A veces uno piensa que la fama, es lujo, es la mejor vida, pero la presión de ser famoso te puede llevar por un mal camino”

Natasha Harris , la estrella del pop, Ash.

Una cantante de lujo con una voz más que brillante, de belleza magnífica y sin igual con unas curvas privilegiadas, hermosos ojos y labios gruesos.

Se para en el escenario con su andar de diva y comienza a cantar una canción.

Al finalizar todos la aplauden, y corean “Ash” a todo pulmón.

Baja del escenario y se dirige a su camarín como al final de cada show.

Al entrar en los pasillos y caminar con sus zapatos carísimos y su vestuario final del show que consta de unas alas de ángel, se dirige hacia la puerta del camarín.Abre con cuidado, girando el pomo.

Entra y pega un alarido, al levantar la vista y mirar hacia el interior, ve a su guardaespaldas Scott muerto, un joven de 24 años que solía cuidarla todo el tiempo, su sangre está esparcida alrededor de la habitación.Ash cae de espaldas y luego se desmaya.

—¡Ash,  Ash! ¡Respóndeme amiga!

La voz inconfundible de la amiga de Ash ,Mandy se hace presente.

—Mandy ¿que pasó?

—Bueno, ¿como te lo digo? Es que no quiero que te vuelvas a desmayar.

Entonces lo recordó, como una ráfaga de imágenes llegaron a su mente , las imágenes de Scott muerto sobre la silla del camarín con una bala en la sien.

Al recordar se levanta de golpe.Mandy esperaba verla llorar, pero Ash no llora ni un poco.

—Ash, Ash querida —llega su manager Sam, mientras habla por teléfono celular manos libres.

—Sam—dice indiferente

—Lamento lo de Scott...yo…

—¿Quien me cuidara ahora? —dice furiosa Sam se sorprende ante su respuesta.

—Bueno Ash...Trataré de conseguirte a alguien.

—¡Y que sea lo más pronto posible!—demanda ella y se retira sin más.

Tres Meses después

Después del incidente con Scott, no se habló más del tema, aunque Ash lleva mucho evitando a los medios y lo que se diga de el tema de Scott.

Sentada en el camarín aturdida por los ruidos de los flashes de las cámaras, abrumada por toda la charla de los paparazzi, toma algo de agua.

Siente dos toques en la puerta.

Ella no responde pero entran de todos modos.

—Ash…—dice Sam asomando la cabeza por la puerta

—¿¡Qué quieres, acaso te dije que entres!?—dice mientras se para cómo toda una diva, con sus manos en las caderas.

—No, pero nunca lo haces.

—Buen punto—dice ella y se sienta

—Vine porque ya encontré a tu nuevo guardaespaldas.

—Bien, y...ponlo por ahí

—Quería que lo conocieras

—¿Ahora?

—Sí, aquí está el, Pasa—le informa.

El chico de hermosos ojos color avellana se asoma por la puerta ahora abierta, es jodidamente sexy.

—Hola soy Ash, estrella de pop y futura Reina del pop.

—Dante Fletcher, señorita Harris —dice y la cara de Ash cambia.

—Quien te dijo que me digas Así, solo dime Ash

—Lo siento señorita Harris, no me refiero así a mi jefa.

—Este tipo me irrita, no lo quiero aquí, despidelo—dijo y Sam río.

—Lo siento señorita Harris, pero no me voy a ir—dijo y volvió sobre sus pasos cerrando la puerta.

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Luces en el escenario, los gritos ya se escuchan resonar.Camino al escenario, y me siento como en casa.Aunque hace mucho que deje de ser Natasha Harris desde hace años, Solo soy Ash.

—¡Quiero que lo despidas!—exigi-este día al terminar mi show, Sam se había aparecido con el nuevo guardaespaldas, un tipo amargado que se atreve a decirme señorita Harris.

—¡Sal de aquí y echa a ese bueno para nada!

—Bueno yo…..

—¡Ahora!—demande con premura.

—Bien—dio vuelta los ojos y salió para afuera.

Dante:

Que mala onda, esa jodida niña me va a volver loco, no puede cabrearme más su actitud, se cree tan importante.

Sam salió y recostó su cuerpo contra la pared.

—Quiere que te eche—suspiro y me miró.

—Pues, no me iré , no por sus caprichos.

—Dante—dijo en tono firme

—No, te consta que no soy así.

—Claro, bien si quieres seguir deberás hacer algo.

Suspiré largo, me toque el cabello y volví hacia la puerta, ella salió de golpe.

—¡Quítate de mi maldito camino!—me empujó y camino fuera por el pasillo

—Tranquilo, Dante, tranquilo—me sugerí entre susurros—¡Espera!—grite y ella siguió de largo—Ash—grite y ahí ella se detuvo.

