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Caprichosa.

1:1

Como todos los días, Salomé y sus amigas, Trinidad y Tamara, siempre se sentaban a conversar en la hora de receso del colegio.

-- Chicas, pueden creer que Evan me dijo que sea su novia?-- dijo Tamara en un tono dulce de enamorada-- y le dije que si, la verdad es que nunca pensé que él tomaría la iniciativa-- suspiró.

-- Que bien por ti-- habló Trinidad mientras leía un libro.

-- Y tú, para cuando tendrás novio?-- le preguntó Tamara mientras le apretaba el cachete a Trinidad.

-- Es necesario tener un novio? no sabía que eso estaba de moda-- dijo Trinidad rodando los ojos mientras repasaba otra hoja del libro.

-- Como siempre tan aburrida-- negó Tamara con la cabeza y miró de reojo a Salomé la cual tenía la mirada perdida y sonriendo dulcemente-- y a ti que te pasa?-- sacó de sus pensamientos a Salomé.

-- Que me pasa de que?-- alzó Salomé una ceja mientras colocaba un mechón de cabello atrás de si oreja.

-- No te hagas, estas como tonta mirando por otra parte.

-- Es imposible dejar de mirar a Matthew, el es tan guapo, tan hombre-- sonrió Salomé

-- Matthew te tiene perdida, porque mejor en vez de estar suspirando como tonta, no vas y le dices lo que sientes por él?

-- Yo?...no, yo no tengo el valor, tengo miedo de ser rechazada.

-- Quien puede rechazarte? eres una chica preciosa y la popular del colegio.

-- Bianca también es preciosa y también es la popular del colegio y sin embargo fue rechazada por Matthew-- dijo Salomé.

-- Pero ella es la más coqueta, y puede que a Matthew no le guste chicas así, y tu no lo eres, además, no te diste cuenta que esta mañana Matthew sonrió al verte?

-- Enserio?-- Salomé empezó a acomodarse en su asiento para escuchar mejor y sonrió-- el me sonrió?

-- Claro, yo lo vi con estos ojos tan hermosos-- señaló Tamara sus ojos-- Salomé, has estado enamorada de Matthew desde la primaria, porque no te le declaras? no crees que después de 5 años ya es hora de que le digas a Matthew, "Matthew, tu me gustas"

-- Tamara, es tan fácil hablar, claro como tú ya tienes "novio", además no tengo el valor.

-- No puedo creer lo que estoy escuchando, Salomé Robinson, la chica valiente tiene miedo de ser rechazada? pues como sabes que no le gustas a Matthew si ni le has dicho ni una sola palabra, nada cuesta intentar-- se levantó Tamara y alzó un poco la voz.

-- Tamara, puedes bajar un poco la voz?-- agarró Trinidad a Tamara del brazo sentandola de nuevo-- estas poniendo nerviosa a Salomé.

-- Esta bien! no diré nada más, pero diré algo, yo no conozco a una Salomé miedosa, yo conozco a la Salomé caprichosa y decidida.

-- Tienes razón, nada cuesta intentarlo-- se levantó Salome de su asiento-- Yo soy Salomé, la chica más linda, con muchos pretendientes, la más popular y la hija del ceo más rico del país, todos están enamorados de mí, nadie me puede rechazar, yo le gusto a Matthew, y como no gustarle si soy tan hermosa-- sonrió Salomé de lado y mordiéndose el labio.

-- Así se habla! esta si es Salomé-- agarró Tamara el brazo de Salomé y Trinidad se puso del otro lado sin dejar de leer su libro.

-- Es mi momento, en este momento, le diré a Matthew que me gusta-- Respiró Salomé y decididamente se subio a una tarima y agarrando el micrófono que había en ella, lo encendió-- Hola, soy Salomé Robinson, muchos de ustedes me han de conocer-- empezó a hablar.

-- No debiste de decirle a Salomé que se le declare a Matthew-- habló Trinidad de repente mirando a Tamara la cual la miró confundida.

