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Una Gordita Perfecta.

Alessandra...

Alessandra, una chica de 20 años, ella fue adoptada por el Señor Dante desde los 8 años.

Alessandra fue Dada a luz por una joven, con bastantes adicciones, su madre tenía apenas 16 años cuando la tuvo, ella no podía hacerse responsable de ella así que la dejo en un orfanato, Alessandra creció en ese lugar y para su mala suerte no era adoptada por ni una familia, ella imagino que nunca saldría de ahí, puesto que jamás la elegían a ella. Fue a la edad de 8 años, cuando un hombre como de 40 años, de un porte estupendo y con mucha clase llegó por al lugar, el adoptaría un niño o niña, a ella no le importaba ni le sorprendía puesto que sabía que no la elegirían a ella. Pero eso fue lo que la hizo especial para Dante, todos los niños querían irse con el, por qué sabían que tendrían una exelente vida a su lado, pero a la única niña que no le importaba, estaba en el rincón, sentada en una pequeña banca, con un dedo en la boca. El camino hacia ella y le hablo muy tiernamente.

Dante: Pequeña?.

Le sorprendió que ella lo ignoro por completo, ella estaba de mal humor, no pensaba girar a su dirección, así que Dante había tomado una decisión, la niña que adoptaría seria ella, pero no sería tan sencillo, Dante tenía que encontrar la manera de que ella lo quisiera, así que apartir de ese día el iba todas las tardes después de el trabajo. Los primeros días fueron muy difíciles para el, pues Alessandra era demasiado testaruda, ella tenía un carácter demasiado explosivo, y cuando algo no le parecía se lo hacía notar a Dante. Pero dos semanas después todo era mejor, Dante se quedaba con Alessandra hasta la hora de dormir y le leía un cuento, o le cantaba una canción, ella empezaba a acceder con que el la fuese a visitar, los días que el no iba por cuestiones de trabajo ella se ponía demasiado triste y no quería ni cenar. Tal vez en ese momento se dió cuenta que dependía demasiado de Dante, lo necesitaba tanto como necesito a sus padres por años. El orfanato no era tan malo, pero tampoco tan bueno, ella siempre lograba hacer amigos, pero para su mala suerte siempre eran adoptados y se quedaba sola de nuevo. Mientras tanto para Dante la vida no fue fácil al principio, el estaba perdida mente enamorado de la empleada de sus padres, ellos se oponían rotundamente a eso, pero en su terquedad él decidió andar con ella a escondidas por varios años, pero nada había salido como lo imaginaban, puesto que la empleada salió embarazada de el, por su puesto que los padres de Dante no lo permitirían, ellos intentaron buscarle un esposo a la mujer, pero Dante jamás fue cobarde como para permitirlo, el escapó de la mansión con Bianca, vivieron por años en una pequeña cabaña en las afueras de un pequeño pueblo en Italia, se casaron y ahí crecieron a su pequeño hijo Carlo. Dante puso una pequeña empresa con lo que había ahorrado por años, está había rendido frutos, pero no todo era perfecto, pues después de comprarle a Bianca la casa de sus sueños, está lo engaño con un campesino, ese era el peor golpe que le habían dado a Dante. Ella le dijo que se fuera, que sería lo correcto puesto que esa casa y esos negocios le pertenecían a su pequeño hijo Carlo. Dante solo quería alejarse de ella, pero sin dejar desamparado a su pequeño hijo, así que transfirió todo al nombre del pequeño y le firmó los papeles del divorcio. Dante tenía oportunidad de ver a su hijo por una semana cada mes. El estaba de acuerdo puesto que quería irse a vivir a otro país, no muy lejano, pero si poner distancia entre su ex esposa y el. Así fue como llego a Francia, el no tenía nada en el bolso, más que un millón, con ese millón tenía que buscar la manera de poner un pequeño negocio en una buena zona, para tener muchos más ingresos. Así que optó por la invención de teléfonos móviles, en lo cual le fue de maravilla, teniendo la oportunidad de expandirse en otros países. Así es como tubo la oportunidad de regresar a Italia, como un hombre de negocios y exitoso. Las visitas a su hijo Carlo eran muy buenas al principio, pero con los años el se volvió un joven muy reservado y muy serio igual que Bianca. A los 18 años en se empezó a ser cargo de sus negocios, y Bianca se fue a viajar por todo el mundo. Gracias a los sacrificios de Dante por su hijo, es que el tenía una exelente Educación, aunque si hubiera podido cambiar el destino, el hubiera preferido pasar cada segundo a su lado, pero para su mala suerte solo podía pasar una semana con el. Cuando Carlo cumplió la mayoría de edad ya no quería pasar más tiempo con Dante, el se sentía demasiado solo, puesto que jamás tubo otra mujer y menos la oportunidad de tener más hijos, así que había decidido adoptar a un niño, pero todos sus planes cambiaron al ver a la pequeña Aless. Un tiempo después el había firmado los papeles de adopción y estaba listo para llevársela a casa.

