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Mi Mujer, Mi Esposa

capítulo 1

Alejandra

Soy Alejandra Acosta, hoy he firmado mi divorcio con Fernando después de 35 años de casados, si nos casamos muy jóvenes, tengo 3 hijas maravillosas de las cuales estoy orgullosa, del divorcio me tocó una muy buena parte del patrimonio incluyendo la casa donde criamos a nuestras hijas.

He tomado la decisión de viajar y que necesito unas vacaciones o más bien distraerme y no pensar en el divorcio que aunque fue de mutuo acuerdo duele después de tantos años, pasamos por muchas situaciones y al final no pudimos superarlo, creo que me iré por un mes tal vez 2, que el tiempo lo diga, necesito un cambio y encontrarme a mi misma, tengo que sanar muchas heridas y hacerlo yo sola.

 

Estaba en el aeropuerto sentada esperando abordar, leía un libro en mi celular, últimamente leo más que de costumbre, me siento un poco rara viajar yo sola pues siempre lo hice en compañía de mi familia.

 

Subí al avión y me tocó ventanilla, eso me gusta podre ver cuando deje mi ciudad, esto es totalmente nuevo para mi.

 

Desde el cielo veo la ciudad y siento hormigueo en mi estomago, hemos llegado a New York y no conozco a nadie pero se desenvolverme por mi sola, bajé del avión emocionada, recojo mi equipaje y voy a la salida, tomo un taxi, le doy el nombre del hotel en el que me hospedare, Double Tree by Hilton, llegué al hotel, me registré y me entregaron mi llave, el cuarto es bonito y cómodo, tiene vista a la calle

Decido darme una ducha y como llegué a medio día se me ocurre salir a comer a algún lugar rico, me puse unos jeans y una blusa ligera con estampados de flores me alise mi cabello que por cierto lo tengo hasta los hombros y unas lindas zapatillas no muy altas, me sentía bien conmigo misma.

 

Busco en internet algún lugar cerca para poder ir caminando y regresar a descansar un rato para salir por la noche, no desperdiciare ningún día, encontré un restaurante que estaba como a tres cuadras del hotel,- perfecto caminare hasta allá – me dije a mi misma.

 

Iba caminando por una avenida principal platicando por teléfono con mi mejor amiga Silvia.

 

Ella es más joven que yo por diez años, nos hicimos amigas en el colegio de mis hijas, ella era secretaria y yo estaba en la mesa directiva de padres de familia, un día la vi llorando me dio ternura y la invité a tomar un café para platicar, me contó lo que le pasaba y desde ahí nos hicimos  muy buenas amigas

 

Llevaba auriculares cuando pase por un edificio enorme con las iniciales RB company, me quedé viendo el edificio como tonta desde el primer piso hasta el último.

 

No lo vas a creer amiga estoy frente a un edificio enorme, en verdad aquí los edificios son muy altos

 

Un hombre con algo grande deberías encontrar amiga, no un edificio, de nada te sirve un edificio en cambio un hombre te haría inmensamente feliz

 

Cuando regrese mi vista hacia el primer piso solté una carcajada porque estaba bromeando con mi amiga, era tan ocurrente y chistosa.

Vi parado a un hombre guapo de ojos verdes, cabello negro, media como 1.90 m y lo que más me impresionó fue que me estaba mirando, me puse nerviosa e hice como que no me di cuenta solo me di la vuelta y de los nervios me subí al primer taxi que encontré cuando ya estaba andando el taxi vi de reojo como me seguía esa guapura de hombre, por fin respire y solo le indique al taxista que me llevara al hotel, no me di cuenta que ni si quiera llegue al restaurante

 

No se porque hice eso, parecía adolescente, sentía mi cara caliente de lo roja que se me puso, después de vejes viruela, nomas falta que a esta edad me emocione como una colegiala, se me vinieron tantas cosas a mi mente que después mejor reí.

 

Voltee a ver mi celular y me di cuenta que le colgué la llamada a Silvia, reí aún más.

