NovelToon NovelToon

Decisión

Enamorado

Una joven estando en su segundo año de universidad conoce a un chico en una fiesta en la que fue invitada, se divierten, la pasan bien, e incluso intercambian números de celular.

A la siguiente semana se reúnen ya que habían quedado a través de mensajes de texto.

Ella se llama Samay y el chico a quien conoció en aquella fiesta se llama Eduardo.

La primera salida de ambos fue muy amena y se dijeron en verse una siguiente vez.

Samay tiene un amigo llamado Koichi, ambos han estudiado la secundaria juntos e incluso están en la misma universidad, viven cerca del otro.

Ella se encuentra en casa de él, le platica del chico que conoció en la fiesta que hubo hace una semana.

Koichi: Me alegra, estoy feliz por ti.

Samay: Ay, ni que fuese para tanto.

Koichi: Has hablado muy animada de él. Y eso que solo se han visto en la fiesta y la salida que tuvieron, contando con que has chateado con él.

Samay: Es verdad... Es un buen chico por lo que se ve.

Koichi: ¿Solo es amistad?

Samay: Claro. -él sonrió pero por dentro quería que solo fuese eso, amistad entre ese chico y su amiga-

Él, Koichi, ha estado enamorado de ella, de su amiga Samay, no se atreve a decirle lo que siente ya que teme que eso pueda arruinar su amistad, la quiere como también quiere su amistad con ella. Le duele que ella hable animadamente sobre ese chico llamado Eduardo, le gustaría conocerlo como a la vez no.

Samay: ¿En qué piensas? -agita su mano en la cara de su amigo a quien se ve perdido en sus pensamientos-

Koichi: Oh, hola.

Samay: ¿Hola? ¿Qué te sucede? De pronto dejaste de estar conmigo, ¿en qué pensabas?

Koichi: En nada, no molestes.

Samay: Ni que hubiese pensado en eso, bobo.

Koichi: Jajaja, ok.

Samay: Y ya que estoy en tu casa, ¿me invitas algo de comer? Tengo hambre. Son las... -mira la hora en su reloj que está en su muñeca derecha- Son casi las 19h, con razón tengo mucha hambre.

Koichi: Está bien, te invitaré a cenar, ¿quieres afuera o aquí?

Samay: ¿Cocinarás para mí?

Koichi: ¿Qué dices? Sabes que no se nada con respecto a la cocina. Me refiero a delivery.

Samay: Hmm... -hizo una mueca de desagrado- Bueno... -luego mostró una sonrisa-

Koichi: Prometo aprender a cocinar.

Samay: No es necesario, si no te gusta está bien, no pasa nada.

Koichi: No estaría mal aprender, ¿qué tal si me enseñas a cocinar? Aunque sea lo básico.

Samay: Está bien, lo haré. La otra semana ¿te parece bien?

Koichi: Por supuesto, cuando puedas.

Él había llamado para que le trajeran algo delicioso que incluía gaseosa. El pedido había tardado unos 15 minutos en llegar, él pagó.

Ella agradeció y ambos pasaron de estar en la sala al comedor para cenar. Habían pedido un rico pollo a la brasa.

Después de comer y platicar, es que él va con ella a su casa pues la había acompañado.

Ambos alquilan una casa pequeña y que queda cerca a la universidad, ambos trabajan medio tiempo, ella por internet pero él tiene que hacerlo haciéndose presente. Ambos viven no tan lejos del otro.

Los días siguientes su curso y los amigos hablando y viéndose prácticamente todos los días, se sentían bien en compañía del otro.

Lo que sí incomodaba a Koichi es que aquel chico le escribiera pero sobre todo, que ella le prestara atención. Lo más seguro es que él se sintiera mal consigo mismo por no decirle lo que siente a su amiga, quería buscar alguna manera de decirle lo que siente sin que tenga que perder su amistad en el proceso.

El tiempo pasaba y ambos se veían menos ya que Samay tenía encuentros con el chico que había conocido en aquella fiesta.

La chica llamada Samay, quería casarse, formar una familia con el chico que ella querría para su vida. Ella tiene sentimientos por su amigo pero no quiere arruinar su amistad con él, también de que el chico que conoció en la fiesta le está pareciendo muy interesante y le gusta, se muestra muy detallista y muy atento con ella de manera notable, en cambio con Koichi, claro que es atento pero no suele ser resaltante para ella.

