo habías superado solo mataste a ese idiota y la culpa te invadió.
Eres un depredador deja de comportarte como un conejo asustado.
La mire sorprendida Leyla nunca me había golpeado, ni me había hablado así.
- Perdóname es solo que odio tu actitud, eres mi familia lo único que tengo y me quieres dejar. No es justo. Se marchó enojada.
Mire en el espejo mi cara tenia un color morado. Leyla tiene razón necesito olvidar este dolor, ella me necesita.
Esa noche salí a cazar al bosque, devore un gran oso negro, mire la oscuridad. Mi corazón viejo comenzó a latir, la adrenalina invadía mi ser, me sentía viva. Esto es lo que soy y tengo que aceptarlo. Tengo que dejar de buscar el amor en humanos. Voy a enfocarme a vivir feliz con Leyla y divertirme como antes con ella. Hace mucho que no salíamos de viaje y no nos divertimos, nuestro juego favorito era enamorar a los hombres y romperles el corazón.
Pero me enamoré de uno y el me rompió. Necesito olvidarlo, ya no más dolor.
Regrese a mi habitación mire al joven parado en mi puerta.
- ¿Que haces aquí ?
- Solo esperaba que regresaras quería saber si estás bien.
- Oye niño no se que te pasa, pero aléjate de mi.
- Pensé que te agradaba. Decía triste
Encerio con esos ojos me está mirando.
- Si me agradas pero pronto me voy a ir y tengo cosas que organizar.
- Solo quiero cuidarte
Creo que se enamoró lo que me faltaba otro humano rogándome.
- Si me imagino lo metí a mi recámara.Te gustó, me deseas pero eso solo es mentira.
No soy buena para ti. Soy mala persona he matado a muchas personas. No tengo alma.
Eso es mentira para mí eres perfecta. Me abrazo de nuevo.
La verdad no era atractivo pero me perdía en sus ojos. Sentía lástima por él tan joven enamorado de una bestia.
No quería jugar con el, pero sabía que jamás tendría oportunidad de tener a una mujer a su lado. Ninguna chica se acercaría a el. Ok le voy a dar lo que quiere. Pronto voy a desaparecer y seré solo un lindo recuerdo para el. Lamento que le vaya a romper su corazón. Pero al menos sabrá lo que es tener una mujer en sus brazos. Lo bese apasionada, tome su cabello en mis manos, sentí de nuevo su erección. Me separé de él.
- ve a dormir Sam. Te veo mañana. Dije sonriendo.
Sam salió corriendo como un niño feliz de mi recámara. Se que soy mala pero le voy hacer un favor. En la mañana Layla abrió la puerta.
-buenos días Leyla dije sentada en mi escritorio.
- ¿Estás trabajando?dijo sorprendida
- Si tengo mucho trabajo.
- ¿Comiste ? ya no tienes el moretón. Y tus labios tienen color.
- Si anoche salí a cazar. Necesito que compres ropa de hombre me voy a disfrazar para ayudarte con el tributo.
- ¿Por qué veo que estás lenta.?
- Disculpame si no tuviera que cuidarte, tendría tiempo libre.
- Ay ya Leyla deja de dramatizar se que estás viendo a Lucas de nuevo.
- Voy por la ropa. Leyla salió de la recamara molesta
Apenas salía Leyla el olor me daba náuseas. Sam entraba con su perro.
- Hola me miraba con una flor en su mano
- Hola Sam.
- Te traje un regalo.
- Gracias Sam es linda.
- ¿Tienes mucho trabajo ?
- Si algo, voy a salir a buscar unas personas por favor no me sigas.
- Si está bien prometo no seguirte. Pero en la noche nos podemos ver.dijo nervioso
- Si en la noche te espero. Dije riendo
Salió feliz con su perro.
Mire la flor era tan pequeña y frágil. Siempre los hombre me regalaban ramos de rosas y me llenan de flores. Y Sam me regala una flor que se parece tanto a él.
Leyla llegó con la ropa me cambié, salimos juntas. Íbamos en mi carruaje tenía la ventana abierta y percibía los olores. Buscaba uno en especial enfermedad terminal.
Llegamos a la salida del pueblo y lo percibí.
- Ahí está en esa casa. Es una niña de 15 años.
-¿Segura? dijo Leyla.
- Baja y verificá le dije enojada.
Hace mucho que no usaba mi olfato, odio percibir olores a muerte. En mi nariz. Cuando mi amor murió ese olor me invadió por completo lo odiaba.
