- ¡Hija ya despierta\, llegaremos tarde!!- la madre de la joven no dejaba de tocar o más bien golpear la puerta de la habitación de su hija y viendo constantemente el reloj de su muñeca ansiosa\, en cambio su hija apenas estaba despertando de su ensoñación sin entender muchos los gritos de su madre\, se levantó de su cama y abrió la puerta aun adormecida.
- ¿Que pasa mamá?- decía con la voz ronca por apenas despertarse\, pero su madre solo la miraba con cara de reproche y es ahí cuando la chica cayó en cuenta de la situación.
– O ¿no me digas que hoy es el día?- su madre solo asintió y ella abrió tanto los ojos que parecía que se le iban a salir. - ¡¿Porque no me dijiste antes?! ¡¡Vamos tarde madre!!- su madre solo bufo por lo bajo y vio cómo su hija iba corriendo hacia su baño.
Media hora después sale la joven de su baño para colocarse su ropa interior y posteriormente su atuendo, aunque sus costumbres eran otras se había acomodado al igual que su madre a los atuendos de Miami y opto por colocarse una blusa sencilla sin mangas color blanca y un short por 5 dedos por debajo del muslo, con sandalias de tacón no tan altos, al salir de su habitación ve a su madre sentada en el sofá algo impaciente, pero como no estarlo hoy era un gran día para ella, llevaba puesto una falda blanca entalle alto hasta 2 dedos arriba de su rodilla con una camisa roja que le acopla perfectamente a su figura, con unos tacones rojos, a pesar de ser una mujer de edad conservaba bien su cuerpo y siempre era activa.
- Madre ya estoy lista- anuncia la joven y acto seguido su madre se levanta y recoge su bolso de la mesa y se disponen a salir del apartamento\, -veras que te gustara madre\, prepare un día de chicas para que te veas totalmente hermosa\, más de lo que eres claro está- finalizo la chica al ver la mirada divertida que le dio su madre.
- Gracias mi linda Jazmín, sé que esto es nuevo para las dos y que siempre hemos sido tu y yo, pero te aseguro que esto será un gran cambio- decía la madre con un tono dulce mientras sostenía las mejillas de su hija y la miraba con un eje de ternura, -sabes que nunca haría algo para dañarte cielo- finaliza con un poco de seriedad.
- Lo se mami- su madre sonrió ya que le encantaba que su hija le dijera así\, eran muy poca las ocasiones en la que ella le decía de esa forma –todo sea por verte feliz\, te lo mereces después de…- se calló abruptamente al recordar todo lo que han vivido\, su madre entendió su silencio y la abrazo fuertemente y eso fue todo para dar a entender que esa conversación ha acabado\, -bueno ya dejemos de hablar de cosas tristes\, nuestra primera parada será el spa hice una reservación para que nos atiendan como unas reinas- su madre solo sonreía y asentía –luego iremos comprar tu vestido y el mío obvio y por ultimo veremos los últimos detalles e iremos a una peluquería ¿Qué te parece?-.
- Me parece bien cielo- su madre alargo el abrazo haciéndolo más fuerte.
Y así como lo habían planeado pasaron por el spa en donde las atendieron como lo esperaron luego pasaron por varios almacenes y por fin encontraron su vestido perfecto pasaron por la peluquería en donde madre e hija esperaban su turno. Después de acabar con toda lo planeado en sus agendas se dispusieron a regresar a su hogar, pero Jazmín le tenía una última sorpresa a su madre así que antes de llegar a su casa la detiene.
- Madre antes de llegar a casa te tengo una última sorpresa- dijo está muy emocionada y feliz –cierra los ojos- y haciendo caso a lo pedido cerro sus ojos hasta que escucho a su hija decir un “ya es hora” luego de esto escucho una vos tan familiar que no lo pudo creer hasta que abrió los ojos y vio a su mejor amiga con una gran sonrisa y la mujer de edad corrió a abrazarla.
- ¡¡Yamila!!- dijo La amiga feliz correspondiendo a su abrazo.
- ¡¡Aisha!!- dijo o más bien grito la madre con un eje de felicidad –pero ¿Cómo? ¿Desde cuándo estas aquí? - no podía con la curiosidad y miro a su hija y esta solo sonrió.
- Pues aquí tu hermosa hija me invito a tu fiesta de compromiso ya que si ella no lo hace tu ni me avisas\, como es posible que mi mejor amiga no me diga que se va a casar- la mira con fingido reproche\, pero luego las dos terminaron en carcajadas\, Jazmín solo las miraba con una gran sonrisa en su rostro\, luego del gran efusivo abrazo entre las amigas Yamila abraza a su hija.
- Gracias princesa- beso su mejilla– eres la mejor hija del mundo- Jazmín solo sonrió ruborizada –no quiero sonar como si te echara\, pero ¿hasta cuándo te vas a quedar? - Aisha la miro con alegría.
- Pues me quedare hasta después de tu boda ¿Qué te parece? Así podre cuidar a tu hija en la luna de miel.
- Por mi está bien ¿Qué dices hija? - ella solo asintió con la cabeza –bueno no se diga mas ¿Dónde te estas quedando? -.
- Me hospedare en un hotel del…- no pudo acabar porque su amiga la interrumpió.
- Nada de hotel tu eres mi amiga y te quedaras en mi casa- le dio una mirada reprobatoria a su amiga –eres como mi hermana no permitiría eso-.