-- Porque lo dices?

-- Matthew, es un chico que no le gusta a las mujeres tan lanzadas, me entiendes?

-- No, Salomé no es una lanzada, ella solo está haciendo lo que su corazón le manda.

-- No fue su corazón, fuiste tú, y te apuesto todo a que nada va a salir como tú y Salomé piensan-- se alejó Trinidad un poco de Tamara.

-- No les quitaré mucho tiempo-- continuó hablando Salomé-- solo diré unas palabras, y quiero que todos ustedes sean testigos de este momento...-- todas las miradas estaban en Salomé por ese motivo ella se puso algo nerviosa--...Diré una palabras dedicandoselas a un chico muy especial para mí, sí un chico-- todos empezaron a murmurar asombrados-- es una sorpresa verdad? pues sí, eh rechazado a muchos chicos, y el motivo es porque mi corazón ya está ocupado, y la persona que lo ocupa...-- bajó Salomé de la tarima--...es...-- dió un par de pasos en medio de un columna de estudiantes que la miraban ansiosos por saber quien era aquel chico. Todos abrían paso dándole oportunidad a Salomé, la cuál estaba caminando en dirección a Matthew, y cuando quedó en frente de Matthew el algo extrañado la miró-- Matthew Cooper-- sonrió Salomé y todos sonrieron sorprendidos mientras que Matthew solo la miraba sorpresivamente-- Matthew, tu me gustas.

2:2

5 años antes...

Salomé siempre a sido una chica llena de lujos al ser la hija del ceo más rico de su país, y de su madre, Josefina de Robinson, la modelo más aclamada y contratada, la cuál dejó su carrera al quedar embarazada de su única hija, Salomé; la chica más consentida, la cuál es un tesoro apreciado para sus millonarios padres, que le cumplen todos sus deseos y caprichos.

-- Papá! yo quería el celular de último modelo! no este!-- tiró Salomé el hermoso celular dorado que había sacado de su caja de regalo de cumpleaños.

-- Cariño, pero este me pediste hace un mes, este era el que querías-- trató de calmarla el señor Francisco cuando la pequeña preadolescente de su hija se revolco en el piso comenzando a llorar a mares.

-- Pero cambié de opinión! el nuevo a salido hace dos semanas, y yo quería ese!-- reclamo la niña con una voz entre cortada.

-- Salomé, compórtate, si te portas como una niña de tu edad te compraré la otra semana el celular que deseas, pero ahora conformate con lo que quieres!-- agarró su madre del brazo a Salomé.

-- Yo lo quiero ahorita! ahora!-- vocifero Salomé.

-- Salomé silencio! por estar gritando no te compraré nada, y si sigues llorando te castigare quitandote el celular-- Josefina susurrando agarró del brazo a Salomé para llevarla a su habitación.

-- Eres mala mamá!-- gritó Salomé soltandose de su madre-- te odio!-- salió corriendo perdiéndose por el pasillo en dirección a la puerta principal de la mansión que se dirigía directamente a la calle.

-- Salomé regresa!-- gritó Josefina cuando su hija abrió la puerta principal-- Salomé!-- corriendo por las escaleras no alcanzó a Salomé la cuál había salido corriendo a toda prisa.

Una hora después, Salomé se detuvo en una parada de buses, y se sentó en una banca.

-- ¿Estas bien?-- Salomé alzó su cabeza al escuchar la voz dulce de un niño.

-- ¿Quien eres?-- preguntó Salomé secándose las lágrimas.

-- Yo...

-- Salomé!-- la niña al escuchar la voz de su madre volteó y corrió al ver a Josefina la cuál estaba con los brazos abiertos-- mi amor! mi niña!

-- Mami! estaba asustada, pensé que no volvería a verte-- susurró Salomé.

-- Estas bien? no tienes nada?-- negó la niña con la cabeza-- Salomé, te mereces una cachetada por salir corriendo de la casa, pero no lo haré porque estoy feliz de que estés bien. Tu padre está preocupado, vamos al auto, en casa hablamos-- ambas se levantaron y cuando Salomé estaba por subir al auto volteó para ver si el niño que se le acercó estaba, pero Salomé hizo una mueca de decepción al ver que el niño había desaparecido.

