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LA BRUJA DIABÓLICA Y EL CAZADOR

INICIO

Un pequeño niño de 13 años miraba desde su detestable prisión como su captora, una bruja diabólica sostenía en sus manos un machete sucio y filoso, la bruja se lo acerca a su cuello, trago saliva y un momento después su cuerpo colapso en el suelo mientras su cabeza rodaba lejos del alcance de su pescuezo.

Usó el arma.

El pequeño vio algo asustado aquella escena, había estado dentro de esa cabaña durante tanto tiempo que se había acostumbrado hasta cierto punto a las desagradables escenas que la bruja le hacía ver cada vez que captura una nueva víctima.

Pero a pesar de ello su verduga jamás intento matarlo, lo dejaba moribundo por las múltiples torturas, pero aún seguía vivo, no sabía la razón y tampoco le interesaba, él perdió la cuenta de las veces que intento escapar de ese horrible lugar y ahora, encerrado y sucio, no sabía si moriría ahí, después de todo la bruja no mostraba ningún signo de vida.

Se asustó al ver la cabeza suelta con aquella cabellera blanca, no sabía si era natural o por vejez, lo vio regresar lentamente hacia su lugar de origen, se había separado por mucho tiempo y tenía el instinto de regresar, para cuando lo hizo se reparó el cuerpo de la bruja tal y como era antes de dar uso a aquel machete sucio y afilado.

La bruja se paró con un dolor en la cabeza y el cuello, se agarró el cuello con una mano; sentía que la habían decapitado, pero no se preocupó porque solo era un sentimiento y no había ocurrido nada.

Giró su cabeza para mirar a su alrededor, se asustó un poco, ya que ella no reconoció el lugar ¿Como podría ella estar en un lugar tan desordenado, lúgubre y maloliente como ese?

Sintió y reconoció su aliento desagradable, no había forma de describirlo, para su buena suerte su sentido del olfato estaba acostumbrado a ello y no le causo problemas estomacales, su piel era grisácea y arrugada, no se reconocía. Temerosa, toqueteo su cara, podía sentir su nariz algo puntiaguda, el marco de sus ojos hundidos por no dormir o tal vez estaba ahí por su naturaleza misma, acaricio su cabello enredado, sucio y maltratado por no ser cuidado en mucho tiempo.

Aún más aterrada por no saber su aspecto solo una cosa apareció en su mente.

[Espejo..., ¡Necesito un espejo!]

Buscó en todo lo que alcanzaba su vista, pues la única luz era el de la chimenea, en ella había un caldero con quien sabe que cosa adentro. Tanto buscar no resulto, lo único en lo que pudo reflejarse así misma fue en un recipiente bastante grande en donde yacía un líquido rojo y espeso, no tuvo tiempo de pensar en que cosa era aquello, lo que buscaba era mirarse a sí misma.

Sus pupilas se dilataron con impacto al mirarse.

Ahí lo vio claramente a pesar de la oscuridad; ¿Cómo procesar aquel horror?, su bella imagen había desaparecido, aquella hermosa y hábil hija nombrada caballero imperial por el mismo emperador ya no estaba, había desaparecido por completo.

[…¿Qué?...]

Caminó hacia atrás hasta toparse con algún muro de la casa y luego caer al desastroso suelo para solo mirar el vacío.

Pasó un tiempo en ese estado y ella se levantó con una sonrisa de oreja a oreja que con su aspecto daba la sensación de ver una película de terror.

«no importa»

Dijo con palabras llenas de rencor y sus ojos mostraban furia.

«Mientras pueda vengarme, no importa»

A ella ya no le importaba en que cuerpo reencarnó con tal de hacer sufrir a ese par de traicioneros. Por ellos es que murió de la forma más estúpida sin mencionar que su orgullo fue manchado al llorar tanto por primera vez en su vida, no lloró cuando sus padres la despreciaron, no lloró cuando su doncella fue hallada sin vida, no lloró cuando se rompió varios huesos en el pesado entrenamiento o cuando peleó con varios monstruos y salió bastante herida sobre todo cuando protegía a los magos que se hallaban lanzando hechizos en la retaguardia.

Levantó la mirada pensando en lo primero que debía hacer.

Lo primero era saber dónde estaba, ella no tenía ni la menor idea de donde se encontraba, lo único que sabía con certeza es que estaba en el cuerpo de una bruja diabólica, sin mencionar que las únicas formas de deshacerse de una es quemando su ser o cortando su cabeza. Pero para su sorpresa ella no tenía quemaduras de ningún tipo y su cabeza estaba en su lugar, no comprendía como pudo morir la verdadera bruja.