Con eso dieron por terminada la plática y se dirigieron a su apartamento para terminar de preparar todo, una vez todo listo se fueron a arreglar, la fiesta era para Yamila, pero la que más se demoró en arreglarse fue Jazmín. Aisha llevaba un vestido sencillo de sus antiguas costumbre, Yamila llevaba puesto un vestido blanco floreado ajustado al cuerpo con sus plataformas, y Jazmín llevaba puesto un vestido de mangas y encajes azul rey que le resaltaba el tono de su piel con sus tacones que la hacía lucir más alta, tocaron la puerta y Jazmín fue abrir y palideció al ver al chico que estaba detrás de la puerta junto a un hombre de la edad de su madre.
- ¿Que…que haces a…aquí? -.
06 meses antes.
-Buenos días alumnos- el profesor entro al salón de clases de la universidad y todos los alumnos respondieron a su saludo –hoy tenemos una compañera nueva, tuvo que trasladarse a Miami por problemas y espero que la traten bien en lo que queda de la carrera-.
- Si profesor- dijeron todos al unísono, después el profesor le hiso señas a la chica para que entrara y se presentara, al entrar todos se quedaron viendo a la chica los hombres con segundas intenciones y la mayoría de las chicas con celos y envidia solo unas cuantas de las mujeres en ese salón le sonreían sinceramente.
- Mucho gusto- hablo la chica con una vos dulce captando la atención de todos, pero de uno en especial, el cual no la había volteado a ver hasta el momento de su habla –mi nombre es Jazmín Ra… Wehber- se corrigió la chica rápidamente captando la atención del chico, al contrario de los demás que no notaron su pequeña equivocación –Jazmín Wehber es un placer conocerlos- su acento inglés era perfecto, pero no pasaba desapercibido su tono extranjero.
El profesor le indico donde se debía sentar así lo hizo empezando la clase y si antes la joven captó el asombro de todos ahora no se podía describir sus caras de sorpresa cada que el profesor preguntaba y ella respondía correctamente, en cambio el chico misterioso no la miraba con asombro o admiración alguna solo la miraba asqueado, molesto nunca se llevó bien con las personas de la etnia de Jazmín, el piensa que todos los de esa cultura son iguales al poco rato suena la campana de la universidad iniciando el receso, la joven llega a la cafetería después de un rato ya que se perdió al salir del salón, al ver una mesa vacía se dirigió a ella no sin antes pedir su almuerzo, se sentó y empezó a comer pero divisó a 3 chicas que se sentaron junto a ella.
- ¿Hola? - pregunto algo confundida.
- Hola me llamo Sofía\, Sofía Sanders- hablo una chica rubia con una gran sonrisa parecía amigable- y ellas son Brittany Monterrubio- señaló a otra rubia y ella asintió con una sonrisa- y Wendy Pájaro- señaló esta vez a una castaña que sonreía de oreja a oreja mirándola de pies a cabeza- y te queríamos dar la bienvenida oficial a Nova Southeastern University o la NSU- decía dulcemente la chica.
- Mm…. Gracias…. Supongo- decía Jazmín algo confundida y con poca confianza lo cual Sofía notó.
- Lamento si te incomodamos no era nuestra intención- decía la chica algo apenada\, Jazmín solo negó con una sonrisa dulce- bueno en ese caso ¿nos podemos quedar? - preguntó está mirándola dulcemente y Jaz solo asintió.
- Sofí no la hostigues tanto- decía la chica la cual Sofía presento como Brittany- bueno mucho gusto ya sofí te dijo mi nombre\, pero lo repito soy Brittany Monterrubio- dice mientras le muestra su mano a modo de saludo la cual ella toma y la estrecha.
- Y yo soy Wendy Pájaro\, mucho gusto- decía también mostrando su mano y ella la estrecho.
- Un gusto\, como dije en el salón soy Jazmín Wehber- sonrió cálidamente a las chicas.
- ¿Te puedo decir Jaz? o ¿Jazmi? - dijo una muy entusiasta Sofía mientras que sus amigas negaban divertidamente.
- Claro Sofí- dijo con una tímida sonrisa la chica y de pronto Sofía la abrazo.
- Seremos las mejores amigas del mundo mundial-.
- ¡Oye!- grito divertida Brittany- no te robes mis frases- a lo que todas rieron.
- Y dinos Jazmín ¿qué te trajo hasta Miami? digo por lo que veo sé que no eres de acá- a lo que ella se tensó y todas lo notaron y se hizo un silencio un poco incómodo a lo que después de unos minutos que parecieron horas Jaz decidió hablar.
- por problemas familiares- fue todo lo que dijo y para su suerte la campana sonó indicando que el receso había acabado a lo que las 4 chicas se levantaron para ir a su salón para la siguiente clase.
Las chicas emprendieron su camino a clases entrando al salón, pero llegaron antes así que tomaron sus respectivos asientos. - Oye Jazmi pásame tu número y yo te paso en mío- dijo Sofía que intercambio puesto con el chico que estaba sentado junto a ella, a lo que esta asintió y le dictó su número, en cuanto Jaz iba a guardar el número de Sofía en su celular se dio cuenta que no lo traía consigo, revisó a su alrededor, disculpándose con Sofía salió del salón y se dirigió a la cafetería extrañada ya que nunca ha sacado su celular ahí, empezó a buscar bajo la mesa la cual se sentó y nada, se empezó a preocupar y siguió buscando cuando desistió de buscar y suspiró pesadamente cerrando los ojos desesperada, pero se llevó una gran sorpresa cuando los abrió y vio su celular en una mano la cual siguió hasta dar con el rostro de un chico el cual no había visto antes.
- Hola- dijo el chico con una gran sonrisa en su rostro- creo que esto te pertenece- sacudiendo el celular Jaz solo asintió.
- Si, gracias por encontrarlo, pero ¿dónde estaba? - dijo ella algo confundida.
- Pues veras vi que se te callo cuando estabas comprando el almuerzo, pero no te lo pude entregar enseguida ya que el entrenador me llamó-.