 

Estaba en el cuarto del hotel y le volví a marcar a mi amiga.

 

Hola amiga, perdón por lo de la llamada pero se cortó- ni loca le digo del galán de televisión que vi y menos lo que hice sino tendré que escucharla regañarme por una hora.

 

Me rugió el estómago y me acordé que no comí, pedí servicio al cuarto, no era lo que había planeado pero ni modo.

 

En la cena si salí a un restaurante italiano que estaba cerca- creo que tengo que ver más lugares en el internet para visitar- hablaba conmigo misma.

 

Estaba sentada comiendo y se me vino a la mente ese hombre tan guapo, quien será, se veía muy elegante, a de trabajar en esa compañía, bueno sacudí mi cabeza para sacarlo de mi mente, termine mi cena y a un lado de donde estaba había un bar, me senté en una mesa y pedí una copa de vino, saque mi celular y me puse a leer- ¿quien va a un bar a leer? Solo a mi se me ocurre, lo guardé y disfruté de la vista del lugar.

 

Regresé al hotel, solo tome dos copas así que me dio sueño, entre al cuarto y me puse mi bata sexi, siempre me gustaron, me sentía cómoda.

 

Me acosté y caí en un sueño profundo, me quedé dormida pensando en el modelo que vi.

 

capítulo 2

Robert

 

Me levanté muy temprano, tendría mucho trabajo y necesitaba tener mi mente despejada, me vestí con ropa deportiva y salí a correr eso me relajaba y me mantenía en forma, regrese despues de una hora y entre directo a la regadera, me vestí con un traje gris, camisa azul y corbata a juego.

 

Baje y mi nana ya me tenía el desayuno como cada mañana, la amo mucho, estuvo a mi lado en mis peores momentos y se encargó de mi junto con mi tía que por cierto falleció hace unos años, no se que hubiera sido de mi sin ellas.

 

Salí y Sam ya me esperaba en la entrada listo para irnos a la compañía, la cual me heredaron mis padres y mi tía cuidó hasta que termine mi carrera y estuve listo para manejarla, entre a mi oficina y ya tenía mi escritorio lleno de trabajo.

 

Estaba en la oficina con muchísimo trabajo más que otros días, había tenido varias juntas seguidas ya estaba cansado, enfadado y solo pensaba en ir a casa a descansar, cuando ya me dispuse a salir de ese infierno me encontré con mi mejor amigo que por cierto trabaja conmigo.

 

Saúl es de México pero sus padres lo trajeron desde pequeño y obtuvo su nacionalidad americana  nos conocimos en la universidad y desde entonces somos grandes amigos.

Hola Saúl, - lo saludé

A donde iras de aquí?- me preguntó.

-A casa estoy muy cansado, necesito un baño con agua muy caliente-le dije.

 

Te invito unas copas, creo que lo necesitas, siempre estas trabajando deberías relajarte y encontrar una mujer con la que puedas pasar buenos ratos – sonrió

 

No necesito una mujer de planta, además no hay ninguna que me guste para esposa, todas solo quieren el dinero.

 

Porque no buscas tu una mujer de planta?- sabia que con eso me dejaría en paz, sonreí

 

Hey, yo no estoy hecho para esas cosas, además a mi me gusta tener solo amigas, que regresen a sus casas después de un buen rato.

 

Eso digo yo que hay que tener solo amigas –me reía de el

 

Esta bien no busques esposa solo salgamos un rato a distraernos y pasar un buen rato

 

Esta bien solo un rato porque en verdad estoy cansado,- sabia que si le decía que ¡no! me seguiría al fin del mundo hasta hacerme cambiar de opinión.