Volteo hacia mí y caminó hacia mi dirección.

—¡Que quieres! —dijo y esbozó una sonrisa

—L...lo, lo lamento—dije casi inaudible

—Lo siento, estoy algo sorda—expreso burlándose

—Lo siento, si, no debí decirle así sin consultarle

—Ja, ja, ja bien como te llames, puedes quedarte por allí, iré a cantar y luego nos iremos al hotel.

—Bien—dije algo cabreado.

—Muy bien hermano, hiciste bien en no, desobedecer a la fiera.

—Me siento un imbécil

—¡Bienvenido a mi mundo!, Vamos por un trago —me dijo golpeando mi hombro con complicidad.

Ash:

Con mis pies en el escenario, me siento tan relajada mientras cantó y bailó al ritmo de mi música, mis bailarines me levantan me hacen bailar por todo el escenario.

Entre mis bailarines está mi mejor amigo, Robert.Es excelente tener a alguien de tu confianza contigo para variar.

El show finaliza.

—¡Gracias, Nueva York son lo máximo!—grite con euforia.

Todos coreaban, Ash, cuando me iba retirando.

Llegué a mi camarín, y ahí estaba el cabrón del nuevo guardaespaldas que se cree muy, muy solo por tener su cara seria, Maldito, de verdad está sexy, es una pena en un tipo tan serio.

—¿Que haremos, iremos al hotel?

Lo miro, y me frené para hablarle, si quería ir al hotel, pero no…

—Iremos a otro lado, espérame afuera—le informe y entre a cambiar me.

Me preparé con un bello vestido morado al cuerpo, me quedaba tan corto que casi me rozaba las nalgas.Mi pelo negro suelto al viento y una bellas bucaneras negras.

El destino, el club “Nightly” mi favorito y el de mi amiga Mandy, al llegar miro hacia afuera.

—¡Prepárate para proteger me! Hay muchos paparazzi—le informe al tal nuevo.

Apenas bajó los flashes me invaden, por todos lados resuenan las fotos, me preguntas más y más.

Todos me protegen y entró, Dante entra conmigo.

Allí están todos, voy a la barra.

—Piña colada—digo y el Barman me la entrega, comienzo a beber una tras otra Me acerco al dj—La de siempre —le susurró al oído

Una de mis canciones empezó a sonar.

Empecé a cantar y bailar sobre la mesa,bebía un trago tras otras y bailaba, hice un poco de “pole dance” los hombres no me quitaban los ojos de encima, un hombre de ojos claros se acercó y me beso yo le seguí el beso, mientras la canción seguía.

Mire a ver si el guardaespaldas seguía en su lugar pero ya no estaba había desaparecido del lugar.

Al finalizar la canción, decidí retirarme, mareada por la bebida, busque la puerta de atrás y la abrí.

Salí por ahi como lo suelo hacer.Allí pude ver a el guardaespaldas, estaba allí mirando al cielo.

—¿Que rayos te sucede?¿ No te gusta divertirte?

—No es eso—suspiró—Es que...—volvio a suspirar

—No, no me interesa, solo quiero irme a el hotel—acote, el me miró y luego asintió.

—Espera, Martín viene con nosotros—El chico de ojos claros habia salido por la puerta, le di un dulce beso en la boca y partí con él al hotel.

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La cama del hotel no paraba de moverse con las constantes embestidas de el cuerpo del chico que se había venido conmigo; uno más del montón.

—¡No pares, vamos follame duro, baby! —el proseguía, yo disfrutaba.

Cuando por fin acabo y se retiró de mi,lo mire y me levanté

—Muy bien, vístete y vete—le dije tirándole la ropa, yo no tenía demasiada relación con nadie, no me gustaba acostumbrarme a ningún hombre.

Me dirigí al baño me di una lucha larga y prolongada.Al salir ya no había nadie en la habitación, me peine, sequé mi cabello y me dirigí a dormir después de un arduo día.

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Conocer al guardaespaldas nuevo me comenzaba a intrigar, mientras lo miraba hacer ejercicio desde el balcón de mi ventana, es sexy, es misterioso y es diferente por alguna razón.Creo que es porque lleva ignorandome toda la hora que he estado centrada en él.

—¿Que tanto me miras? —expresó mientras yo me quedaba aún embobada con su abdomen marcado.

—Solo veo como holgazaneas en vez de cuidarme, vamos iré de compras te espero abajo.

Y así lo hice,baje con un vestido rosado que me marcaba bien las curvas, esperando a que el bobo guardaespaldas se dignara a aparecer.

Me dirigí al auto cuando lo veía llegar, y me senté él junto a mi.Marchamos hacia la quinta avenida, y fuimos a varias tiendas compre varios vestidos, camisas, pantalones, remeras Straples y demás.