- Gracias- Jaz le dedicó una gran sonrisa- bueno me tengo que retirar mi clase está por comenzar- dijo eso mirando su reloj dándose cuenta que iba tarde.
- Ohh y ¿a qué clases vas ahora? - dijo un tanto curioso esperanzado a que les tocara la misma.
- Contabilidad- dijo simple y al chico pareció haberse iluminado los ojos y soltó una risita.
- Vaya coincidencia, tenemos la misma clase-.
- Sí que es una gran coincidencia-.
- Bueno te acompaño solo si tú quieres- ella solo asintió- por cierto, soy Matías, Matías Malick-.
- Un gusto Matías soy Jazmín, Jazmín Wehber- Jaz sonríe dulcemente- ¿nos vamos? es que se hace más tarde-.
- Ohh, si claro- los jóvenes salieron de la cafetería rumbo a su aula de clases mientras sostenían una plática amena, lo que no sabían era que alguien los observaba desde hace mucho, llegaron al salón y cada quien se dirigió a su asiento y justo a tiempo ya que la profesora iba entrando y se posesionó en su lugar, iba a comenzar cuando fue interrumpida por un estudiante que llego tarde.
- ¡Maximiliano! Si vas a llegar tarde para la próxima procura ser más sigiloso y silencioso- dijo la profesora realmente furiosa con aquel joven.
- Lo siento profesora- dijo y se sentó en su lugar, pero antes le dedico una mala mirada a Jazmín y que ella sintió y se puso algo incomoda, lo que el joven no noto es que aquel chico, Matías también lo había notado.
- No importa- suspiro algo frustrada la profesora- Bueno clase hoy hablaremos de un poco de historia sobre la contabilidad, ¿Quién me puede decir quien fue el padre de la contabilidad? - todos se quedaron callados, pero Max levanto la mano para hablar y la profesora le indico que prosiguiera.
- Como usted sabrá tenemos una alumna nueva que entro ya comenzando la carrera y no es justo para nosotros que ya tenemos tiempo aquí que ella entre como si nada porque no nos demuestra que ella merece estar aquí, que ella conteste- jazmín sintió las intenciones de Maximiliano e iba a hablar, pero la profesora la interrumpió.
- No creo que eso sea necesario Max…- pero callo al ver que jazmín se levantaba de su lugar.
- No se preocupe profesora aquí el joven quiere saber si tengo lo necesario para estar aquí pues se lo demostrare, no por nada saque la mejor puntuación en el examen de admisión de este lugar- le dedico una mirada desafiante a Max y este solo la miro en silencio y serio- responderé a su pregunta-.
- ¿Está segura señorita? -.
- Si Profesora-.
- De acuerdo- dijo la maestra.
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- Esa chica sí que te pateo el trasero- decía aquel joven a su amigo y este solo lo fulmino con la mirada- oye Max no te enojes sabes que dije la verdad, es más toda la clase sabe que es cierto-.
- No lo hizo, solo tuvo suerte- su amigo solo lo miro incrédulo- ok, ok tú ganas es verdad, pero ya cambiemos el tema- dijo Max algo incómodo por la situación y después de un largo momento de silencio Max se acordó de algo- oye Zack ¿iras a la fiesta de esta noche? -.
- No sé, le preguntare a Wendy si ira, pero la verdad es que no tengo muchos ánimos de ir- Max lo veía y no lo creía y en su cara se formó una sonrisa divertida.
- No lo puedo creer, es que lo veo y no lo creo ¿Zack Balzano el rey de las fiestas no tiene ánimos de una? Definitivamente ese noviazgo sí que te ha cambiado amigo- le dijo y este solo asintió feliz.
- No seas ridículo Max, es solo que me he dado cuenta que la vida es más que solo fiestas- su amigo solo asintió y antes de que pudiera decir otro comentario burlesco aparece Wendy con una gran sonrisa.
- Hola cielo- decía mientras se coloca al lado de este y le da un casto beso en los labios- ¿iras esta noche? -.
- ¿tú quieres ir princesa? -.
- Si, además con las chicas planeamos ir para que Jazmín conozca mejor a nuestros compañeros- al escuchar eso Max se tensó y apretó la mandíbula y su novio negó ya que sabía las verdaderas intenciones de su chica.
- ¿segura que es para eso solamente? - dijo Zack divertido – ¿no será que quieres conseguirle un novio a la chica nueva? - su novia solo sonrió de forma inocente mientras que Max se notaba más incómodo con la situación o más bien con aquella conversación que le enojaba sin alguna razón y carraspeo.
- Oh Max, no te había visto ¿Cómo estás? -. Dijo Wendy algo apenada, pero, así como vino la pena se fue –y dime Max ¿tú vas? -.
- Claro que iré no me perdería la fiesta del año-. Dijo este haciendo que la peli castaña sonriera con emoción.
- Vez mi amor Max ira vamos no seas malito- decía haciendo puchero a lo que su novio resignado suspiro.
- Está bien, está bien iremos, pero por favor compórtate con la chica nueva- le decía de forma seria a lo que ella solo asintió dando un pequeño y casto beso en sus labios.
- Nos vemos en la fiesta cielo, iré con Jazmi al centro comercial- su novio asintió y Wendy se perdió por los pasillos de la universidad.
- Bueno Max al parecer si voy, ¿recuérdame porque me enamore de esa loca? - decía mientras negaba con una sonrisa divertida.
- A ver por su sonrisa, su espontaneidad, que no tiene filtros para decir lo que piensa y sobre todo su belleza- decía Max imitando la voz de su amigo recordando cuando él dijo exactamente lo mismo cuando le pregunto que vio en Wendy y Zack solo tenía una mirada de puro enamorado.