Fijó su mirada a su alrededor y se equipó con un arco y un carjal lleno de flechas bastante sucias y viejas por el tiempo sin uso.

Cuando iba de salida cruzó la mirada con unos hermosos ojos dorados que la veían con temor, vio perfectamente al pequeño niño de cabellera negra que se acurrucaba en lo profundo de su celda como queriendo escapar de su presencia.

[esta asustado, ...es normal]

No le sorprendió para nada aquella reacción, era lo normal si te capturaba una desagradable bruja diabólica, pero ahora ella no era una bruja diabólica, tal vez en aspecto, pero no en alma.

Dio un profundo suspiro y salió de la cabaña para darse cuenta de que el sol empezaba a ascender, hubiera disfrutado más de su cálida mañana si no fuera por el putrefacto aliento saliendo de su boca.

Salió a caminar por aquel bosque donde estaba completamente sola, cazó un conejo que por ahí trató de huir al verla, estaba por marcharse. Solo buscaba algo que comer después de todo, cuando oyó el galope de un par de caballos a la lejanía, se subió en un árbol y de ahí vio una carreta conducida por un par de hombres.

Por supuesto una persona normal no hubiera podido saltar un árbol de 13 metros de altura y tampoco podría ver tan claramente a un kilómetro de distancia, ella era una bruja ahora, por lo tanto, su condición física no se podía comparar con la de una persona promedio.

Ella torció en su rostro una sonrisa que se convirtió en una terrorífica al instante, era debido a que ella era algo desagradable ahora mismo. Pero lo supo al instante de ver un gran cofre en la carreta y los conductores que vestían de forma vulgar.

«sera divertido~, hace mucho que no veo bandidos»

— — — — — — —

(Autora: Esperó que disfruten de mi humilde novela de amor y fantasía (/^w^)/)

CAMBIO

Uno de los bandidos bajó de la carreta y entro en la tienda más grande de aquel pequeño campamento de bandidos.

«¡Jefe!, ¡Hemos obtenido un buen botín!»

Un hombre regordete con botella de ron en mano salió con una grata sonrisa en su rostro.

«¡¡¡Kuajajaja, excelente!!!»

Otros dos bandidos pusieron el cofre delante del "jefe", este se acercó con una mirada llena de codicia y satisfacción.

«con esto podremos divertirnos un rato, jejeje»

El resto asintió atentos a sus acciones cuando algo paso velozmente por sus ojos y siguiendo la ruta de aquel objeto sus ojos llegaron al cráneo atravesado de su jefe, sin siquiera un grito de dolor o queja aquel simple cuerpo humano cayó a la tierra de aquel casi abandonado bosque.

La bruja en la copa del árbol sacó otra flecha de su carjal y empezó a disparar a todos los bandidos directo a la cabeza. Y aunque los desdichados trataron de huir gritando por sus vidas no sirvió de nada.

Al final todos terminaron al igual que su difunto jefe.

«...¿Eran bandidos principiantes?» [fue fácil]

La peliblanca bajó del árbol con aquel comentario, fue demasiado sencillo deshacerse de ellos.

Bajo del árbol y fue directo a revisar el cofre con algo de entusiasmo, pero solo encontró ropa fina, algunas joyas y una pequeña bolsa con 25 monedas de oro.

Se desánimo de inmediato y el cerró el cobre de golpe quejándose:

«no fue tan gran botín, hubiera sido mejor si tuviera más dinero»

Miró a sus alrededores al percatarse de algo...

«¿Mm?, pero habiendo bandidos no tan lejos de esa cabaña, quiere decir que hay un pueblo no muy lejos»

Ella saqueó tanto los cuerpos como el lugar y el cofre, azotó delicadamente al par de caballos y se llevó todo en la carreta, incluido su conejo cazado.

***

El pequeño niño forcejeó su celda, pero no logro nada durante horas. Resignado y cansado se apoyó en la pared hasta que oyó el relinchar de caballos.

«...» [¡!]

Quiso gritar por ayuda, pero su voz no salía, habían pasado años desde que no había pronunciado una sola palabra. Simplemente, optó por aferrarse a las rejillas con sus manos llenas de tierra.

«...a... ayu...da...» [maldición...]