Mientras el guardaespaldas traía todas las bolsas.

—¡Discúlpame pero no soy tu niñero o tu maletero!

—Eres mi guardaespaldas, tienes que cuidarme, no quieres que me cansé ¿O si?—exprese y me voltee para reír por lo bajo.

La multitud nos rodeo y entonces sentí a alguien jalarme del brazo muy fuerte.

—¡Ah! —grite con pánico, alguien me tenía con un cuchillo.

Me alejó del alcance de mi guardaespaldas.

El tipo me llevaba sujeta a su cuerpo, de repente sentí una explosión y me asuste.Caí al piso el tipo sangraba y chillaba de dolor.

Mi guardaespaldas se acercó junto a mí, traía un arma, le había disparado al sujeto.

—¿Ash, estás bien?—me decía.

—¡Pero que rayos, mira si me matas!

—Tranquila, solo quería salvarte.

—No, por poco me matas, eres un demente, quiero irme ya—dije y me levanté del suelo alejándome de el.

Dante:

¿Porque tiene que ser tan irritante?

Me preguntaba mientras ella salía del lugar y yo quedaba mirando al tipo que la había tomado.Ahora siendo llevado por la ambulancia, y custodiado por la policía.

Ash regreso al hotel tan molesta como irritante que es.

—¡Oye!—me dijo mientras me dirigía a mi habitación.

—Tengo presentación en Brooklyn, apúrate no quiero llegar tarde.

(Suspiré) apenas azoto la  puerta y volvió a entrar en su habitación.

Es increíble que con el día que tuvo aún así siga estando como si nada.

Supongo que ella es demasiado fría.

Entre a colocarme un nuevo traje, pues el que tenía estaba algo sucio.Me cambie y camine saliendo por el pasillo.

Ash ya estaba esperando.Camine junto a Ella, se veía seria y distante más que nunca.

Su presentación en Brooklyn, tenía demasiado público apenas llegamos al lugar estaba lleno de fans.

Entramos Ash y yo tras bambalinas, ella se preparó y salió al escenario.Toda la noche la espere entraba y salía, cambia de vestuario cada segundo.

Me encontraba bostezando extendido, estaba agotado.

—Oye, tenemos una fiesta, ahora, así que no pienses que dormirás—dijo ella con esa actitud super irritante por enésima vez hoy.

—Bien la esperó—ella me fulminó con la mirada y entró en su camarín.

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Ash:

—Este es el lugar—señala el enorme edificio, el lugar al que había sido invitada, para cantar; era un evento importante jamás me habían invitado a algo de este porte.

Me dirigí adentro en compañía de mi amargado guardaespaldas.

Me enseñaron el escenario, entre en compañía de unos asistentes estaba tras una cortina, esperando a que la abran.

La abrieron y entonces vi el lugar.Había mucha gente la luz me daba en la cara, la pista empezó a sonar y empecé a cantar.

Al finalizar la canción todos aplaudieron, era el mejor día de mi vida, al fin era aceptada por la alta sociedad.

“Ahora sí, después de la maravillosa voz de la cantante Ash, reciban a los protagonistas de la noche, los novios”

Finalizó la voz que se escuchaban en toda la habitación.

De repente de detrás de una cortina, salieron los novios.

La chica no la conocía, pero el chico era….

Si, era Ben

—Ben Diggly, por dios—dije y me mareé.

Ben Diggly era mi ex novio, no podía sentirme peor.

Entonces paso, el vals y todo lo normal en la boda yo estaba allí en un rincón.

—¿Que te sucede?—preguntó mi guardaespaldas pesado junto a mi

—Nada —dije, y en un solo movimiento de mi mano estruja el vaso con el que estaba bebiendo.

—¡Eso no es nada! —señaló el imbécil de mi guardaespaldas.

—¡Ya déjame en paz!—le dije y me fui hacia el escenario ya no aguantaba iba a explotar.

Hable al micrófono.

—Hey jodido imbécil, si tú el que me invitó a su boda para burlarse de mí—todos me miraban—pudrete—dije enseñando el dedo medio.

Empecé a cantar, mientras pateaba y rompía todo a mi alrededor.

De un momento a otro apareció el imbécil de mi guardaespaldas y me saco del escenario.Me alzó sobre su hombro.

—¡Oye, que demonios haces! Te dije que me dejes en paz maldita sea.

—Bien niñata ya me has hartado, no te das cuenta acaso que tú quedas mal tonta, él se ríe de ti, mientras esto se vuelve un maldito desastre y esos paparazzi tomen fotos de todo y te dejan mal parada a ti.

—¡Uhm! , No te atreves a volver a hablarme así—digo y salgo molesta.

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