Leyla tocó la puerta de madera frágil. Entro a la casa pequeña.
Mire a lo lejos, no quería hacer esto, la verdad es que las ideas de la secta no iban con las mías. Era la razón por la que no me involucraba en sus juntas. Recuerdo que cuando era niña papá le decía a mi madre que estaban matando niños. Que iniciarían una cacería para nuestra especie y como fue. Perdí a toda mi familia
Mi habilidad de percibir olores me ayudó a esconderme y salvar a Leyla.
Leyla subió al carruaje.
- Vaya si regresaste al juego. Le dije a su madre que somos una casa de caridad y que ayudamos a personas de bajos recursos. Me presenté como la doctora y ella se creyó todo. El viernes voy a venir por ella, para llevarla a la gran casa y prepararla para el tributo.
-¿Como vez está muy enferma.?
- Su pulso es bajo, dice su madre que lleva días sin comer. Que ya no habla, pero se levanta y camina lento.
-Mientras se quede parada unos minutos eso es lo único que me importa.
- ¿Que percibiste? dijo leyla
- Cáncer en huesos, está muy mal.
- Tenía dolor, sus ojos mostraban un gran sufrimiento. Le puse una inyección para ayudarla con el dolor. Se quedó dormida creo que eso nos va ayudar a que tome fuerzas y pueda llegar al viernes.
- Leyla la próxima vez que mate a un idiota jurame que me matarás.
- Deja de decir tonterías mejor ya no enamores a nadie. Tenemos suficientes fondos y una empresa. No necesitamos robar a más hombres.
- Si es verdad. Era muy guapo pero un patán. Si no hubiera tratado de matarme, no se hubiera dado cuanta que no puedo morir tan fácil. El idiota me disparó, no salió sangre, seguía parada riéndome. El se asusto y salió corriendo. Eres un monstruo gritó. Llamo a la policía y yo le dispare con su propia arma, murió rápido. La bala fue directo a su corazón y la otra a su cerebro.
- Tienes razón no debo enamorarme de patanes ricos.
- Sabes que hay muchos de nuestra especie que te buscan, no entiendo por qué buscas humanos.
- Por qué los de nuestra especie son controladores y mi corazón aún no encuentra un dueño.
Llegamos muy tarde a la mansión, al abrir mi recámara el joven estaba parado en la ventana.
- Sam ¿que haces aquí ?
- Te esperaba me dijiste que nos veríamos en la noche
- Ok si lo dije
- Agnes se que no te intereso pero por qué me besaste ayer.
- ¿Cómo sabes mi nombre?
- Escuché a tu amiga decirlo
- Mira Sam solo quiero que sepas tratar a una mujer, tarde o temprano conocerás a una chica, te enamoraras de ella y si la besas bien ella se enamora de ti. Yo no puedo sentir nada por ti. Recuerda que mi corazón ya le pertenece a alguien que está muerto. Por lo que mi corazón está muerto. No siento nada. Solo quiero que sientas el cuerpo de una mujer en tus brazos. Decia riendo
El se acercó y me tomo de la cintura.
- Acepto solo será un experimento verdad .
- Si eso será.
- ¿Puedo besarte ?
- Si puedes nos besamos dulcemente.
- Se separó y me miró. Puedo tocarte dijo nervioso.
- Yo me puse un poco nerviosa este chico iba rápido.
- Pero me imagino que sabe que me voy en tres días.
- Solo mis nalgas le dije sería
El me besó de nuevo y tocó mis nalgas muy brusco.
- Así no Sam lento como si tocarás un algodón con la yemas de tus dedos. Y el me tocó suave. Sentí una electricidad en mi espalda. Así dije nerviosa.
- Lo aleje. ve a dormir niño caliente.
El mordió su labio inferior. Mirándome con sus ojos llenos de deseo.
- Te veo mañana.me dijo contento.
¿Que diablos esto me pasa por jugar con niños? pensé
Estaba nerviosa, por qué recordé a mi amor tomándome y provocando placer en mi cuerpo, las lágrimas salían de mi rostro.
Llore toda la noche tirada en el piso recordando sus caricias. Me levanté temprano, salí a cazar mi desayuno, cuando regrese. Leyla me esperaba.
- ¿Que sucede?
- van adelantar la audiencia dicen que falta poco para la guerra.
- ¿De que guerra hablan?
- No se Lucas no me quiere decir. Si tú estuvieras ahí tendríamos esa información. Pero estás aquí escondida por tus errores.