Se le hizo muy difícil pronunciar aquellas palabras, pero ahora su voz carecía de fuerza.

Vio la puerta con un sentimiento de pánico y vio entrar a su verduga.

La bruja cruzó miradas con el pequeño niño una vez más. A él se le erizó la piel.

Ella se acercó al pequeño azabache, pero con cada paso que daba, el niño más retrocedía y trataba de ocultarse en lo profundo de su jaula.

Suspiró al ver aquella reacción.

El niño ya escondido, lo más que podía vio delante a la bruja que lo había atormentado durante años.

Se rebuscó así misma toda la ropa mugrienta que tenía, era un vestido bastante sucio lleno de un olor nauseabundo con manchas de sangre ya muerta.

«aqui esta»

Dijo la bruja.

El niño vio la llave en las manos de su verduga, se asustó aún más.

Esta buscó con la mirada una cerradura hasta que vio en lo alto de la celda un candado, sin demoras abrió la celda.

Click.

Era el sonido que indicaba que la celda pronto sería abierta. Podía ver al niño totalmente asustado, este no quería salir porque tal vez su vida estaría pérdida.

La bruja pensó.

[no puedo dejarlo ir, pero tampoco puedo tenerlo encerrado. Además si le digo "hey ya no soy mala ahora soy moderadamente buena", nunca me creería, de seguro este cuerpo le hizo ver atrocidades al pequeño]

Dio otra mirada al niño.

[ademas esta desnutrido y famélico]

Ella optó por lo brusco viendo la situación. Agarró del brazo al pequeño niño y lo sacó a rastras afuera de aquella mugrienta cabaña.

Ella pensaba en sus necesidades.

[necesito alguien que me guíe, antes era noble así que no se nada de como debo actuar en un pueblo, pero de seguro este niño sí. Necesito adaptarme a mi nueva vida primero y tratar de enmendar los errores con este niño]

El pequeño trató de luchar contra el agarre de la bruja, pero fue inútil, era un pequeño débil, así que comparado con la fuerza de una bruja, él era una hormiga frente a un elefante.

El niño perdió todo sentido de peligro al salir de la cabaña, sus ojos deslumbrados veían el sol que no vio por quien sabe cuanto tiempo, ahí dentro de su celda todo el tiempo era oscuro. El suave pasto verde se hizo sentir en sus descalzos pies, había olvidado lo que era algo suave, después de todo dormía sobre tierra y rocas. Sintió el calor entrando por su cuerpo helado, disfruto cada segundo. El viento en su cara hacía que le volviera el sentido del olfato, ni siquiera notó en que momento su verduga lo soltó y ahora miraba un par de caballos marrones, los ojos le brillaron cuáles estrellas.

La bruja miró aquellas acciones con inquietud, ¿Qué tanto había sufrido aquel niño para que se pusiera feliz solo con eso?, se agarró las sienes y por primera vez en todo el tiempo que reencarno pudo oír la voz del niño.

«...ca... caballos» [son caballos]

El pequeño no vio otro ser vivo además de él y aquella bruja por ello estaba tan deslumbrado al ver caballos.

«niño»

Este volvió a su tormentosa realidad al oír la voz de la peliblanco, este simplemente agacho la mirada, estaba fuera de su celda, pero, ¿De qué servía?, no podría correr ni escapar, su captora era una bruja diabólica después todo, sería un idiota si tratara de escapar que aquel oscuro ser.

«¿Quieres ser libre?»

Le sorprendió aquella pregunta, ¿Qué debía responder?, ¿Debería ser honesto o mentir?, ¿Y si al ser honesto perdía la vida?, simplemente se quedó callado.

«No te haré nada, así que responde»

La ojirojo sabía a la perfección que él quería ser libre, pero no planeaba botarlo a la deriva, después de todo lo necesitaba y le sería de mucha ayuda, ya que su siguiente movimiento era deshacerse de todo lo que había dentro de aquella cabaña, si iba a vivir por un tiempo ahí, definitivamente necesitaba una remodelación absoluta.

El niño mordió sus labios y habló con voz susurrante.

«...yo... quiero ser libre... yo sí... quiero ser libre...»

Vio la sonrisa de oreja a oreja de su verguda haciendo que se arrepintiera de sus palabras, pero se quedó tieso como roca al escuchar lo siguiente.

«Entonces serás libre y nunca me verás la cara nuevamente»

«¿Eh?» [¿Qué acaba de decir?]