 

Íbamos saliendo del edificio platicando cuando escucho una risa hermosa y lo primero que veo frente al edificio es a una mujer preciosa, se veía relajada y feliz, estaba viendo al edificio y cuando bajó su mirada no se si me vio pero solo dio la vuelta y camino sin voltear, fui hacia ella para alcanzarla pero no pude alcanzarla, fue rápida y subió a un taxi y la perdí de vista, sentí lo que dicen algo en mi estómago así que le llamé a mi chófer, asistente y amigo Sam quien es el que se encarga también de mis cosas personales y mi confidente aparte de Saúl, le dije que buscara el video de seguridad de la empresa, necesitaba saber quien era la mujer que había visto que la  encontrara y me dijera donde vivía, trabajo, teléfono, redes sociales, toda la información posible

 

Saúl se me quedo viendo y se rió solo me dijo, se te fue y mira que si esta guapa, levante la ceja y le di con el puño en el hombro, - mejor vámonos- hace un momento le acabo de decir que no busco esposa y me encuentro con esa belleza

 

Subimos al auto y cambié de tema, platicamos de negocios y me distraje un poco.

 

Llegamos al bar y nos recibió una muchacha muy guapa, rápido nos saludó -buenas tardes pasen por aquí- nos dirigió a una mesa y pedimos nuestras bebidas

 

Estando en el bar no podía dejar de pensar en ella se veía tan relajada y con una risa nada discreta pero hermosa, eso fue lo que me hizo voltear a verla, su risa.

 

Con quien estaría hablando? ¿Será casada? ¿Divorciada? ¿viuda?

Se me venían tantas preguntas, creo que no la volveré a ver, no, si la encontrare.

 

Hey, estás escuchando lo que te estoy diciendo? -dijo Saúl riendo

 

Perdón, estaba pensando en la mujer que vi hoy.

 

Me lo imagino, esta guapa y buen trasero la verdad- se río

 

Hey, ni se te ocurra – puse mis manos un mi barbilla con los codos en la mesa-  la encontraré ya lo veras, solo quiero conocerla y si ella quiere pasar un buen rato.

 

No que no querías esposa?

 

Nunca dije casarme.

 

Pues déjame decirte que nunca te vi así por una mujer y menos sin conocerla, se me hace que si la encuentras será la ultima mujer en tu vida – soltó una carcajada

 

Chistoso, sabes que no me casare, tal vez me llegue a juntar con alguien pero al altar no lo creo, no volveré a cometer la misma estupidez de hace años.

 

Se acercaron dos muchachas como de unos veinticinco años, muy guapas pero no estaba de ánimo para lidiar con eso.

 

Hola chicos, ¿podemos sentarnos con ustedes?

 

Hoy no chicas, quizás en otra ocasión- les dijo Saúl

 

Se dieron la vuelta y se retiraron con el seño fruncido

 

Parece que no les gustó que les dijéramos que no – contesté, nos reímos

 

Después de tres horas de charla y cervezas le dije a Saúl

 

Bueno amigo hora de irnos, nos vemos mañana por la mañana, tendremos un día muy agitado, tendremos tres reuniones seguidas

capítulo 3

Alejandra

 

Después de ese día busqué lugares que visitar, fui a la estatua de la libertad, visité el edificio Empire State, fui a un recorrido turístico por un día en New York, hasta a un helicóptero me subí, me fascinó  la sensación de volar también fui a diferentes restaurantes, todos los días tenía una actividad, me sentí libre, tome muchas fotos, se las mandé a mis hijas y a Silvia que siempre me decía que buscara a un hombre que me hiciera feliz o por lo menos tuviera sexo para que no se me pudriera mi parte más preciada, es una pelada pero así la quiero, siempre pensando en mi, fui a algunas discotecas, solo tomaba algunos tragos y me animé a bailar con algunos hombres, claro busque lugares como para mi edad, tuve propuestas indecorosas pero ninguno llamo mi atención, por alguna razón se me venía a la mente ese hombre guapo de ojos verdes.

 

Llevo una semana en New York, me levante, tome una ducha, me puse un vestido rojo casual al cuerpo, con un largo hasta la rodilla, opto por unas zapatillas planas cómodas.