- Cuando encuentres a la chica que te robe tu corazón también me burlare de ti- señalaba este a su amigo a lo que Max solo hizo una mueca.
- Pues te digo que busques una silla porque de pie te cansaras- y empezó a caminar dejando a su amigo con la palabra en la boca.
Cuando Max estaba solo se encamino al jardín trasero de la universidad sentándose en el pasto cerrando los ojos y de inmediato a su mente vino la imagen de Jazmín y su sonrisa y después cuando la vio en la cafetería con aquel chico y sintió una punzada dentro que nunca había sentido y abrió los ojos bruscamente sacudiendo la cabeza marchándose de ahí, y así trascurrió el día hasta el final de las clases donde todos los estudiante se encaminaron a sus casas o al centro comercial por la gran fiesta que se haría en pocas horas.
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Todo estaba hecho un caos, había estudiantes ebrios por todos los lugares, todos estaban eufóricos, en definitiva esa era la mejor fiesta que habían hecho hasta ahora, Jazmín se encontraba con sus amigas en una esquina de la casa en donde se celebraba la fiesta, en su mano izquierda tenía un vaso con ponche ya que ella no consumía alcohol y en su mano derecha estaba la bebida de Wendy ya que se había mareado casi derramando su bebida en su vestido.
- ¡¡Dios!!- exclamaba la chica al ver su vestido- lo acabo de comprar no es justo- haciendo un pequeño puchero a lo que Jaz soltó una carcajada- oye no te rías que no es gracioso- a lo que ella dejo de reír, antes de que se pudiera disculpar el carraspeo de un chico las interrumpió y automáticamente ambas chicas voltearon a ver hasta encontrarse con Zack y su amigo- ¡¡cielo!! Mira lo que me paso – dijo está volviendo hacer el puchero a lo que su novio la vio de modo tierno, Jaz se sentía incomoda ya que el otro chico no la dejaba de mirar y ella no recordaba de donde lo conocía, se dirigió hasta su amiga devolviéndole su bebida.
- Iré afuera, ahora regreso- dijo esto a su oído para que los chicos no la escucharan a lo que Wendy solo asintió y Jaz emprendió su camino hasta la salida del lugar, busco con la mirada un lugar donde sentarse y encontró unas bancas debajo de un árbol y se acercó a estas, conforme más se acercaba podía ver bien el lugar dándose cuenta que había un chico ahí sentado con los ojos cerrados, esta prefirió no incomodar y se dio media vuelta para volver a entrar, pero la voz del chico la hizo detener.
- Espera, siéntate- Jaz lo miro desconfiada lo que el chico extraño noto- Jazmín soy yo, Matías o es que ¿ya te olvidaste de mí? - y tras decir eso ella se acerca más cerciorando que es él y le muestra una sonrisa de labios cerrados.
- No me he olvidado de ti ¿Cómo crees? - se sienta junto a él acomodándose el vestido el cual consiste en un vestido de encaje y mangas largas azul rey de escote de corazón blanco- ¿Cómo has estado? -.
- Bien y ¿tu? - abriría los ojos y la miraría.
- Bien, me alegra que estés bien- sonreiría dulcemente- y dime ¿Qué haces acá fuera y no estas adentro? - diría mirándolo a los ojos.
- Quise escapar un poco de la locura que hay ahí, y ¿tu? ¿Qué haces acá y no estas disfrutando de la fiesta? -.
- Pues… esto de las fiestas no es lo mío- bajaría un poco la mirada- esta es mi primera fiesta- diría esto último en un susurro a lo que el chico por poco no escucha, pero si lo alcanzo a oír.
- Wow- solo pronuncio aquello el ojiazul por el comentario de la chica.
- Ya se…. Debes pensar que soy una fracasada ¿no? - la chica suspiro, pero al poco tiempo el joven la tomo de las mejillas dando un suave roce a estas lo que provoco que ella se sonrojara.
- No es verdad, solo que me impresione un poco- decía todo mientras se acercaba lentamente a ella- no llevo mucho conociéndote pero el poco tiempo que llevo me he dado cuenta de que eres una chica amable, dulce y sobretodo inteligente nunca una fracasada- finaliza a poco centímetros de su rostro y solo con el más pequeño roce sus labios se juntarían pero antes de que esto pasara un carraspeo los interrumpió dejando a Jazmín más roja de lo normal, pero gracias a la poca luz no se notaba o eso creía ella, al notar de dónde provino el carraspeo se dio la vuelta encontrándose con el chico que acompañaba a la pareja de su amiga que aún no lograba recordar.
- Tu amiga te está buscando- se podría notar su mirada y voz fría que intimidaba a cualquiera y en este momento la joven no era la excepción, automáticamente asintió y fijo su mirada en Matías sonrojada.
- Nos vemos después Matías- dijo aquello con una sonrisa y se adentró de nuevo a la casa llena de universitarios locos y eufóricos por la fiesta perdiéndose por los pasillos de estas.
En la mirada del chico solo se podía ver indiferencia, tenía la mirada más fría que un hielo, y todo era dedicado a una persona, para ser más específico la que tiene en frente y lo que más le enfurecía era que no sabía porque razón, no las tenía, eso lo sabía, pero aun así le hirvió la sangre cuando vio aquel chico tan cerca de Jazmín.
- Aléjate de ella, no te conviene- dijo Max al muchacho que tiene al frente- tómalo como un consejo de amigos- termino con una sonrisa fingida a lo que Matías se empezó a reír a carcajadas.