«pero hay una condición y tres reglas»

El pequeño no podía creerlo del todo; ¿En verdad podía llegar a ser libre?, ¿Qué le sucedió a su terrorífica y horrible secuestradora?, ¿Cómo no estar sorprendido y dudoso?, después de años de tortura su verduga jamás le dio la alternativa de libertad, pero después de aquella súbita muerte y resurrección con alguno de sus experimentos, ella había cambiado bastante. Teniendo esta oportunidad delante no podría rechazarla.

Apretó sus puños y dijo:

«¿Cuáles son?» [haré lo posible por ser libre]

«La condición es que seas mi sirviente por un año y de ahí te dejaré»

«¿Ah?» [¿eso es esto?, no, no puede ser. Debe estar tramando algo]

El pequeño estaba entusiasmado a pesar de sus dudas, había soportado a aquel ser no humano por 3 años, soportarla por 1 año más; claro que podía, aunque seguiría siendo un esclavo por lo menos tenía la esperanza de ser libre.

La bruja continuó.

«estas son las tres reglas que debes cumplir»

El azabache se tensó y escuchó con atención mientras su verduga levantaba su dedo índice.

«Uno; si te ordeno algo debes acatarlo sin preguntar»

Él de los ojos dorados estuvo bien con aquello. La bruja levantó un segundo dedo.

«Dos; no intentes escapar»

Él sabía muy bien eso, él jamás podría escapar en su condición. Y el último dedo fue levantado.

«Tres; si me traicionas morirás» [aunque no lo haría...]

Este tragó saliva al escuchar la última regla, esto no era una regla eso era una advertencia, se sintió como si estuviera frente a una enorme montaña.

«¿Está bien?»

«... si señora bruja»

La peliblanco se molestó con aquellas palabras.

«escúchame, mi nombre es Elena y soy joven»

El niño tembló, ¿Cómo iba a saber eso?, se notaba que su ama estaba enojada.

«L-lo siento señorita Elena» [por ahora mejor no la hago enojar]

«así está mejor»

El niño se agarró el cuello para verificar si aún seguía ahí, para su reconforte su cabeza y cuello eran uno solo.

«Y bien ¿Cuál es tu nombre?»

El azabache se sorprendió por aquella pregunta y respondió sinceramente.

«Yo no tengo nombre, escape del orfanato y cuando decían 784-51, sabía que se referían a mí»

Elena se sintió un poco más a gusto al saber que era huérfano, no era porque fuese mala, sino que si ese niño tuviera una familia, ellos estarían muy preocupados por él, pero siendo él un huérfano no habría que preocuparse por una desconsolada familia que por ahí buscaba a su hijo.

Sonrisa.

«Entonces te daré un nombre»

«... ¿Un nombre?» [¿Qué le pasa?, ella no podría ser tan considerada, pero si me niego tal vez pierda mi esperanza de libertad]

El niño aún estaba en shock, su ama había cambiado enormemente, parecía otra persona, ni siquiera era persona.

«Es más fácil dé ese modo o ¿Es qué no quieres que te dé un nombre?»

Este tembló dudoso.

«n-no si usted puede nombrarme, y-yo lo aceptaré con gratitud» [de todos modos no importa]

«Arman; ese será tu nombre de ahora en adelante»

«¿Arman...?»

«si, Arman ten»

El azabache agarró un conjunto de ropa y encima había una toalla y un jabón.

«¿...Qué hago con esto?»

Este vio como su ama le señalaba un lugar y dijo.

«Ve al lago y dúchate con jabón, cámbiate de ropa, la que te doy esta limpia»

«¿Eh?»

Arman estaba aún más en shock, ¿Jabón?, ese artículo solo podía ser usado por los nobles.

[¡¿En verdad me dejará usar un jabón?!]

Estaba totalmente asustado y sorprendido.

«Arman, date prisa»

«¿Mm?..., ah, si señorita»

Elena vio al pequeño niño irse a toda prisa hacia el lago, mientras eso ocurría ella buscó un conjunto para ella. Encontró un velo negro que cubría la parte inferior de su cara.

***

Arman encontró el lago, el agua estaba tibia, el sol la había calentado, se duchó y al salir creyó oír el dulce canto de alguien, pero al girar hacia el lago otra vez no vio nada y cuando volvió a avanzar se topó con alguien.

«ouch» [¿Un árbol?]

Arman se aterró al levantar la mirada y ver a Elena.

