Murió de una manera tan patética que da lástima, pero, algo de lo que puede sentirse orgullosa de sus últimos momentos de vida, es que no se dio por vencida tan fácilmente.
Sus parpados pesaban, '¿Es este mi final?' penso. Su delgada muñeca no alcanzaba la medicina que se encontraba encima de la mesa, sus intentos seguían,
'Tack', su muñeca se derrumbó, su pecho subía y bajaba, su respiración era entrecortada, ¿cuánto más tenía que sufrir en ese mundo para que este conforme?.
Su familia, si se podía llamar así, nunca le prestó atención, nadie le demostró una pizca de amor o un motivo para seguir viviendo, pero, el saber que en sus hombros recaía una vida que debía, sus ánimos subían. Su sistema inmune, no fue el mejor, un simple resfriado que no mataba a nadie, podía destruir lo poco que quedaba de sus pulmones.
Su cuerpo que se intentaba mantener en pie, se derrumbó en picado al frío suelo, su mirada, se posó en el azul de el cielo, era la última vez que vería el cielo de esa manera, no podría pagar la vida que debía, sus parpados se cerraron lentamente, la última palabra que se posó en su mente fue un "lo siento"
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- ¿Sigues teniendo frío?- Una voz masculina resonó en sus oídos, sacándola de sus pensamientos.
Era su mejor amigo, o bueno, eso creía ella, sus hermoso ojos color rosa parpadearon lentamente, sus largas pestañas se movieron a la par de estos, sus cabellos azabaches se movieron por la brisa de el viento, ella era la viva imagen de una muñeca de porcelana. No solo poseía belleza, también grandes cantidades de magia.
- No - su voz salió ronca, hace poco tiempo tuvo un fuerte resfriado, los escalofríos era constantes después de recuperarse, y la brisa de invierno no ayudaba mucho
- El te tiene una buena temperatura, me mantiene cálida- Una pequeña sonrisa apareció entre sus labios. Sus pequeñas manos tenían una taza de té en ellas, dirigiéndose lentamente a sus labios para poder darle un sorbo.
Recordaba vagamente su muerte, entonces, ¿por qué estaba en una novela?.
"Dos Pequeñas Princesas Han Nacido"
"Wuaaaaa"
Dos llantos provenían de la habitación de la duquesa, dos bebés acababan de nacer, dos minutos de diferencia tenían entre ellas.
Las Mucamas limpiaban el cuerpo de las dos pequeñas bebés, la felicidad y la tristeza invadía sus corazones. El parto fue mucho para la difunta duquesa, fueron 2 bebés, no uno como dijo aquel sacerdote, aquellos ángeles, que acababan de nacer se llevaron la vida de su madre con ellas, fue un golpe duro para el duque y sus dos hijos mayores, o ahora hermanos mayores.
Los pequeños párpados de la bebé mayor, se abrieron, haciendo presencia sus hermoso ojos rosas, las lágrimas no dejaban de salir, 'Soy una bebé.......otra vez ' pensó. Los ojos de las mucamas se cristalizaron, esa pequeña bebé tenía los mismos ojos se su madre. Una de ellas, tomo en brazos a la bebé, la movieron entre sus cálidos brazos para que su llanto se calmara, eso tranquilizo el llanto de el pequeño bebe eh hizo que se durmiera al lado de el cuerpo de su difunta madre, era la primera eh última vez que tendrían contacto con ella.
El cuerpo de la difunta duquesa fue trasladado a otra habitación, aquel Ángel de alma libre había desaparecido de la vida de el duque, pero le dejó dos pequeñas princesas a su lado.
Las bebes fueron a la habitación que ya se había dicho que pertenecería a ellas, solo había una cuna, lo suficientemente grande para que ambas entraran. Sus diminutas manos solo rozaron, pero creo una chispa tan grande alertando a todos los presentes, un dolor se incrustó en su pecho, dolía como el infierno, en su vida anterior era muy común tener dolor en su cuerpo muy constantemente, pero, ahora tenía el cuerpo de un bebé, su llanto y el de su hermana se oyeron, no dudaron en separa a ambas bebés.
La presencia de el duque y los 2 hijos mayores fue de un momento a otro, observaban a las bebes como un tesoro.
- Traigan a esa basura frente a mi- Ordeno al fiel y ya viejo mayordomo, salió corriendo.
Tiempo antes, un sacerdote le dio a su esposa una bendición por su tercer embarazo, tendría un hij@ con magia que da vida, eso era un milagro, lo que no planearon era que nacería 2 bebés y no 1.
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- ¿Hablaras o quieres que te haga hablar?- La fría voz de el duque resonó en los oídos de el sacerdote, causándole un escalofrío que recorrió su espalda.
- El caso que se presenta en la princesas es unico, Duque- Anteriormente tuvo la oportunidad de examinar a las princesas, su caso era único, ¡Sus magias estaban unidas!. Si todo resultaba bien, ambas lograrían sobrevivir, pero era una baja posibilidad.
- El magia de las princesas está unido- su voz era temblorosa, estaba de rodillas enfrente de ese hombre de sangre fría - Si ambas permanecen juntas, una de ellas irá muriendo lentamente, su magia será absorbido por la otra- los rostros de los presentes padecieron, tenían que alejar a aquellas gemelas.
- ¿Que crees que es mejor?- la mente de el duque estaba hecha un lío, tenía que pensar en el beneficio de sus hijas.