Al llegar Alessandra era muy feliz, por fin tendría una vida común y corriente como los demás niños, ella quería ir a la escuela, tener amiguitos, y Dante le cumpliría su sueño, el la inscribió en la mejor escuela de la zona, ella fue unas cuantas semanas, pero después todo cambio, los niños no querían jugar con ella, la humillarón, por ser una niña bajita y gordita, entonces ella lloraba para no ir, Dante no quería que nadie pudiese lastimar a su pequeña, Así que le contrato maestros en casa, todos los siguientes años ella estudió en la enorme mansión que su padre poseía, alejada de todas las personas que le pudiesen hacer daño.

La puerta de la habitación sonó.

Alessandra: Adelante.

Dante: Que hace la más hermosa?.

Alessandra: Compraba ropa en línea.

Dante: Tal vez deberías de salir Cielo. Ya se, sal con Glendy, y compren ropa para las dos, la próxima semana es tu cumpleaños número 20 y pienso llevarlas a cenar.

Glendy era la única amiga que Aless tenía, ella era una joven que vivía a unos kilómetros de la casa, así que siempre procuraba ir de visita a la casa de los Russo.

Alessandra: Ahora ella no puede, está en la escuela, pero estoy segura que cuando salga vendrá.

Dante: Bien, bajemos a comer.

Alessandra era lo que le deba emoción a la vida de Dante, si ella era feliz el igual lo era, la quería tanto como si fuese su propia hija, su forma de ser le encantaba, siempre era demasiado Alegre, y cuando salían no tenía problemas para Aser amigos, todas sus inseguridades se habían acabado en cuanto ella creció, en verdad se había convertido en una linda mujercita, los chicos siempre le pedían su número, pero ella estaba segura que todos querían estar con ella por interés, todos sabían que su padre era millonario, y que ella tenía una vida de reina, así que las chicas que se acercaban solo lo hacian para sacar provecho de su amistad, y los chicos para ganar popularidad.

Negocios...

Mientras tanto, a Carlo lo hizo abrir los ojos la voz de su madre gritando desde abajo.

Bianca: Mi cielo, dónde estás?.

El se puso de pie y camino aún con sueño y bajo por las escaleras.

Carlo: Cuando has llegado madre?.

Bianca: Ha Sido hace un momento, pero e venido a saludarte.

el bajo en dirección hacia ella y le dió un beso.

Carlo: Bien, volveré a la cama, debo despertar en una hora.

Bianca se quedó parada al pie de las escaleras viendo cómo su atractivo pero seco hija la dejaba con las palabras en la boca. Bianca en verdad lo amaba, ella había arriesgado demasiado por verlo feliz pero su carácter de Carlo, no ayudaba en nada, el era muy distante y de muy pocas palabras, tal vez le había afectado su separación con Dante?. En ese instante lo recordó, tenía demasiados años sin saber de el, se abría casado de nuevo?. Desde que Carlo cumplió la mayoría de edad ella se dedicó a viajar por el mundo, jamás supo más nada de Dante, y tampoco era que le interesará, ella solo visitaba a si hijo algunos fines de semana, y eran visitas demasiado rápidas, puesto que a Carlo le molestaba la gente, a ella la toleraba solo por el echo de ser su madre.