«¿S-señorita Elena?»

Elena le revisó el cabello, también detrás de las orejas y vio que no estaba totalmente limpio, su cabello aún estaba mugriento y tenía que cortarlo.

«vamos»

Arman la siguió nuevamente al lago.

«quitate la ropa»

«¡¿Eh?!»

Gritó sorprendido.

Arman no tenía otra opción y en segundos estaba sumergido en el lago nuevamente y Elena estaba cortando su cabello, un flequillo muy bien hecho se hizo notar en la cabellera del azabache.

[se siente ligero]

Arman sentía su cabeza más ligera, ya no era tan pesado como antes, se lavó los oídos y se cortó las uñas de las manos y los pies.

[¡¡¡Es muy lindo!!!]

Dijo para sus adentro Elena. Ya cambiado y limpio Arman era un niño bastante guapo y lindo.

[pero... ese cuerpo delgado es lo que lo malogra, debe comer bien de ahora en adelante]

Arman tenía signos de interrogación invisibles sobre su cabeza, no entendía por qué la bruja lo veía fijamente.

«Arman»

«¿Si?»

«Ve de regreso y cocina, en la carreta encontrarás un conejo y utensilios»

«¡Si!»

Arman regresó a donde se encontraba la carreta mientras Elena estaba complacida con quitarse aquel asqueroso vestido y su piel arrugada se sumergió en el lago, se pasó y repaso el cuerpo con aquel jabón y mientras seguía dentro del agua decidió raparse la cabellera enredada y llena de bichos que tenía.

Se cambió de ropa, tenía un pantalón negro que combinaba con sus botas y guantes negros, tenía una blusa blanca y un sombrero, para el toque final se puso el velo negro y un estoque en la cintura.

«bien» [limpia y equipada]

Le costo ser calva, pero el cabello volveria a crecer y ella lo cuidaria bien.

...~La la, taraaaa tara taaaara ra la~...

Mientras quemaba su ropa y cabello oyó el dulce tarareo de alguien. Sacó su estoque.

«¿Quién esta ahí?»

Escuchó un chapoteo en el agua y un momento después una hermosa mujer con cabellos celestes apareció delante de ella.

«sirena» [sirena oscura]

«jijijiji»

«¿Que quieres?»

Los ojos negros sin un toque de blanco de la sirena era aterrador sin mencionar las garras de esta.

«hueles a muerte»

«¡!»

«¿Eres una bruja diabólica?»

«¿Por qué preguntas estupideces?»

«una bruja nunca trataría bien a un simple niño humano, tú... eres rara»

«¿Y eso que tiene que ver con que aparescas delante mío?»

«cállate rara, tú eres la que invadió y ensucio mi casa- ¡¡!!»

Elena clavó un poco su estoque en la garganta de la sirena.

«jijijijijijijijiji~»

«...» [¿Porqué ríe así?]

«eres perfecta~»

«¿De que..., ¡¿Huh?!»

La sirena arrastró a Elena al fondo del lago.

[¡Maldita sea!, ¡No puedo respirar!]

La vista de la bruja empezó a ponerse borrosa.

[¿Moriré otra vez?, ¡No me jodas!]

La sirena ya en lo profundo del lago con el cuerpo moribundo de Elena empezó a recitar cosas extrañas.

Elena apenas si sintió como metían algo por su boca y tragó sin siquiera saber que era.

[maldición...]

Fue el último pensamiento de la bruja antes de perder la conciencia.

***

Cuando Elena abrió los ojos se encontraba sola en medio del lago, pero ya no había lago, era un simple cráter ahora y oyó una voz llamándole.

«¡Señorita Elena!, ¡¿Dónde esta?!»

«¿Arman?»

«Oh; señorita aquí esta, ha tardado bastante..., ¡!» [¡¿Pero qué?!]

Arman no le presto mucha atención al hecho de que el lago ya no estaba, ahora mismo entro nuevamente en shock al ver a su ama.

«¿Qué... le paso?»

«¿Mm?»

Elena no entendía el porque Arman tenia aquella cara llena se asombró.

COME HASTA QUEDAR LLENO

Elena se veía en el espejo sin creerlo, Arman estaba igual de perplejo a su lado. En el reflejo podías ver a una hermosa joven con el largo cabello blanco y los ojos de intenso rojo, su piel se había vuelto suave y su antes grisácea piel ahora era de dos colores, en su mayor parte era piel pálida y hermosa, pero había algunas partes de su cuerpo negras, era como si todo su cuerpo estuviera con tatuajes simples, sus labios eran de un rojo muy bonito, tenía una figura delgada y adolescente.