Pasaron los días, comenzaban las clases, Salomé estaba tan feliz de entrar a una nueva escuela.

-- Mi niña hermosa, te vendré a ver cuando se terminen tus clases-- se despidió Josefina de su hija dándole un beso en la frente-- cuídate-- se trepó a su limusina cuando Salomé entro a la escuela.

-- Eres Salomé Robinson?-- preguntaron dos niñas cuando Salomé entro a su curso.

-- Si-- respondió Salomé algo tímida.

-- Hola, me llamo Tamara y mi prima de llama Trinidad. Sabíamos que íbamos a tener una compañera nueva, así que supongo que no tienes amigas, verdad?-- negó Salomé lentamente-- bueno, no tienes de qué preocuparte, ahora ya tienes dos, no es cierto Trinidad?

-- Sí, nos encantaría que seas nuestra amiga.

Así fué como las tres se hicieron mejores e inseparables amigas. Pero lo mejor comenzó dos semanas después, todos los compañeros de Salomé, incluyendola a ella, recibieron la noticia de su maestra que tendrían un compañero nuevo.

-- Niños, como les dije, les quiero presentar a su nuevo compañero...-- habló la maestra y Salomé no le prestó atención agachando su cabeza hacia su banca-- Matthew Cooper.

-- (Que aburrido, otro vago y relajoso)-- pensó Salomé sin mirar, y rodando los ojos se atrevió a mirar al niño--(El...no es el niño que se me acercó?!)-- abriendo los ojos como plato-- (Pensé que era imaginación mía, pero ahora sé que ese chico guapo me habló)-- suspiró.

Cada día que pasaba, a Salomé le gustaba más Matthew, sabía que el no era un niño cualquiera, aparte de ser guapo, era inteligente, fuerte, decidido y valiente.

Presente: La declaración de Salomé.

-- Matthew Cooper, me gustas-- dijo Salomé con una sonrisa de lado a lado.

--....-- había un silencio total por parte de Matthew, el cual no dibujó ninguna expresión en su rostro, cruzándose de brazos observó fijamente a Salomé-- No me interesa estar en una relación con nadie, y menos con una chica lanzada, pero no te preocupes, no eres la primera ni la última que rechazo-- aquellas palabras, aquellas cortas palabras, hicieron borrar la sonrisa del rostro de Salomé, la cuál sentía como si su mundo de felicidad se derrumbaba, como si miles de clavos se clavaran en su corazón, haciendo que el se rompa por completo-- Ahora si me disculpan...iré a hacer algo que sí es importante. La verdad no sé porque pierdo mi tiempo-- con aquellas palabras Matthew desapareció de la presencia de todos.

Salomé conteniendo las ganas de llorar, cayó al suelo sin pensar.

-- Que haces ahí?-- agarraron Tamara y Trinidad del brazo a Salomé, cada una de un lado.

-- Pobrecita, quiere llorar!-- dijo una compañera de otro curso.

-- La tonta pensaba que alguien como ella le podría gustar a Matthew, aunque sea millonaria seguirá siendo la cara bonita y hueca del cerebro-- habló otra chica.

-- Pensaba que Matthew le diría que también la quería-- se burlaron todos los compañeros y empezaron a murmurar.

-- Salomé tiene una amiga, la cual no permitirá que ustedes se burlen de ella-- dijo Tamara completamente seria como nunca, fulminando con la mirada a todos.

-- Jaja-- se rieron todos.

-- No digas nada-- susurró Salomé-- ellos tienen razón, no le gusto a Matthew-- corrió Salomé hacia su salón sin decir ni una palabra más.

3:3

A la hora de salida...

-- Salomé, Sally!-- corrió Tamara gritando el nombre de Salomé cuando ella caminaba hacia las puertas principales del colegio-- te estoy llamando-- agarro del brazo a Salomé-- que te pasa? yo no te eh hecho nada malo.