Una hora había pasado, Carlo abrió los ojos y camino hacia el gimnasio, hizo una hora de ejercicio y desayuno algo ligero, se metió a la ducha y se arregló apropiadamente para el trabajo, para el era su vida entera, no sabía más nada que no se tratase del trabajo, el solo estaba en la oficina o en casa. Salió al garage y tomo uno de sus autos, manejo a toda velocidad hasta su edificio, al bajar del auto se llevó una pequeña sorpresa, ahí estaba Dante, parado esperándolo.

Dante: Hijo.

Carlo: Padre?.

Dante le dió un abrazo a Carlo, y este fue muy poco correspondido.

Dante: Quise pasar a verte y a proponerte algo.

Carlo: Bien, vamos a mi oficina.

Dante estaba en verdad feliz, si fuese por el no le importaría hacer un largo viaje todos los días para verlo.

Dante y Carlo, caminaron hacia la oficina.

Carlo: Toma asiento, papá.

Dante: Bien estube pensando en una idea maravillosa.

Carlo: Te escucho.

Carlo no era mucho de hablar, pero sin duda era muy bueno para escuchar.

Dante: E pensando en una asociación, unir las empresas.

Carlo se quedó petrificado en su lugar, el había querido eso por años, deseaba tener lo más Serca a su padre, pero su forma de ser, jamás le había permitido decirle.

Carlo: Me parece bien.

Dante: Valla pensé que no te agradaría la idea.

Carlo: Es perfecto, quién estaría a cargo?.

Dante: Yo pensaba en ti, y en Alessandra.

A Carlo no le disgustaba la pequeña, no podía decir que le caía bien o mal, puesto que jamás la había visto, solo escuchaba las maravillas que Dante hablaba de ella.

Carlo: De acuerdo, me parece bien.

Dante: Entonces mañana mismo tendrás los papeles para firmar.

Dante se puso de pie, le dió un abrazo a su hijo y se dirigió a la salida en donde sus guardaespaldas lo esperaban.

Mientras tanto Alessandra en el centro comercial.

Alessandra: Me gusta este vestido.

Glendy: Se te verá perfecto.

Alessandra: En verdad lo crees?.

Glendy: Si será muy adecuado para cena de tu cumpleaños.

Alessandra: Tan rápido han pasado los años.

Glendy: Si aún recuerdo cuando nos conocimos.

Glendy era la típica chica delgada y bonita, y amaba con todo su corazón a su mejor amiga Alessandra, era la amistad más pura que había tenido, estaba siempre para aconsejarla. Las chicas compraban y en ese momento Robie llegó.

Robie: Como están.

Alessandra: Comprando mucha ropa.

Glendy: Hacia es hermano, nos invitarás a helado.

Robie era el hermano mayor de Glendy, tenía 25 años y las acompañaba a dónde fuese, para que no les sucediera nada.

Robie: Claro, si Alessandra quiere helado iremos.

Robie era el típico chico guapo, el había estado comprometido pero su novia lo dejo unos días antes de la boda, no era para nada el tipo de Alessandra, pero siempre que el tenía oportunidad le tira indirectas sobre romance.

Alessandra: Bien, será otro día, papá debe de estarme esperando para cenar.

Robie alzó las manos en señal de rendición y dijo.

Alessandra: Bien te llevaré a casa. Glen tiene que llegar a sus clases de piano.

Glendy: Es cierto.

Esa noche Aless llegó a casa y mientras cenaba con su padre le hizo una pregunta.

Alessandra: Padre.

Dante: Dime cielo.

Alessandra: Tu sabes bien que jamás te pido nada, pero quisiera un auto.