[¿Qué paso?, esa sirena me hizo algo y no sé que es. No sé si quejarme o agradecer]

Elena debatía que debía hacer.

«¿Señorita Elena?»

«¿Qué es?»

«la comida ya está lista»

«bien»

Arman empezó a servir la comida.

[no sabía que las brujas diabólicas podían comer comida humana, ellas... comen esas cosas... crudas]

El pequeño tuvo asco de solo recordarlo así que miró a la bruja que aún se veía en el espejo de mano que sacó del cofre, sentía mucha curiosidad de cómo su ama terminó con ese aspecto, pero temía que si hacia muchas preguntas terminaría muy mal.

Elena tomó el plato con la comida, aquel putrefacto aliento que tenía ya no estaba, eso era un completo alivio, temía no poder comer con agrado.

Metió su primera cuchara a la boca y la comida no sabía tan mal, bueno ella lo comparaba con las comidas que tenía en su mansión o en las comidas en el ejército. Comió otro bocado y vio que Arman empezó a babear delante de ella.

«Arman, ¿No vas a comer?» [parece bastante hambriento]

«¿Eh?»

Arman la veía rara, no entendía; él solo hizo la comida, no sabía si tenía permitido comerla, después de todo; él se consideraba un esclavo que seguía las órdenes de su nueva ama.

«... solo soy su esclavo y no tengo permitido comer»

Elena se agarró la frente con resignación.

[le dije que sería mi sirviente no un esclavo]

«¿Acaso quiere que me retire señorita Elena?»

[no es eso, si no comes ¿De dónde podrás recuperarte?]

«¿?»

«Arman»

«¿S-si?»

«Come hasta quedar lleno»

«¡¿...?!» [ ¿Cr-creo que escuche mal?, nadie le diría a su esclavo "como hasta quedar lleno"]

Arman volvió a mirar a la bruja, pero ver su cara tan seria lo dejó en shock.

[¡¿Está hablando en serio?!]

«rápido»

«mm..., s-si» [esto es muy raro]

Arman disfrutó por primera vez en 3 años una comida decente, en verdad comió hasta estar lleno; ¿Quién sabe cuando podría volver a comer de ese modo?

Después de comer Elena y Arman escondieron el cofre en unos matorrales junto con algunas otras cosas de valor que robó de los bandidos, una vez que escondieron su cofre empezaron a sacar todo dentro de aquella cabaña.

[¿Qué se supone que la bruja hacía con esto?]

Elena pensaba en ello mientras recogía muchas botellas llenas de partes vitales de animales y otras de personas, tal vez; ¿Quién sabe?, ella tenía el cuerpo de la bruja, pero no los recuerdos de esta.

[a pesar de tener un gran poder mágico no sé cómo usarlo, ni que mencionar el siquiera intentar hacer un ritual normal]

Suspiró llevando otras cosas a la carreta, el putrefacto olor aún seguía ahí en toda la cabaña.

[es imposible para mí que en mi vida anterior era solo un caballero imperial usar hechizos o rituales, solo me reconocieron por ser hábil con casi todas las armas, pero nunca he podido usar magia como los magos]

Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Arman.

«Señorita Elena, encontré esto, ¿De verdad quiere tirarlo?»

La peliblanco vio que Arman sostenía 5 libros viejos y polvorientos.

[tal vez ahi haya algunos hechizos para aprender, no pierdo nada intentando]

Sonrisa.

«esta bien, deja esos libros en el asiento de la carreta»

«si»

***

Para la noche por puro esfuerzo sobrehumano lograron vaciar la cabaña, todas aquellas cosas juntas daban un olor nauseabundo en el interior de la carreta, los caballos también sentían aquel putrefacto y horrible olor, pero Elena les tapo la nariz y así pudieron mantenerse con vida.

Elena subió a la carreta y tomo las riendas.

«sube»

Ordenó.

«si señorita»

Arman se sentó al lado de su ama y se sintió cálido al sentir una manta encima de él, levanto su mirada y vio la sutil sonrisa de Elena.

«Hace frío de noche»

Elena azotó los caballos y estos empezaron el viaje.

Arman entró nuevamente en shock, siempre sintió frío, pero ahora era cálido. Sin percatarse en que momento bajó su guardia, lentamente se quedó dormido sin siquiera saber que su cabeza caía en el regazo de la bruja.