- Mira para empezar tu y yo nunca hemos sido amigos- le encaro poniéndose de pie- en segundo lugar lo que yo haga con mi vida tampoco te incumbe y tercera pero no menos importante si yo quiero hablar con Jaz es mi jodido problema, así que no te metas y te lo advierto ella tiene quien la defienda así que no te metas con ella- finalizo para luego marcharse sin darle tiempo de contestar, y lo que lo enfureció mas fue la amenaza, “pero quien se creía que era para hablarle así” pensó.
Entro a la casa para despedirse de su amigo, ya no quería seguir más ahí, pero no lo encontró así que fue en busca de su auto directamente, al encontrarlo se subió en el y empezó a conducir, pero se sorprendió a ver a alguien a mitad de camino y más a saber quién era, prosiguió hasta estar al lado de ella y sonó el claxon para que ella lo notase a lo que ella volteo rápidamente la cabeza encontrando al joven que le intimidaba.
- ¿Acaso no sabes que es peligroso andar por ahí de noche?- le pregunto de manera fría y a modo de regaño y ella solo bajo la cabeza.
- Si lo se… lo siento… es que esperaba un taxi- termino la chica aun con la cabeza baja.
- A esta hora y por esta carretera no pasa ningún taxi- dijo este sin dejar de mirarla y preguntándose qué hacía ahí y no se iba, lo que a ella le pasara no le importa- y ¿tus amigas? ¿Por qué no te llevan?
- No las encontré y ya me quería ir de ese lugar- algo dentro de él se removió al verla sola e indefensa y jamás pensó que diría aquello.
- Sube yo te llevo- eso la sorprendió y el también lo estaba, le abría la puerta a lo que ella entro y pronuncio un muy suave gracias, y así pasaron todo el camino hasta que se encontraron en la zona más concurrida de la ciudad- y ¿Cuál es tu dirección?- la joven se la dio y no volvieron hablar más por todo el camino hasta que llegaron a una serie de apartamentos y Max estaciono.
- Muchísimas gracias por traerme- le dijo con una linda sonrisa en el rostro y es la primera vez que ella le había sonreído y se sintió raro y carraspeo.
- No es nada, a la próxima fíjate con quien te vas- dijo frio como siempre y ella solo asintió y entro al apartamento y fue cuando Max emprendió su viaje hasta su casa sin saber por qué se sentía de esa manera.
Llegando a su apartamento se dirigió directamente a su alcoba aun sintiéndose raro con aquella chica, no tenía nada de conocerla, pero sabía que no podía ser de fiar, ya lo había vivido dos veces y se juró que no podía volver a ocurrirle, con todo eso en su mente se acostó y cayo profundamente dormido soñando con unos ojos encantadores y una hermosa sonrisa que podría derretir a cualquiera.
La alarma empieza a sonar alertando a la joven que si no se apura llegara tarde a la clase, así que se levantó y alisto lo más rápido que pudo saliendo de su hogar tan de prisa que ni tiempo le dio de despedirse de su madre y tampoco de desayunar sabiendo ella que no se puede saltar las comidas se convenció de que al llegar compraba algo en la cafetería, pero nada resulto como la joven pensaba, ya que llegando a la universidad solo le dio tiempo de entrar al salón antes que su profesor que no llevaba mucha distancia del aula, apurando el paso logro entrar al salón pero no logro desayunar y eso le preocupo, saludo a sus amigas y tomo asiento.
- Jaz lo siento tanto- se disculpó Sofía seguida de las dos jóvenes más- no era nuestra intención dejarte, pero tuvimos un percance y acabamos en el hospital- termino la rubia.
- No te preocupes Sofía, pero ¿Por qué terminaron ahí?-.
- Pues Wendy condujo ebria- dijo esta vez Brittany.
- ¡Oye!- se quejó la aludida- ustedes también lo estaban así que solo no me culpen a mí- antes de que alguien más dijera algo entro el profesor junto a los demás alumnos restantes.
- No se preocupen chicas, llegue bien a mi casa- ante lo último se sonrojo lo que las chicas notaron y le dedicaron una mirada que decía hablamos después y así trascurrió toda la clase.
En el cambio de clase las amigas se tuvieron que separar ya que no les tocaba juntas y cada quien tomo su camino, a mitad de camino jazmín se empieza a sentir mareada y empieza a pedir fuerza para poder aguantar hasta el receso, pero a quien sea le pidiera no le escucho ya que no dio ni dos pasos más cuando se sintió que todo se volvió negro y espero el impacto contra el piso, pero no sintió dolor alguno al contrario se sintió protegida y que estaba flotando, se hallaba en una inmensa oscuridad empezando a ver su vida, a su padre, como tuvieron que huir para poder vivir, sentía que perdía fuerzas en cada recuerdo que veía, pero más en uno en especial.
- ¡No me quiero casar!- grito al despertar y después de que se calmó se dio cuenta de su entorno, se encontraba en una habitación blanca y cuando giro la cabeza vio unos ojos verdes que la intimidaban demasiado viéndola con curiosidad a lo que ella se sonrojo de inmediato- lo... lo... siento...- empezó a balbucear.
- Deberías, por tu culpa me perdí mi clase- antes de que dijera algo salió dando un portazo dejando a una chica completamente confundida, al poco rato entra lo que parece ser una enfermera y cayó en cuenta que se encontraba en la enfermería de la universidad.
- Tu novio se preocupa mucho por ti- comento la enfermera con dulzura, no parecía pasar los cincuenta años, ante lo último que dijo Jaz se sonrojo más.
- El... él no es mi novio- la enfermera se quedó sorprendida y la miro a los ojos.
- Ohh... disculpa pensé que lo era... bueno te trajo y estaba preocupado por ti y exigía que le dijeran que tenías y se quedó contigo hasta que te levantaras- informo la enfermera confundida, lo que la confundió mas a ella "¿el hizo todo eso?" se pregunta la joven.
- ¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?- fue lo único que dijo
- Pues veras, jovencita vas para una hora, tienes los niveles de glucosa muy altos en la sangre y por eso te desmayaste, según tu expediente médico tienes hipoglucemia y no es bueno que tengas la glucosa tan elevada, tienes que balancear tu alimentación- informo de manera profesional.
- ¿Cuándo me podre ir?- pregunto en un hilo de voz, sabía que debía tener más cuidado a la hora de su comida, no era la primera vez que le pasaba aquello.
- Sí, pero recuerdas estas indicaciones- dijo la enfermera y antes de decir otra cosa tres chicas entraron como locas en la habitación preocupadas.
- ¿Jaz cómo estás?- pregunto Sofía.
- ¿Qué te paso?- siguió Brittany.
- ¿Estás bien? - lo último lo dijo Wendy.
- Chicas estoy bien, solo fue un desmayo- dijo y vio las intenciones de la enfermera así que se apresuró a hablar- nada importante- la acorto y esta solo negó saliendo del lugar.
- Nos tiene que contar todo- dijeron al unísono las tres.
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- Amigo ¿Dónde estabas?- pregunta Zack a Max- te perdiste las 2 últimas clases- finalizo y si después de salir de la enfermería no asistió más a clases, quería un tiempo para pensar, pero solo se confundía mas.
- No me sentía bien como para asistir a clases- fue lo único que respondió y sin más se marchó de ese lugar, no podía estar un minuto más ahí, fue al estacionamiento en busca de su auto ya en el notó a dos personas ahí lo cual no se le hizo raro, lo que sí lo hizo fue que eran Arturo y Jazmín así que sin que no lo notaran se aproximó hacia ellos.
- ...... Me gustaría este regalo- hablo Jaz- pero el que tiene la última palabra eres tú, al fin de cuenta es tu bolsillo- finalizo ella.
- Tienes razón lo tendré en cuenta, muchas gracias- y la abrazo, Max no se quedó más y se fue, sintiendo como le hervía la sangre "lo sabía, al final todas son iguales" se decía el a el mismo, ya en su auto emprendió su camino a casa.
Toda la semana la paso molesto y cada que podía molestaba a Jazmín o la hacía sentir mal, aún estaba furioso por lo que había visto, pero lo que más le molestaba es que no tenía razón para estar molesto pues ellos podían hacer con su vida lo que quisiesen, en la hora de receso todos se dirigieron a la cafetería, vio a Arturo con un gran oso de peluche y pensó que era el regalo del que hablaron la otra vez, lo que sorprendió al oji-verde es que no se lo dio a Jaz sino a una chica rubia a su lado como una declaración y Jazmín sonreía abiertamente felicitándolo cuando a la chica la cual se le declararon dijo que si, Max confundido salió de ese lugar, más tarde sale Arturo con la que ahora es su novia.
- Arturo ¿podemos hablar?- preguntó Max- a solas- termino. Sabía que ella no le agradaba porque era muy amiga de Jazmín.
- Claro, sofí mi amor luego te alcanzo- ella solo asintió y siguió su camino dejando a los chicos solos- ahora sí, dime.
- ¿a que estas jugando?- fue directo al grano.
- No sé de qué hablas- no sabía de qué hablaba su amigo.
- Hace una semana te gustaba Jazmín y ¿ahora te gusta su amiga? ¿a qué juegas?-.
- ¿de que hablas? Nunca me ha gustado Jaz-.
- No mientas los vio el otro día en el estacionamiento, estaban eligiendo un reglo para ella- su amigo se empezó a reír y Max no comprendía el porqué.
- Amigo eso no fue lo que paso-.
- Y ¿Qué paso entones?-.
- Pues veras...
Inicio del Flashback
El joven castaño se encontraba nervioso pues no era de esperarse quería declarársele al amor de su vida y no sabía cómo así que como último recurso recurrió a una de sus amigas, quedaron en encontrarse en el estacionamiento, al llegar la joven él empezó a hablar.
- Veras Jazmín, necesito tu ayuda, me gusta Sofía y quiero darle algo para confesarle mi amor y no sé qué darle- dijo desesperado el muchacho.
- Préstame tu celular- él se lo dio y ella tecleo algunas cosas y se lo devolvió- esta es su página favorita de compras y este es el peluche que ella ha querido comprar desde hace tiempo pero no puede- le mostro la imagen y el precio- como veras su precio es muy elevado ya que edición limitada y sus padres no permitirían que gastara en eso- finalizo.
- ¿Tú crees que le gustara?-.
- Si yo fuera ella me gustaría este regalo- menciono ella- pero el que tiene la última palabra eres tú, al fin de cuenta es tu bolsillo- termina de hablar.
- Tienes razón lo tendré en cuenta, muchas gracias- y la abrazo, pues ya tenía el regalo perfecto.
- No es nada pero desde ahora te digo le haces daño a Sofí y te castro- con esto se despidió que aquel muchacho y cada quien fue rumbo a su casa.
Fin del Flashback
- Eso fue lo que paso- termino de relatar la historia y Max se sentía de lo peor, la había tratado mal toda la semana y ella solo estaba ayudando al amor, sí que era un completo imbécil- Max no me digas que ¿estas celoso?- esa pregunta lo descoloco, no lo estaba, o ¿sí?, no, no podía.
- Claro que no, solo que no me parece justo que jueguen así con los sentimientos de alguien- se salió por la tangente.