Un día, Samay va feliz a la casa de su amigo y este la recibe con una sonrisa ya que la ve feliz, ella entra y pasa a sentarse, él cierra la puerta y la acompaña sentándose también.

Koichi: ¿Qué sucede? ¿Por qué estás feliz?

Samay: Eduardo, me propuso estar y acepté.

Inmediatamente, a Koichi se le fue la sonrisa de inmediato, él quería decirle lo que siente por ella la siguiente semana pero llegó demasiado tarde. Fingió sonreír y estar feliz por ella así que la felicita.

Samay: Gracias amigo. -él la abraza y ella corresponde el abrazo- También me dijo que le gustaría que nos casaramos.

Koichi: ¿Eh? -sorprendido- Pero, ¿no crees que eso es muy pronto? Digo, apenas están saliendo, ¿cuánto tiempo llevan conociéndose?

Samay: 6 meses ya. Y sí, yo también creo que es algo pronto pero es que él es muy atento y muy amable conmigo.

Koichi: ¿No sería que deberías conocerlo un poco más?

Samay: Por esto estoy saliendo con él.

Koichi: Ah, bueno, si a ti te parece bien... Entonces, felicidades otra vez.

Samay: Gracias otra vez. -su celular suena- Oh, es él, contestaré.

Samay: Hola, ¿qué tal tu día? Eso es genial. Sí, estoy en casa de mi amigo. Ok, ya salgo, nos vemos.

Samay: Debo irme, nos encontraremos en el camino, ya salió de trabajar. Adiós Koichi.

Le da un gran abrazo y se va, él quedando triste por esto ya que su amiga al fin tiene pareja y no es él.

Koichi: Supongo que eso es lo que debió pasar, ¿por qué soy tan lento? Pero... También me preocupa mi amistad con ella. Samay... Espero que te vaya bien en tu relación con ese chico. Yo... Estaré para ti, somos muy buenos amigos. Ojalá poder verte un poco más seguido, con eso estaría feliz, sería feliz. El verte sonreír... También me hace feliz, te deseo lo mejor.

Te quiero en silencio

Una semana había pasado y Koichi había visto a su amiga una vez, la siguiente semana fue igual, cada vez la veía menos y tenía menos contacto con ella.

Un día, él yendo a la cafetería de la universidad los ve muy animados haciendo que él se sintiera mal, mal por no haberle dicho sus sentimientos hacia ella pero también se pregunta si ella le correspondería o lo rechazaría...

Koichi: (¿Me hubiera rechazado amablemente?) Ja... (Rechazar amablemente...) -alguien se acerca a Koichi y le toca el hombro- Oh, Kai, ¿qué tal?

Kai: Hola amigo, bien, ¿qué te parece si salimos un rato esta noche? Es viernes ya.

Koichi: No puedo, ando ocupado.

Kai: Siempre andas ocupado, deberías salir aunque sea un rato.

Mira a su amigo y luego voltea a verla unos segundos para luego regresar su vista hacia su amigo y aceptar la invitación.

Llega la noche y están reunidos en un departamento de uno de los chicos de su círculo de amigos, habían chicos y chicas.

Karla: Mira quién se animó a venir.

Dani: Es verdad, mañana lloverá seguro jajaja. -el resto también rió-

Koichi: Ja, qué gracioso. -dijo sarcásticamente- Vine a ver qué tienen de bueno ustedes.

Dani: Ya.

Sofía: Verás que así es, toma asiento.

Las horas fueron pasando y Koichi la estuvo pasando bien, hubo bromas, algunos juegos, pero uno que otro bebió alcohol, no tanto.

Se habían quedado hasta pasando la medianoche, ya después de esa hora es que cada uno se fue retirando de allí.

Koichi llegó a su casa a eso de las 3h, siendo ya demasiado tarde, se sentía cansado así que se va directo a su habitación echándose en su cama y quedando profundamente dormido de inmediato.

Su casa es flat, no tan grande pero sí espaciosa.

Llega el día siguiente y se había despertado tarde, no tenía ganas de levantarse pero debía hacerlo ya que tiene mucha hambre.

Koichi: (Creo que debería aprender a cocinar) Ella debe ayudarme.