Elena lo cubrió aún más, el viaje era peligroso de noche, pero no planeaba aguantar más aquel desastroso lugar, y decidió llevar todas estas cosas repugnantes a algún lugar lejano y quemarla o enterrarlas ahí.

***

La luna no era visible en esa zona del bosque, pero podías sentir la muerte caminando libre ahí.

Tres hermanas brujas se acercaron a una oscura y siniestra cabaña en lo profundo del bosque rojo.

Una de ellas habló con voz aguda y rasposa.

«Hermana, no siento la presencia de aquella escoria»

Otra agregó.

«¿Qué haremos si ha escapado?»

La hermana mayor que caminaba en medio de aquellas dos brujas desagradables llenas de un putrefacto olor saliendo de todo su ser, frunció el ceño furiosa.

«¡Vayan a encontrarla!»

Las dos hermanas empezaron la búsqueda por los alrededores y la mayor caminó hacia la cabaña.

«No sabías de nuestra llegada, no puedes haber escapado, maldita bruja»

La hermana que no era ni mayor ni menor llegó al cráter que antes era un lago, al lado de el pudo sentir el aroma de la traidora a quien buscaban, pudo reconocer algunos cabellos que lograron huir del fuego, la tela del vestido manchado en sangre seca estaba también totalmente quemado. Una siniestra sonrisa se dibujó en su cara.

La hermana mayor entró en aquella cabaña y lo vio completamente vacío, no había nada, incluso el experimento de la bruja, un niño, no estaba en su celda y no había marcas de forcejeo.

«que extraño»

Se dijo a sí misma.

Sus dos hermanas menores llegaron al mismo tiempo e informaron.

«Hermana, no encontré rastros de la escoria, pero hay huellas de caballos y una carreta, parece que gente llegó a este sitio, la carreta se quedó bastante tiempo en frente de esta casa»

La bruja mayor frunció el ceño mientras la otra hermana dió su reporte.

«Encontré un cráter no muy lejos de aquí, ahí encontré esto»

Le dio a su hermana mayor aquellos pocos cabellos y tela que no lograron quemarse.

«Parece que fue descubierta y asesinada por la gente o tal vez "cazadores"»

La bruja se mostró furiosa al enterarse y con sus largas uñas negras golpeó la mejilla de su hermana con una cachetada provocando en ella heridas.

La hermana del medio sintió su sangre negra recorriendo su mejilla verdosa y simplemente se quedó en silencio mientras se regeneraba lentamente.

«¡Llévame a donde encontraste esto!»

«si»

La hermana mayor llegó al cráter, todo era oscuro, vio detenidamente el lugar en donde estaban las cenizas y confirmo que a la que querían matar, tal vez, ya no estaba más en este mundo.

«moriste...»

Una tetrica sonrisa se formo en su cara y las otras dos hermanas se rieron junto con ella.

***

Elena sintió un escalofrío que recorrió toda su columna vertebral.

«d-debe ser mi imaginación»

Se dijo así misma para calmarse y miró a Arman que dormía, le recogió un mechón de cabello que tenia en la cara.

[ha pasado mucho en tan solo un día]

A solo dos horas del amanecer la peliblanco decidió acampar, para su reconforte no fue atacada en el camino, dejo a Arman durmiendo y ella empezó a estudiar uno de los 5 libros que había encontrado en la cabaña.

...MAGIA SENSORIAL Y RITOS DE MEJORA CORPORAL...

Ese era el titulo del libro, Elena empezó a leerlo, algunos de esos ritos le dieron asco por los materiales que pedia.

[las brujas si que son los seres más despiadados de este mundo]

Fue su único pensamiento, al revisar todo aquel libro empezó a entrenar su magia y memorizar unos pocos ritos decentes según su crítica.

[es mejor que nadie aprenda estos diabolicos y sangrientos ritos, es mejor que quede en el olvidó]

Lanzó el libro junto a lo que quemaría puesto que ya había aprendido y memorizado todo lo que quería, ahora faltaba practicarlo.

Arman sintió la luz llegar a sus ojos y lentamente se despertó. Se levantó y miró a su alrededor, era de día, muy de día de hecho, se asustó tanto que salto del carruaje y buscó con la mirada a su ama.

[¡¿Me castigara por levantarme tarde?!]

El pequeño estaba muy temeroso y se asustó aún más cuando cruzó miradas con la bruja.