- Pues ya ves que no juego con nadie, si me disculpas mi novia me espera- ambos chicos se despidieron y el resto del receso Max se la paso con un pensamiento en la cabeza "debo pedirle perdón"
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Se escucha el timbre de fin de receso y Jaz se despide de sus amigas pues la clase entrante no les toca junto a ella, pero para su desgracia le toca con Maximiliano, el chico que la ha pasado molestando toda la semana sin razón alguna, entro al salón de clases y tomo su asiento como normalmente ha hecho desde que llego, al rato entran los demás estudiantes incluyéndolo a el, por un breve instante sus ojos se encuentran, pero ese momento es roto cuando ella aparta la mirada, la clase paso normal y sorprendentemente para ella aquel joven no la molesto
- Bueno para la próxima clase tendrán que presentar una tesis sobre los fundamentos económicos y tendrán que hacerlo en parejas- todos festejaron- pero yo escogeré las parejas- y ahí paro el festejo pues a ninguno le convenía eso, el profesor que ya venía preparado sacó un pequeño saco y metió su mano en el sacando un papelito- Gonzáles con....- volvió a meter la mano sacando otro- Ruiz- y así pasó de papel en papel hasta que sacó el apellido de Jazmín y ella rogo para que no le tocará con Max ya que aún faltaban 3 personas incluyendo lo- la señorita Wehber con el joven Lafonttei por lo tanto las señoritas García y Cabrales serán el último equipo- el profesor empezó a guardar todo- bueno muchachos los espero la próxima clase con el trabajo- despidiéndose salió del aula de clase y así lo hicieron los estudiantes también, Max aprovecho para acercarse a ella, pues el agradecía está oportunidad porque así se podría disculpar con Jazmín, pero estaba hecho un manojo de nervios, junto a ella carraspeo para que lo notará.
- Jazmín...- se quería disculpar pero se acobardo- te quería preguntar ¿cuándo nos reunimos para hacer el trabajo?- se quería dar una cachetada en ese momento, y la joven sólo se quedó en shock pues de todo lo que se imaginó que le iba a decir nunca pensó que le pediría una reunión para hacer el trabajo, hasta pensó que ella iba a hacer todo el trabajo sola así que no supo que responder.
- Yo... yo...- bajo la mirada- no pensé que me ayudarías- admitió y el joven suspiró, no se podía molestar con ella pues esa es la imagen que el mismo le dio.
- Nada de eso es un trabajo grupal y todos debemos participar- quería acariciarle la mejilla así que levantó la mano pero se arrepintió en el instante- si quieres nos reunimos mañana en un lugar cerca de aquí después de clases ¿te parece?- la joven aún no salía de su asombro así que sólo asintió.
- ¿eso... eso es todo?- logró preguntar pues estar cerca de el la ponía nerviosa, el joven suspirando asintió y ella aprovecho para salir del aula como un rayo y por está razón tropezó con alguien- lo... lo siento- se disculpó sin mirar con quien chocó.
- No te preocupes- escucho una voz conocida así que alzó el rostro encontrándose con Matías y sonrió aliviada- pero dime ¿qué te tiene tan distraída?- se tenso por un momento y el lo noto y no lo hizo porque quisiera saber sino que ese tema le incomodaba- si no quieres decirlo no hay problemas-.
- Es que... me toca hacer un trabajo grupal- el la miro sin entender pues un trabajo grupal no es gran cosa- y me tocó a Maximiliano de compañero- continuó a lo que joven entendió la situación y tenso los hombros.
- Si quieres puedo hablar con tu profesor para que te cambien de compañero, soy parte del Comité estudiantil y creo que lo podría lograr- Jaz se pensó la respuesta un largo tiempo, pero al final negó.
- No hace falta, además el dijo que me ayudaría y pienso que sería una oportunidad de hablar, al menos merezco saber porque su trato hacia mi- Matías la miro no muy convencido- no digo que vallamos hacer los mejores amigos, sólo quiero terminar mi carrera sin problemas- este suspiró pues no es nadie para exigirle que no lo haga.
- Esta bien, será como tu gustes- mostró una pequeña sonrisa y ella le devolvió el gesto- ¿quieres que te acompañe a la salida?- ofreció el castaño pues ya era hora de irse y ella asintió, se la pasaron conversando hasta la parada de autobús donde Jaz tomaba el trasporte para irse a casa, aunque Matías insistiera en llevarla ella se negó, se despidieron de un beso en la mejilla y cada quien partió a sus hogares.
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Todos los estudiantes esperaban ansioso el sonido del timbre, pues es viernes y están en última clase ¿quién no lo estaría? Todos ya planeaban que hacer en sus fines de semana menos una joven que sólo pensaba en el encuentro que tendría después de clases y eso la ponía nerviosa, aunque recordaba las palabras que le dijo a Matías eso no quitaba el hecho de que sus nervios por estar con una persona que la trato mal salieran a flote.
5...
4...
3...
2...
1...
El timbre aviso que las clases ya habían acabado y todos los estudiantes salieron disparados y para asombro de muchos igual los profesores y es que se debía reconocer esa semana había sido pesada para la mayoría de ese recinto, Jaz con lentitud guardaba sus cosas pues quería retrasar lo más que pudiera el encuentro, pero se vio interrumpida por unos toques suaves a la puerta del aula, giro lentamente encontrándose con Maximiliano.
- ¿lista?- ella sólo asintió- de acuerdo vamos- empezaron la marcha a lo que sería el estacionamiento para buscar el coche del chico, una vez visto procedieron a entrar en el vehículo y marchar al que sería el lugar de su reunión, el camino fue en total silencio y por fortuna de la chica el lugar no quedaba muy lejos así que el viaje no duró mucho, Max bajo del auto y le abrió la puerta a Jaz para que ella lo hiciera a lo que ella respondió un Gracias muy bajito, pero audible para el joven- te encantará este lugar hacen unas pastas realmente sensacionales- ella asintió.