Después de haberse levantado de la cama e irse al baño, se dirige a la sala y se sienta a ver la tv un rato para luego irse a bañar. Ya listo y cambiado es que vuelve a la sala y se pone a ver una película que no veía hace años y que justamente está en aquella aplicación/página que acababa de estrenarse hace unos días.

La película se llama "galgameth", es una película de fantasía, que se transmitió hace muchos años. Recuerda poco de esa película, lo que sí es que le fascinaba de niño.

Una vez acabada la película la volvió a ver otra vez. Ya cuando acabó de verla por la 2da vez consecutiva, se levanta y va finalmente a comer pues no tenía hambre en un inicio.

Sale yéndose hacia un restaurante local quedando cerca de su casa y a lo no muy lejos es que ve al novio de su amiga y conforme avanza es que se acerca a saludarlo.

Koichi: Hola, Eduardo.

Eduardo: Hola. -sonando serio-

Koichi: ¿Qué tal?

Eduardo: Nada, debo irme. -se va. Había estado parado viendo su celular-

Koichi: Extraño... -dijo bajo-

Continúa su camino yéndose hacia ese restaurante y llega para entrar, sentarse y pedir la comida que le gusta.

.....................................

Koichi: Hola, hace mucho que no nos vemos, te extraño... Amiga.

Samay: Hola, no esperaba verte y menos que vinieras a verme a mi casa.

Koichi: ¿Puedo entrar?

Samay: No creo, será en otro momento.

Koichi: ¿Por qué? Extraño que andemos juntos, veamos películas juntos, salgamos como antes. Sé que tienes una pareja pero también deberías tener tiempo para los amigos, digo.

Samay: ¿Qué te parece si nos vemos este fin de semana? Edu se irá a ver a su familia, viajará para verlos.

Koichi: Está bien, te espero en mi casa.

Samay: De acuerdo, así quedamos. -Koichi asiente y se retira. Había estado parado en la puerta y ella muy cerca del marco de la puerta-

Llega el fin de semana y ella va a casa de su mejor amigo, este la recibe feliz.

Entra y se sienta en el sillón y se ponen a platicar del tiempo que no se habían visto muy animadamente. Él está feliz de verla, de oírla.

Ella se queda hasta pasado la medianoche, habían visto una película, claro que después de haber hablado mucho. Koichi la acompaña a casa y antes de que ella entre le dice algo.

Samay: Cuando acabe la universidad me casaré con Edu.

Eso lo sorprendió demasiado pues no se esperaba tal cosa, claro que está feliz por ella y que le esté yendo bien con él pero...

Koichi: ¿Crees... Crees que a tu familia le gustará?

Samay: Ambos sabemos que me fui de casa ya que ellos querían tomar mi vida y no estaba dispuesta a aceptar tal cosa.

Koichi: Tienes razón, felicidades. -dijo un poco triste y su amiga lo notó-

Samay: Se supone que deberías estar feliz por mí, eres mi mejor amigo. Te prometo que eso no disminuirá nuestra amistad, seguiremos siendo grandes amigos.

Koichi: No dije lo contrario.

Samay: No sé si se es muy joven o mayor el casarme a esa edad pero estoy bien con ello.

Koichi: Claro, nos vemos, entra ya, adiós. -se va triste a su casa-

Llega a su casa y está realmente triste, le chocó la noticia pero sabía que no podía hacer nada, solo dejarlo así.

Koichi: Sabía que debí decirte lo que siento.

El tiempo que duró la carrera de ellos, él la veía poco, más bien no quería verla mucho para así no sentir su dolor grande, ella quería seguir viéndolo pero él ponía excusas y ella... Samay se sentía mal de no poder verlo, ella lo quiere pero piensa que quizá eso sea lo mejor.

Llegó el año en que culminaría su carrera y que pronto se casaría.

Koichi: No quisiera que te casaras, quiero que disfrutes de la vida. -ambos se encuentran en la playa, en las piedras sentados y más o menos cerca a la orilla del mar-

Samay: Oh vamos, también puedo disfrutar de mi vida, el hecho de que esté casada no quiere decir lo contrario.

Koichi: Sabes... Tengo algo que-

Fue cortado por una llamada telefónica por parte de Samay y es que era su prometido. Ella contestó y al cabo de un rato cuelga.

Samay: ¿Qué querías decirme?

Koichi: Ya lo olvidé.

Samay: ¿Era importante?

Koichi: Supongo que no así que no importa. ¿Cuándo te casas?