Alessandra no quería viajar más con sus amigos, o que el chófer la llevará, así que quería su propio auto.

Alessandra: Muy pronto terminaré mi carrera y cuando trabaje te devolveré cada centavo.

Dante: No necesitas devolverme nada, todo lo que quieras lo tendrás. Solo quería informarte una cosa.

Alessandra sabía que eso no iba por buen camino, muy probablemente volverían a tocar el mismo tema de siempre.

Alessandra: De acuerdo dime.

Dante: Aceptás encargarte de la empresa junto con Carlo?.

Narra Alessandra.....

Yo no quería ni siquiera mirarlo, reprochaba la idea de trabajar con el, yo sabía lo que su madre le había echo a mi padre, y por su puesto que no lo aprobaba. Pero por qué negarme? Papá siempre me daba lo que yo quisiera, entonces no era justo negarme a algo que el me pidiese.

Entonces gire a su dirección y le dije.

Alessandra: De acuerdo tu ganas, lo siento como un chantaje, pero lo hare.

Mi padre rio y se paró para abrazarme.

Dante: Verás que serán beneficios para ambos, tanto para Carlo como para ti.

A mi padre le entusiasmaba esa idea y yo no sabía el por qué.

Al día siguiente el salió muy temprano para firmar los papeles con Carlo, yo estaba bastante arrepentida de mi decisión, pero ya no había marcha atrás, no podía retractarme, pero se que el entenderia si en un futuro no quisiera continúar con ese plan.

La invitación...

Hoy fue un día muy agotador, después de tomar mis clases de polldance, tome una ducha y me dirigí a casa de Glendy. Hoy tomariamos café, y comeríamos galletas mientras platicamos, como todas unas señoras. Papá no esta en casa, así que me subo a la camioneta y el chófer me lleva hasta la casa de mi amiga, al llegar la puedo ver poniendo la mesa, así que camino a su dirección y le abrazo muy fuerte.

Glendy: Que felicidad, hace tiempo ya que no hacíamos esto.

Alessandra: Hacia es amiga, pero hoy por fin.

Tomo asiento y ella me sirve café y platicamos por un largo rato.

Glendy: Que te regalará Dante para tu cumpleaños?.

Alessandra: Le he pedido un auto.

Glendy: Amiga, crees que si te lo de?.

Alessandra: El a dicho que si, solo me puso una condición, y no me agrado nada.

Glendy: Bien puedes contarme.

Alessandra: El quiere que trabaje con Carlo en la empresa.

Glendy: Wow, que dichosa, lo has visto antes?. Dicen que es un dios griego.

Alessandra: No lo conozco y tampoco me da curiosidad.

En ese instante una voz me hace brincar de el susto.

Robie: Eres a la única que no le causa curiosidad.

Alessandra: No me importa si es guapo o feo, solo quiero hacer lo que papá me pide.

Robie: Yo lo conozco, lo e visto antes y e tratado con el.

Glendy: Bien, cuéntanos, como es?.

Robie: Es muy soberbio, no quiere entablar conversación con ninguna persona. para mí es el diablo echo hombre, todo lo quiere a su manera, nunca habla, pero cuando lo hace es solo para escupir veneno.

Glendy: Pero hablemos de lo guapo?.

Robie: De nada le sirve, si ni una sola persona quiere estar a su lado, todos le temen.

Alessandra: A mi no importa, yo al fin ni lo quiero a mi lado, solo cumpliré con mi acuerdo y el por mí se puede ir muchoo......

Dante: Cielo, no sabía que estabas con Glendy.

La voz de mi padre me hizo levantarme de golpe de asiento.

Alessandra: Papi, no sabía que estabas aquí.

Dante: Tenía que cerrar algunos negocios con el padre de Glen y de Robie.

Alessandra: Bien Papi, nos veremos en casa.

Dante: Hasta luego chicos.

Robie: Lo acompaño señor Russo.