- Okay- fue lo único que pronunció, entraron al lugar donde un joven detrás de un atril les miraba.
- Mesa para dos a nombre de Maximiliano Lafonttei- hablo Max y el joven busco y al encontrarlos los guio hasta su mesa y se retiró, al poco rato llega una mesera para atenderles.
- ¿qué desean comer?- Jaz se sentía incomoda pues no sabía que ordenar.
- ¿podrías ordenar por mi por favor?- Max asintió y se dirigió a la mesera.
- Tráiganos Pasta a la Boloñesa, Ravioles, Lasaña de Carne Molida y Fettuccini Alfredo acompañado de vino tinto del 87 para dos por favor- las jóvenes presente le miraron asombrada y la trabajadora fue por el pedido dejándolos solos.
- ¿Por qué tanta comida?- aún no procesaba aquello.
- La enfermera dijo que dada a tu condición debes alimentarte bien a si que me asegurare de que así sea- la chica se sonrojo y Max se dio cuenta de lo que dijo- digo no quiero que te vuelvas a desmayar- antes de que pudiera decir algo mas llegó la mesera con los pedidos para luego retirarse.
- Buen provecho- habla Max para empezar a comer, haciéndolo en un agradable silencio, después de media hora empezaron a elaborar el trabajo, ambos hacían buenos aportes muy útiles.
- Voy al tocador, con permiso- aviso la chica y Max asintió revisando los últimos detalles para finalizar el trabajo, la joven aún no podía creer lo bien que la estaba pasando con aquel joven que no ha hecho más que molestarla desde que llegó, entra al baño y posteriormente a un cubículo para hacer sus necesidades, luego se lava las manos y sale de los sanitario, pero valla sorpresa la que se llevó al ver a 2 hombres no muy lejos de donde ella se encontraban y palideció de inmediato, su mente entro en estado de shock y sólo corrió a la salida lo más rápido que pudo para que no la vieran, a lo lejos Max veía como Jazmín corría así que la siguió llamándola pero ella no respondía hasta que la alcanzó en la salida.
- Jaz ¿qué pasa? Estas pálida- se preocupó de inmediato al ver el estado en el que estaba.
- Yo... yo debo... debo salir de aquí... ellos no me pueden encontrar- trataba de irse pero el agarre de Max se lo impedía así que le miro de manera suplicante- déjame ir por favor-.
- Esta bien pero yo te llevo ¿Si?- ella sólo asintió, sólo quería salir de ahí lo más pronto posible- deja recojo nuestras cosas y nos vamos- no le agradó eso y el lo noto- no tardo lo prometo- asintió y el joven fue por sus cosas y regreso de inmediato así como lo prometió- vamos- la tomo por la mano Y salieron del lugar para dirigirse al estacionamiento en donde parquearon el auto, ya casi a subirse salen del restaurante los dos hombres que Jazmín vio y ella se pone nerviosa y Max lo nota- entra- y así lo hizo rápido al igual que el y cerraron el auto con seguro por si acaso, casi al instante los hombres se acercaron al auto- tranquila las ventanas están polarizadas ellos no nos ven, pero nosotros a ellos si- explicó en un susurro y ella suspiró aliviada.
- ¡¿estas seguro de que estaba aquí?!- exclama uno de los hombres, el más bajo mirando a los alrededores.
- ¡si! ¡claro que estoy seguro!- le respondió el otro quien le ganaba por una cabeza de estatura- seguro nos vio y escapó, pero no debe estar muy lejos- concluyó a lo que a la joven se le helo la piel y Max intento tranquilizarla.
- Esta bien, busquemos el auto no debió ir muy lejos, donde su excelencia se entere de que la volvimos a perder nos mata- finalizó para avanzar a otra dirección con su amigo siguiendo le el paso.
- Debo llamar a mi mamá- hablo ella una vez vieron a los hombres lejos saco su móvil y le marco temiendo una contestación rápida- mamá no hay tiempo nos encontraron- hablo antes de que su madre dijera algo.
- ¿Qué?... eso... eso no puede ser- contestó la madre preocupada.
- Acabo de ver a Khudreth y Dormous madre, me les pude escapar, pero nos están buscando- intentaba calmarse, pero no podía.
- Mira cielo no te alarme por lo pronto no podemos volver a la casa es muy peligroso, yo me quedaré en casa de un amigo, pero me preocupas tu mi vida- la madre está angustiada por su hija y ¿Cómo no? Si ellas han vivido cosas terribles y la joven no puede quedarse sola.
- No te preocupes por mi madre me quedaré en la casa de una amiga- mintió para la tranquilidad de su madre.
- ¿segura?-.
- Si mamá, por lo pronto saca todo lo que puedas del departamento, los documentos y te vas para que no te encuentren, te amo- y con eso cortó la llamada suspirando y olvidando al joven espectador que la veía más confuso e intrigado.
- Supongo que le mentiste a tu madre- la joven le miro sin entender- no te quedarás con ninguna amiga- ella asintió.
- Es por su bien no la quiero preocupar más, te puedo pedir un favor ¿me llevarías a un hotel?- este la miro confundido.
- No, nada de eso, si estas en problemas puedes quedarte en mi apartamento, es muy cómodo y grande- sugirió el azabache.
- No te quiero incomodar- negó está.
- No me incómodas a demás sería como una compensación por todo lo que te he hecho- la joven cedió pues no tenía donde más ir, emprendieron el viaje rumbo al apartamento del muchacho mientras que en todo el transcurso jazmín iba cayendo en un profundo sueño y no era para menos había vivido una semana de locos.
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