Samay: En dos días. Sabes, estoy muy nerviosa.

Koichi: No importa, seguro que te verás hermosa.

Samay: Supongo, jejeje. -ríe nerviosa- Te espero en dos días.

Koichi: No iré.

Samay: ¿Por qué? -preocupada- Eres mi mejor amigo, debes ir.

Koichi: Lo siento, debo volver con mi familia mañana, sabes que mi hermano sufrió un accidente.

Samay: Creí que se había recuperado.

Koichi: Todos pensamos eso pero no realmente, así que debo volver. Lo siento y que seas muy feliz, mi corazón está contigo y en tu boda.

Samay: Está bien, tu hermano es importante así que mándale saludos de mi parte.

Koichi: Claro, lo haré.

Están un rato más ahí hasta que ambos vuelven a casa, él la deja y luego se va a la suya y se echa en el sillón.

Koichi: Lamento mentirte, mi hermano ya se encuentra bien pero no podré soportar el verte casarte con otro. -dijo triste-

Amantes

Los 3 habían acabado con éxito su carrera universitaria. Samay estaba lista pronto a casarse con el chico que conoció hace dos años atrás llamado Eduardo.

Para cuando la pareja se casó, su ahora esposo debía viajar ya que había entrado a una empresa 6 meses antes de casarse y que cuando volviera se irían ambos de viaje como luna de miel.

La mujer había quedado sola en su ahora departamento, dejó la casa donde vivía, también con que el contrato había terminado.

Unos días después, ella estaba a punto de salir, abre la puerta y se sorprende de verlo.

Samay: ¿Eh? No esperaba verte.

Koichi: ¿Tan mal soy para ti?

Samay: No digas eso, no creí que vendrías, es todo. ¿Qué tal se encuentra tu hermano?

Koichi: Está ahora bien, espero que siga así. Lamento no haber asistido a tu boda, sé que fue muy importante para ti y lo lamento. Solo que... No quiero alejarme de ti.

Samay: Tu hermano es primero, entiendo que no hayas venido a mi boda, fue sencillo pero lindo para mí. Y no es necesario que te alejes de mí, podemos seguir siendo amigos. Nada va a cambiar las cosas entre nosotros.

Koichi: No, nada va a ser igual, tenías novio y ahora estás casada. No quería esto, no hice nada para evitarlo, ahora sí que estás lejos de mí, nada será igual entre nosotros.

Dijo ya cansado de ese sentir.

Samay: ¿De qué estás hablando?

Koichi: De qué te quiero, te quiero mucho pero fui incapaz de decirte siquiera lo que siento por ti y ahora... Ahora estás con otro, comparten un lugar donde vivir, comparten una cama y... Tus sentimientos... Tus sentimientos están con él ahora pero yo... Sabía que debía habértelo dicho aquella vez en la playa o antes. Soy un idiota, dejé que te fueras sin siquiera habértelo dicho antes. Al menos... Si te hubiera dicho esto, quizá aún estarías con él o no y no me sentiría de esta manera.

Samay: ... Es muy tarde para decir estas cosas pero gracias de todas maneras. -dijo bajando la mirada-

Koichi: ¿Lo sabías? -dijo sorprendido-

Samay: Creo que también me gustas pero no lo sabía y que él fuera tan amable y atento conmigo hizo que estuviera encantada con él, me gusta... Sí, pero no como lo es cuando estoy contigo y creí que no era mutuo pero con él, con Edu... No sé qué pasó, quizá se deba a que quiero una familia y ser libre en ella. Sabes cómo es mi familia, ellos... -lo ve- Me fui de su casa, me alejé de ellos.

Koichi: Me alegra oír eso de ti, lamento hacértelo saber muy tarde. -la abraza- Pero, no quiero alejarme, podemos vernos.

Samay: Sabes que no podemos y es lo mejor para nosotros.

Koichi: No lo digo en ese sentido.

Ella lo mira unos instantes para luego entender y sorprenderse demasiado sin saber qué decir pero... Su corazón se aceleró y sin más lo besó, este correspondiendo de inmediato a ese beso.

Koichi: ¿Ibas a algún lado?

Samay: A comprar cosas para la semana.