- Lo mejor es separarlas- un silencio callo en la habitación, un miedo invadió el cuerpo de ambas niñeras encargadas de proteger a las bebes - La pequeña bebé es la de poder bendito, pero posee poca magia, mientras que la otra princesa, posee grandes cantidades de magia, si pelean por mana entre ellas dos, la mayor de ellas absorberá a la otra- el sacerdote escupió sin más.
Minutos y minutos pasaban, el duque hablaba con sus hijos y con su consejero personal, hasta llegar a algo que los beneficiaría a todos, pero no a ella.
- La bebé de ojos rosados se llamará Meredith, será enviada al castillo que queda cerca de los campos de entrenamiento de los caballeros, será protegida por ellos- su rostro se mantenía neutro ante la tensión que había en la habitación - Mientras que la bebé de ojos azules, se quedara en el castillo principal, le llamaré Melody, esa, es mi última palabra- El rostro de el sacerdote padeció, lo más importante se me había olvidado.
- Su alteza- grito el sacerdote en un tono muy fuerte, todos los presentes se giraron y empezaron a temblar, el rostro de el duque daba miedo.
- Su alteza tampoco podrá tener contacto con la princesa Meredith, al igual que los joven amos- El rostro de el duque se tornó oscuro, al igual que los jóvenes amos, '¿les estaba prohibiendo ver a su hermana'.
-¿por que me prohíbe un don nadie como tú, ver a mi propia hija?- El duque remarcó el "propia", los dos joven amos que estaban a sus lados lo miraban como la peor escoria existente.
- Es por el bien de la princesa Melody- el temblor apareció en su cuerpo, su voz salia entrecortada
- Si el duque y los jóvenes amos permanecen con la princesa Meredith, hay una posibilidad que, al tener contacto con ambas princesas seguido, sus magias se junten, ustedes serían el medio, no queremos eso- parecía todo ser malo para la princesa Meredith, ya que, no solo permanece lejos de su hermana gemela, si no también lejos de su padre y hermanos.
- Nos mantendremos alejados de Meredith, y para ustedes- un pequeño temblor se presentó en las mucamas encargadas de cuidar a Meredith - Procuren que no se acerque a Melody, tampoco que se acerque al castillo principal- La tristeza invadió a las mucamas, una de sus princesa, crecería sin su familia.
"Aquella Bebé, Tendrá Todo Lo Que Quiere"
Todo se llevó a cabo tal cual la palabra de el Duque, las pocas pertenencias de la princesa Meredith fueron trasladadas a aquel castillo, de todos modos el duque, ordenó que aquella pequeña bebé tuviera todas las comodidades posibles, nada le faltaría, pero en el fondo sabía, que le faltaría el amor de un padre y la protección de sus hermanos mayores.
Después de el choque de magia, ambas bebes cayeron inconscientes, no hubo problema en el momento en que tuvieron que llevárselas.
Cuando los pies de la niñera tocaron la habitación de Meredith, se sorprendió, había muchos objetos de Oro, no sólo eso, tenía juguetes, ropa, joyas, todo lo que una princesa más grande querría, pero, no tenía aquel calor paternal, su padre ni hermanos la visitaría seguido, pero al menos esperaba que una carta fuera enviada por su parte.
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Los pequeños párpados se movieron, sus hermoso ojos rosas hicieron presencia, no podía mover tanto su cuerpo como en su vida pasada, pero, realmente no le importaba, sus pequeñas piernas empezaron a moverse a la par de sus manos, eran gorditas, pero también adorables, su boca empezó a emitir un sonido un tanto tierno, lo cual alertó a las niñeras que estaban cerca de la cuna de la bebé.
'Wua, wuu'
Las niñeras observaron que su pequeña princesa ya estaba despierta, después de dos días inconsciente, había despertado, su preocupación era tan alta, que se quedaban cuidando a la pequeña princesa por turnos. Los pequeños brazos se estiraron indicando que la alzarán, un rostro realmente tierno encanto a las Niñeras, no dudaron en alzar a la bebé.
Pequeñas risas empezaron a salir, la bebé estaba realmente feliz estando en los brazos de la niñera, un abrazo tan cálido como ese, no lo tendría dos veces. Un biberón se posó en su boca, no había comido en dos días, su barriguita estaba vacía, la leche era un festín en el momento de tomarlo.
Después de repetir biberón tras biberón, llego la hora de sacarle el gas al bebé.
- Nuestra pequeña princesa es muy obediente- La niñera llamada Stefania decía un montón de halagos algo empalagosos, pero que realmente la hacían sentir bien. Pequeñas palmaditas se posaban en su espalda, la niñera llamada Odela, que al parecer era la principal, le sacaba los gases mientras cantaba una canción de cuna, sus ojos se estaban cerrando, acababa de despertarse, como podría dormir ahora.
- Sus ojos se cierran, lo malo termina y lo bueno aparece, te amo pequeña Meredith- Un diminuto beso fue posado en la frente de la bebé, sus ojos terminaron de cerrarse, 'Mi nombre es Meredith', pensó la bebé antes de terminar de cerra los ojos.
Su cabeza no dejaba de repetir ese nombre, también recordaba vagamente las conversaciones de las mucamas mientras estaba inconsciente, aunque costará creer, de verdad, estaba en una novela, "Solo un poco más", era una novela injusta, ya que Meredith, que ahora era ella, moriría a los 17 en una revolución de el reino, y su familia, tampoco le importó, es como si, una escoria entre ellos hubiese muerto.
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'Al menos está vez, intentaré ser feliz' .
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