-- Lo siento pero no quiero hablar con nadie, quiero irme a casa, no quiero escuchar que hablen de mí por lo que pasó en la mañana, adiós-- dijo Salomé sin ninguna expresión en su cara y rápidamente corrió hacia la calle dejando a Tamara con la palabra en la boca.

-- Mi amor! lista para ir a casa?--preguntó Josefina con una sonrisa mientras se arrimaba a la puerta de su gran limusina.

-- Mamá, no me gusta que me vengas a ver, ya no soy una niña-- dijo Salomé en un tono molesto.

-- Pero siempre te he venido a ver, y nunca me has dicho nada-- dijo Josefina cuando Salomé entró al auto.

-- Pero e cambiado de opinión, no quiero que me vengas a ver, entiendes?

-- Te ocurrió algo en el colegio? por eso es que estás de mal humor?

-- Mamá, déjame en paz, por favor!-- desvió Salomé su cabeza poniendo sus brazos en la ventana de la limusina, mientras una lágrima caía por su mejilla--(Porqué Matthew? porqué me tuviste que decir esas palabras que me lastimaron?)

Al llegar Salomé a casa se topó con su padre, el cual con una sonrisa se acercó a ella para abrazarla pero ella esquivandolo subió por las escaleras hasta llegar a su cuarto y encerrarse.

-- Que le pasa a Salomé?-- le pregunto Francisco a su esposa.

-- No sé lo que tiene, está rara desde que fui a recogerla de su colegio, creo que debemos darle un poco de espacio.

-- Porque lo dices?

-- Yo también pasé por la edad de nuestra hija, y sé que está mal por un chico, Salomé a de estar encaprichada por un chico.

-- Un chico?-- se cruzó Francisco de brazos algo serio.

-- Te dejo, iré a tomar café en la casa de mi amiga-- se despidió Josefina con un beso-- te quiero!

-- Un chico, así que está así por un chico-- susurró Francisco-- esto lo tengo que averiguar-- cuando iba a subir por las escaleras, Miriam, la ama de llaves de la casa lo detuvo.

-- Señor-- hablo Miriam haciendo que Francisco diera un pequeño suspiro para bajar.

--Si? que ocurre Miriam?

-- Señor, es que necesito hablar con usted, algo de trabajo

-- Bien, vamos a mi despacho-- caminó Francisco a su despacho y Miriam lo seguía-- que me quieres decir-- dijo cuando entró al despacho.

-- Señor, yo sé que usted es un hombre muy bueno, y le agradezco por haberme dado trabajo, y le quiero pedir un trabajo y no quiero que crea que soy una aprovechada...

-- Con confianza Miriam, pídeme lo que sea con confianza.

-- Ok, tengo un ahijado, de 17 años, el necesita trabajo ya que su madre está muy mal, y el no solo tiene que cuidar de ella, también de su hermana, en resumen yo quería preguntarle si tiene un puesto para él, él es muy trabajador y hará lo que sea, por favor.

-- Mm, con gusto te ayudaría pero todos los puestos de trabajo están ocupados y el único que está vacío es el de limpieza, a menos que el quiera trabajar como limpiador de baños.

-- Si, hablaré con él, estoy segura de que el va a aceptar ese trabajo-- se levantó Miriam de un salto-- gracias señor, muchas gracias.

-- No tienes de qué agradecerme. Entonces si quieres el puede comenzar a trabajar desde mañana, ¿que opinas?

-- Perfecto-- caminó la mujer hacia la puerta-- de nuevo, gracias-- sonrió emocionada saliendo del despacho.

Inmediatamente, Miriam fue a la casa de su ahijado, para darle la noticia de que había conseguido un trabajo para él.

-- Matthew-- abrió Miriam la puerta de la casa de su ahijado con las llaves-- estas en casa?-- caminó hacia el cuarto de Sara, la pequeña hermana de Matthew.