En el instante que mi pape se fue yo me odie, si mi padre me escucho muy seguro no me lo perdonaría, el amaba con todo su corazón a su hijo, yo no era quien para juzgarlo, ya que el si era su sangre. Esa noche llegué a casa con un enorme miedo, pero sin duda le debía una disculpa a mi padre.

Camine hacia su despacho y toque la puerta.

Dante: Adelante.

Alessandra: Hola papi.

Dante: Has vuelto mi cielo.

El se puso de pie y me dió un beso en la frente.

Alessandra: Quería hablar contigo.

Dante: Te escuchó amor.

Alessandra: No sé si escuchaste o no lo que decía sobre Carlo, quiero disculparme por esas palabras, yo sé que tú no me educaste de esa manera, pero el echo de saber todo lo que su madre te ocasiono.

Dante: Yo no escuché nada hija, pero quiero que entiendas que el no es el culpable de lo que su madre hizo, yo los amo a ambos y jamás podría elegir entre uno de los dos.

Alessandra: Lose papi, perdón de verdad.

Dante: Tengo una exelente idea.

Yo ya sabía que las exelentes ideas de mi padre en realidad nunca tenían nada de exelente.

Alessandra: Claro dime.

Dante: Lo invitaremos a tu cena de cumpleaños.

Por su puesto que no quería, el echo de tenerlo enfrente de mi no me agradaba, pero jamás le rompería el corazón a mi padre, así que acepte.

Alessandra: Claro papi, estoy de acuerdo contigo.

Dante: Lo podrás conocer, verás que es un exelente hombre, el mejor de todos, si tú crees que tu padre es maravilloso, imagínate lo a el.

Nada de lo que papá dijera me haría cambiar de parecer, el para mí no era el mejor, no existía ni un solo hombre mejor que mi padre.

Narra Carlo....

Estoy trabajando en la oficina hasta tarde, en ese momento el teléfono suena, yo espero que mi empleada me envíe la llamada, pero después recuerdo que ella se a ido a casa. Me pongo de pie y camina hacia su escritorio y contesto.

Carlo: Russo.

Dante: Hijo, llamo para hacerte una invitación.

Carlo: De que se trata.

Yo odiaba todo lo que se tratara de salir, pero me fascinaba todo lo que se tratara de mi padre.

Dante: El fin de semana es su cumpleaños de mi bella Aless, quiero que cenes con nosotros para conocerla.

No sé que pensar al respecto, tal vez esto podría ser bueno, pero y si no?. Pero aceptaré por qué se que a papá le emociona esa idea.

Carlo: Ahí estaré.

Cuelgo el teléfono y miro la hora en mi reloj, ya es demasiado tarde, miro a mi alrededor y todas las luces de el edificio están apagadas, así que tomo mi maletín y me dirijo mejor para mí mansión a descansar. Pero eso es imposible, por qué al llegar puedo ver el auto de mamá estacionado.

Bianca: Mi cielo, vine a verte.

Mi madre me abraza y me besa demasiado.

Carlo: Bien, que pasa?.

Bianca: Moría por verte, cómo estás amor.

Carlo: Estoy bien.

Bianca: Cenemos el fin de semana, para platicar.

Carlo: Lo siento, e echo planes ya.

Bianca: Carlo, que puede ser más importante que tu madre?.

Se que está idea no le fascinara, pero si no le digo yo sé que se enterará por los medios.

Carlo: Cenaré con mi padre y con su hija.

Puedo ver su cara de disgusto de mi madre, entonces me tomo de la mano y me hizo sentarme en el sofá.

Bianca: Solo te puedo decir que te cuides, tu padre es un maldito imbécil, no se da cuenta que la mocosa solo se quiere aprovechar de el sacándole dinero.

Yo odiaba que le dijera eso a mi padre, pero pelear. con mamá sería como iniciar una guerra.

Carlo: Bien lo tendré en cuenta.

Tome mi maletín y subí a mi habitación dejando a mi madre una vez más con las palabras en la boca.

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