Koichi: ¿Crees poder quedarte en mi casa unos días? -Él sabía que el esposo de su amiga se encuentra de viaje ya que ella le había dicho a través de un mensaje de texto-

Samay: Está bien. -sonríe y se lleva un poco de ropa para estar en casa de su ahora amante-

Llega a casa pero se siente diferente, ahora ella es una mujer casada con sentimientos difíciles de digerir pero estar en este momento con el chico que quiere y que su amor es correspondido pero no en la forma en que ella quería que fuese, aceptó eso y si sucede algo malo lo asumirá con responsabilidad.

Ambos se pasaron la tarde hablando, ya al anochecer es que empezó a cocinar y de paso a enseñarle a su amigo de cómo hacerlo.

Ya la cena lista es que se disponen a cenar muy amena.

Koichi: Gracias por aceptar esto y lamento los problemas que pueda causarte.

Samay: Está bien, no pasa nada. Asumiré esto si algo sucede. No seré la única aquí. -él le sonríe-

Después de cenar, él lavó los platos. Vieron una película y luego se fueron a lavar los dientes para irse a dormir aunque él no quería dormir quería algo más pero temía que su esposo vaya a darse cuenta de ese detalle y se lo hizo saber pero ella dijo que está bien, que no pasa nada y que ya dirá cualquier cosa.

Koichi: Esto que haces... Por mí, realmente lo aprecio. Te quiero.

La besa y de paso que va acariciándola, sintiendo cada parte de ella, a lo que ella también, van juntándose, sintiéndose, siendo solo ellos esa noche.

Al día siguiente ella se despierta y no lo ve a su costado así que sonríe con lo que pasó anoche, se levanta y va al baño. Al salir es que se pone una bata de él y sale dirigiéndose hacia el comedor y lo ve saliendo de la cocina muy feliz, a lo cual ella siente curiosidad.

Koichi: No preparé el desayuno pero lo compré y ordené para ti, justamente iba a despertarte pero me alegra que estés aquí, ve a sentarte que llevaré el desayuno a la mesa.

Ella hace caso y él se va a la cocina y lleva el desayuno ya servido para ambos y ella feliz por este gesto de él, aunque ya lo conocía pero esta vez es diferente.

Ambos saben que lo que están haciendo está realmente mal pero lo sobrellevarán de alguna manera.

Los días en los que ella se quedó con él fue muy lindo, más bien parecían ellos una pareja ya oficial.

Tocó que ella vuelva al depa y así lo hizo, lo hizo un día antes de que su esposo regresara y limpió el depa.

Al día siguiente él llega casado y ella lo recibe muy animada.

Edu: El viaje fue cansado pero sensacional, pudimos cerrar todo y fue beneficioso para nosotros, ¿y que crees? Nos dieron un pequeño aumento. -se encuentra sentado en el sillón-

Samay: ¡Eso es maravilloso!

Edu: Claro que salimos a beber a algún bar y de paso ir a otro lugar pero obviamente yo no fui, me regresé al hotel ya que estoy casado y ansioso para por fin intimar con mi esposa.

Samay: Claro... -apenas sonrió-

Edu: Si no quieres está bien, puedo esperar. Sabes, me gustaría saber a qué lugar te gustaría ir de viaje, en dos semanas me darán libre y podremos disfrutar nosotros.

Samay: (Es verdad... Había olvidado el viaje) A donde tú quieras.

Edu: Quiero que lo escojamos los dos, no es agradable solo yo. Eres mi esposa, compartimos cosas juntos y lo haremos en el futuro así que cada cosa que hagamos lo hagamos los dos.

Samay: Está bien, entonces muéstrame algunos lugares y escogeré, ¿qué te parece?

Edu: Está bien.

Al día siguiente él tuvo el día libre al igual que los que se fueron de viaje. Estuvo viendo en su laptop algunos lugares que podrían interesarle a su esposa para luego mostrarle y finalmente ella escogió un lugar turístico con playa y palmeras. Estuvieron allí solo 5 días en los cuales ambos la pasaron bien y la pareja de esposos tuvieron su momento allí.

Volvieron muy cansados pero felices del viaje. Ella le dijo una mentira ya que él se dio cuenta de un detalle del cual su esposa no llevaba ahí abajo. Samay dijo que fue a una fiesta y que se divirtió mucho y también quería sentir esa sensación, él la aceptó pues también se había divertido antes de conocerla.

Download MangaToon APP on App Store and Google Play

novel PDF download
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play