-- Shu-- hizo Matthew una seña cuando Miriam entró al cuarto-- está dormida-- levemente sonrió dejando a Sarita a un lado para poder levantarse-- que gusto verla, madrina-- dijo cuando los dos salieron del cuarto.

-- A mi también. Vine a verte para darte una buena noticia-- sentaron los dos.

-- Se trata del trabajo que te pedí que me consiguieras?

-- Sí, ya lo conseguí.

-- Y de qué voy a trabajar?

-- Mmm, de limpiador de baños-- balbuceo y Matthew la miró confundido

-- No te entendí.

-- De limpiador de baños-- suspiró Miriam.

-- qué?!

-- Es lo único que pude conseguir, en la mansión todos los puestos están ocupados, más bien tendrías que agradecer que tendrás un trabajo decente, y con tu sueldo podrás pagar las medicinas de tu madre, tu colegio y el de tu hermana.

-- Madrina, estoy dispuesto trabajar de todo, pero menos de limpiador de baños, eso no!

-- Pues si quieres no trabajes, pero estarás perdiendo una gran oportunidad, recuerda que siempre se comienza desde lo bajo, puede que después seas un gran empresario. Hazlo por tu hermana y por tu madre, piénsalo. Mañana me dices la respuesta-- salió Miriam de la casa.

-- Dios! que hago?!-- se refrego Matthew su cabeza-- prefiero ser jardinero, pero limpia baños? no, yo jamás!

Diez minutos más tarde, de tanto hablar con el mismo, Matthew, agarró su celular marcando el número de su madrina.

-- Acepto el trabajo-- hablo Matthew algo dudoso-- cuándo podré comenzar?. Perfecto. Entonces trabajaré todas las mañanas para que de tarde pueda estudiar. Adiós-- colgó Matthew tirando su celular en el sofá-- todo sea por mi madre y por mi hermana. Pero nunca supe el apellido de esa familia, ojalá y no me toque trabajar en la mansión de uno de mis compañeros...y si me encuentro con uno?!. No Matthew, ya es tarde para arrepentirse.

Al día siguiente Matthew se levantó muy de mañana, dejando a su pequeña hermana al cuidado de su vecina.

Matthew recibió un mensaje de su madrina, donde estaba indicado la mansión donde iba a trabajar.

Al tocar el timbre de la mansión de los Robinson, su madrina lo recibió.

-- Sabía que no ibas a dejar pasar la oportunidad de trabajar-- hablo Miriam dejando pasar a Matthew.

-- No me quedó de otra-- susurró Matthew viendo todos los lujos que había dentro de esa mansión-- donde están los dueños de esta casa? esta todo en silencio.

-- Los patrones no están, solo está su hija.

--Por cierto, cual es el apellido de ésta familia?

-- Robinson, la familia Robinson.

-- Robinson? ese apellido me suena conocido-- susurre-- bueno, vamos a ver los materiales para empezar a trabajar?

-- Si-- tomó Miriam del brazo a Matthew.

-- Cuántos baños hay en esta casa?

-- 10 baños.

--10 baños?! no podré terminar en dos horas, y más si son grandes.

-- Puedes lavar 5 hoy y mañana los otros últimos 5, no hay problema, pero eso sí tiene que quedar todo limpio-- dijo Miriam cuando llegaron al primer baño del segundo piso.

-- No tengo tanta experiencia como el de un limpia baños, pero haré lo mejor que puerta-- respiró profundo abriendo la puerta del baño.

-- Eso espero, ahí adentro están las cubetas, el agua y el jabón.

-- Ok, deseame suerte-- cerró Matthew la puerta del baño-- por donde comienzo?-- rodó los ojos agachandose para agarrar la cubeta. Mientras Matthew estaba jabonando el agua, alguien abre la puerta haciendo que Matthew se mojara.

-- Que te pasa imbecil?!-- Matthew alzó su mirada, encontrándose con la de Salomé.

-- Tu?!-- hablaron los dos al mismo tiempo.

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