- Relájate cuando es la audiencia
- mañana.
- Bueno ya tienes a la chica, ¿cuál es el problema?
- Tengo miedo que Lucas muera, lloraba abrazándome fuerte.
- Cariño todo saldrá bien terminando la audiencia voy a investigar qué sucede si.
- Prepara la casa del campo, no pienso quedarme más tiempo en la ciudad.
- Si voy a prepararla. Leyla seco sus lágrimas y se marchó.
Salía de la ducha enredada en una toalla. Cuando de nuevo su olor me provoca náuseas. Sam llamó a mi puerta.
- Pasa Sam.
El entro me miró con la toalla y se giró.
- Disculpa no quería mirarte desnuda.
- No estoy desnuda Sam tengo una toalla dije riendo.
- Te puedes vestir dijo nervioso
- Si claro ya me estoy vistiendo.
- Vi como se giraba lento. Cuando bajaba mi vestido por la cintura.
- Listo ya puedes mirarme
- El estaba rojo y su erección se notaba a kilómetros.
Me acerque a el ¿que quieres niño?
El tomo mi cabeza y me besó apasionadamente. Escuchaba su respiración y los enormes latidos de su corazón.
Tomo mis nalgas yo sentí de nuevo la electricidad. Me quedé inmóvil este niño me provoca deseo.
Escuché de Leyla se acercaba, aleje a Sam de mi cuerpo.
- Sam estoy ocupada necesito que te vayas.
- Si ¿podemos vernos en la noche?
- si claro.
Leyla miró como salía el chico.
- ¿Oye que haces con el ?
- Nada solo platicamos dije sería
- ¡Agnes estás loca.! sospechaba de lo que estaba haciendo con el chico.
- Lo siento el sonido de su corazón humano me encanta, extraño escuchar el mío. Dije sumergida en mis recuerdos.
- Es solo un niño Agnes.
- ya nos vamos le dije seria
Salimos en busca de la niña enferma para preparar el tributo, me sentía triste no quería matarla.
Al regresar Sam estaba en la puerta de mi habitación.
- ¿Agnes te sientes mal?
- Se nota dije sorprendida
- Si veo dolor en tus ojos decía el niño.
- Estaré bien Sam lo voy a olvidar y será todo como antes.
El me tomo de la cintura y me besó.
- ¿Yo podría hacerte feliz.?
- Sam esto solo es un juego para mí.
Me metí a mi habitación Sam empujó la puerta y entró.
- Agnes por qué no te quedas por favor. Me rogaba con sus ojos llenos de lágrimas.
- Sam por favor retiraré, estoy cansada.
- Yo te amo Agnes,
- ¡Tú no sabes que es amor niño! Grite
El salió corriendo de mi habitación.
En la mañana Leyla llegó temprano.
- Agnes ya está todo listo te esperan.
- Ya voy espérame tengo que arreglar algo.
- Me sentía mal por Sam, después de que se fue no dejaba de pensar en el y sus besos. Me estoy encariñando con el niño. Entre a su habitación tenía muchos libros. Estaba leyendo sentado en una alfombra.
- Sam solo quería despedirme ya me voy.
Sam se levantó y me miró con sus hermosos ojos grises.
- Agnes no me dejes, me abrazo fuerte.
Acaricie sus cicatrices.
-Eres tan bello.
El me besó, nuestro beso aumentaba la intensidad, metí mi mano para sentir su miembro estaba tan caliente, moví mi mano suavemente provocando que su corazón brincara de su pecho.
- Agnes dime qué me amas me decía al oído.
De pronto me miró a los ojos yo seguía tocando su miembro.
- Dime qué me amas Agnes. rogaba
Me perdí en su mirada y su voz. Sentí pequeños toque eléctricos en todo mi cuerpo.
- Dilo Agnes. Dímelo
Este niño no era normal me estaba embrujando con su mirada. Me sentí poseída.
- Te amo Sam le dije besando sus labios.
El se corrió en mis manos.
Leyla llegó y nos miró.
- Agnes que haces su abuela se acerca, tenemos que irnos.
De pronto desperté de este transe.
Lo mire el se acomodaba la ropa.
- Adiós Sam.dije confundida. Salí rápido de su recámara.
Camino al gran castillo llegaban a mi mente mis recuerdos. Es como si Sam hubiera despertado algo en mi. Mis recuerdos estaban tan presentes desde que era una niña humana.
Download MangaToon APP on App Store and Google Play