«señorita Elena perdone no volve-»

Una flecha salió disparada cruzando muy cerca de su ojo izquierdo, lo paso prácticamente rozando, tenía tanto miedo que sus piernas se quebraron.

«¡L-lo siento!» [¡¿Me va a matar?!]

Arman temía por su vida.

Elena ignoró ligeramente a su pequeño sirviente y cogió el pavo que había cazado, giró su cabeza con una sutil sonrisa.

«Arma-, ¿Mm?»

La ojirojo vio al niño inclinado en el suelo como postrándose ante alguien casi divino.

«¿Qué haces Arman?»

«¡Lo siento!, ¡No volvere a quedarme dormido!, ¡Perdone mi vida!»

Elena no entendía el porqué el azabache suplicaba.

[¿Que demonios le pasa?]

«¡Se lo aseguro esta será la última vez!»

«¡Arman!»

«¿S-si?»

«levantate»

Arman trató de levantarse, pero su miedo era mayor, era difícil.

«levántate»

Le dijo una vez más Elena y él volvió a intentar y aunque le costó mucho lo hizo, se levantó y alzo la mirada.

«escucha atentamente Arman»

Arman se quedo en silencio.

«tú quieres ser libre, ¿No es asi?»

«si»

«entonces no te inclines ante nadie»

«¿Huh?»

El de ojos dorados estaba confuso por lo que acababa de oír.

La peliblanco continuó con seriedad.

«No te inclines y mira a los ojos. Sé fuerte para mantenerte en pie incluso si tu enemigo es fuerte, porque hasta para huir necesitas las piernas»

«...» [¿Pero que rayos esta diciendo?]

«Ahora cocina esto»

Elena le dio pavo que había cazado con una sonrisa y Arman lo agarró en completó shock.

«hmm, si...»

Sus manos y pies se movieron para hacer el desayuno y guardar un poco para cocinar luego, preparo la fogata y las verduras, los condimentos cayeron a la olla de acero con una sincronía asombrosa, pero su mente estaba divagando en algún lugar del universo, las palabras "no te inclines ante nadie" resonaban en su mente sin parar.

Elena no le tomó atención mientras leía el segundo libro.

...RITOS Y MAGIA BASICA...

[esto..., no es demasiado conveniente]

Pensó.

Paso el tiempo y Arman ya mejor después de aquel shock sirvió la comida. Elena volvió a ver que su pequeño sirviente no se sirvió a sí mismo el estofado de pavo que había cocinado.

Suspiro.

«Arman»

«¿Si...?» [¿Ahora que me dirá?]

«Te daré una orden y deberás cumplirla hasta que mueras por vejez si es necesario»

«...¿Hmm?» [me pregunto si moriré de anciano]

«come hasta quedar lleno»

«¡...!»

Arman ya había oído esas palabras antes, sin siquiera saberlo, él esbozó una sonrisa irónica, ¿Cómo era posible esto?, la bruja que lo había maltratado durante tres años, la verduga que le hizo ver cosas inimaginables, la escoria de la creación que no tenía piedad con nadie, aquella que lo secuestro cuando escapaba del orfanato, aquel cruel y terrorífico ser que le había plantado en el alma y cuerpo un profundo odio a las brujas diabólicas, su deseo de aniquilación se había vuelto tan profundo como el abismo mismo.

Esa bruja ya no estaba por ningún lado.

Arman miró a su ama con aquella sonrisa irónica.

[¿Quién es ella?, ella no es la bruja que me arrebato todo, ella no es..., ¿Quién es?]

Elena sintió la intensa y fija mirada de su pequeño sirviente.

[¿Ahora qué?]

Arman no podía dejar de mirarla, aquel sedoso cabello blanco que llegaba hasta la cintura era hasta cierto punto llamativo, aquellos ojos rojos como la sangre misma eran intrigantes y misteriosos, él ya no podía verla como una bruja diabólica normal, ahora le guardaba un poco de respeto, pero eso no implicaba que la perdonaría o que dejara de odiar a las brujas, era solo un poco de respeto ganado.

[ella ya no es completamente una bruja diabólica]

Elena estuvo a punto de quejarse por la intensa mirada de Arman, pero lo vio levantarse y servirse una enorme porción de comida, se sentó en frente de ella, sonrió como si algo le resultara divertido.

«siempre comeré hasta quedar lleno, tenlo por seguro... señorita Elena~»

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