 

He visto muchos lugares así que necesito un lugar tranquilo, desayune en el hotel, baje a la calle y tome un taxi, le pedí que me llevara a algún parque de una Colonia bonita donde no hubiera mucha gente, últimamente me he puesto a leer novelas románticas algo que nunca hice pero me enganché con una y ahora he leído más de 10, aún tenía algunas semanas para seguir disfrutando New York.

 

El taxista me llevó a un parque hermoso, con bancas de madera, árboles y un lindo lago, me encantó el lugar le di las gracias al taxista le pagué y me dispuse a caminar por el sendero que había alrededor del lago, el aire se sentía fresco, había muchos árboles, juegos para niños, me subí a un columpio, parecía una niña pero no me importaba nadie me conocía.

 

Después de un buen rato me senté a descansar en una banca, subo mis pies doblándolos para descansar, saco mi celular para leer un poco de la novela que está muy interesante, después de un rato sentí sueño cerré un poco los ojos recargando mi codo en la banca para sostener mi cabeza,  abrí mis ojos y vi una sombra frente a mi que tapaba el sol mire sus zapatos impecables fui subiendo mi mirada,  vi a  alguien frente a mi con un traje muy elegante y me inundó con un aroma riquísimo a hombre, subo mi mirada hasta su rostro y ahí estaban esos ojos verdes hermosos, santo padre del cielo casi muero, el corazón me pálpito de manera que pensé que hasta el lo podía ver, solo me le quede viendo me sentí tonta.

 

Estaba parado con una mano en el bolsillo del pantalón y con la otra extendida para saludarme, con una voz varonil que se te caen los calzones y te cautivan, me dice – hi, I'm Robert, can I sit with you?

 

 No hablo Inglés, -contesté, traté de estar lo más seria que pude pero si le extendí mi mano y de inmediato lo solté

 

Pero yo si hablo español, hola soy Robert , me puedo sentar contigo? -volvió a preguntar

 

Si quieres- le conteste, baje mis pies y me senté derecha, no sabia que decir pero el si, me preguntó, - ¿como te llamas?

 

Alejandra, -sonrió y me dijo - que hermoso nombre

-Gracias, - respondí

Te tomaría un café conmigo?             – me preguntó

Lo mire, - creo que no sería conveniente

 

Porque? -dijo mirándome a los ojos

Pues porque eres muy joven - conteste, sin cambiar mi cara de seriedad.

 

No creo que eso sea ningún problema, además solo quiero conocerte.

 

Creo que estoy más roja que un tomate, me quede muda, 35 años con el mismo hombre sin ver a nadie más que a mi ex esposo, no sabia como reaccionar, después de un rato le contesté que estaba bien, tome mi bolsa y cuando me iba a poner de pie extendió su mano para tomar la mía y ayudarme a ponerme de pie me llevó hasta su coche sin soltar mi mano, me sudaban las manos, vi que sonrió, abrió la puerta muy caballeroso y entré, cerró la puerta rodeo el auto y subió por el otro lado me mantuve muuuy cerca de la puerta y el le indicó al chófer que nos llevara a donde ya sabía, nomas que yo no sabía donde era ese lugar, no articule ni una sola palabra el tampoco pero yo estaba que moría de los nervios, ahí estaba el hombre guapo que tanto me decía Silvia que consiguiera, nomas que podría ser mi hijo.

 

Después de 5 minutos estábamos frente a una casa hermosa con un jardín de esos que solo en las películas ves, no soy de las que me impresionan los lujos la verdad pero era una casa con una muy bonita vista, bueno una mansion, no tuve ninguna expresión solo pregunte, -¿porque aquí? Pensé que iríamos a algún lugar más publico -ya no sabía si bajar con el, salir corriendo y desmallarme.

 

No sabía porque me estaba pasando esto, tanto que les dije a mis hijas que jamás se fueran con un extraño y mirarme aquí haciendo todo lo que les prohibí a mis hijas, como diablos se los podría contar después, Silvia estaría emocionada y diciendo que me acueste con el, no sabia si reír o llorar.

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