Isabel se pasaba las noches en vela, por alguna extraña razón no podía dormir, daba vueltas y vueltas sobre su cama, se asomaba por su balcón a mirar la luna- ¿ no se cansara de estar ahí y brillar?- qué bien otro pensamiento para no dormir. Caminaba por su habitación mirando que todo estuviera en su lugar.

Sus libros en su librero, sus cuadernos en su escritorio, su ropa ordenada en el closet, sus animales de peluche sobre su cama.

Había noches que se ponía escribir cartas de amor, pero eran cartas que no iban dirigidas a nadie solo era el amor que tenía para dar, un amor acomulado, un amor que no había dado y salía por cada poro de su piel.

Muchas veces intento enamorarse, pero descubrió que es algo que no se busca, es algo que llega. Hasta el momento nadie había podido complementar eso que buscaba, eso que ni ella misma sabía que le faltaba- ¿ como busco algo que no sé qué es?- se repetía cada amanecer.

Pasaron las noches, con solo la compañía de la luna y aún la luna no podía estar ahí todas las noches, la luna también descansaba, que envidia le daba ese pensamiento. En un otoño frío, en donde la luna brillaba como nunca. Decidió quemar las cartas que escribía, esos sentimientos tenían que fluir de nada servían encerrados en el cajón. En su balcón tomo una balde de metal, puso las cartas dentro y con un fósforo las prendió, dejando que el fuego ardiente consumiera cada palabra, cada sentir hasta dejarlos libres de su prision de papel.

Al quedar solo cenizas las arrojó al viento - quizás alguna vez las escriba de nuevo, pero será para dárselas a alguien- entro a su recámara y se recostó sobre la cama, dando vueltas y vueltas sin poder domir, ya era la hora del lobo cuando el agotamiento la alcanzo.

Al día siguiente estaba emocionada a pesar de las ojeras y las pocas horas que pudo dormir, iría a la librería a buscar su nuevo libro, un libro que ha esperado por largo tiempo.

Se levantó de la cama, se baño. Al mirarse al espejo pudo notar como crecían las ojeras- mi maquillaje natural- se dijo para si. Se puso algo cómodo, ya que quería caminar hasta la librería y admirar los parques en otoño. Desayuno un poco de fruta y jugo tan rápido como pudo y salió rumbo a la librería.

No estaba muy lejos de donde vivía, tendría que cruzar tres parques y unas cuantas calles, pero le gustaba el ambiente que le rodeaba, lleno de negocios familiares, dejando el legado de un abuelo o un tatarabuelo.

Tan emocionada estaba que el viaje a la librería se le hizo un suspiro. - Buenos días Isabel- La saludó el encargado, un hombre encorvado de unos 70 años- buenos días Theo ¿ ya llegó mi pedido?- respondió tan educada como siempre. No le respondió, solo fue a la bodega y se lo entregó - muchas gracias y buen día- dijo Isabel y salió abrazándolo con ambas manos. Pasta dura, olor a nuevo y hojas nuevas en las cuales perderse.

Ya quería llegar a su departamento a sumergirse en ese nueva aventura, pensaba que al menos la noche no sería tan aburrida con esa nueva historia que llevaba entre sus brazos. Pasaba por uno de los parques, era un parque bastante grande y muchas personas lo ocupan para hacer ejercicio.

Su celular sonó, era un mensaje de su mejor amiga, diciéndole que cancelaba su salida del día siguiente. Se entristeció un poco, esperaba con ansias ir a ese concierto y más el verla. El impacto de la noticia hizo que no se diera cuenta que se detuvo en seco hasta que algo la golpeó tirándola al suelo.

El golpe fue duro, le dolía , no sabía qué partes, pero su cuerpo sentía el dolor. Desde el suelo se dio cuenta que estaba sobre unas líneas, líneas que marcaban carriles y es la parte que las personas usan para correr. Una mano se extendió para ayudarla- ¿ estás bien ?- dijo una voz grave y armoniosa- fíjate idiota- dijo sin voltear a ver de quien era la mano, buscaba su celular y su libro, pero otra mano se los acerco.

Le arrebato sus cosas y miro a la persona que la había tirado, estaba por volverlo a insultar, pero al verlo se quedó sin habla, era el hombre más guapo que había visto, en su mente solo pensaba- debí de vestimerme mejor que solo jeans y tennis- la mano volvió a extenderse para ayudarla a levantarse y esta vez la tomo.

Ese contacto le hizo sentir algo, pero no podía identificar qué, su mente también suponía que pudo ser efecto de una contusión.

El chico se veía sudado, su camiseta tenía una gran macha rodeando su cuello, pero a aún así se veía encantador- ¿ te hiciste daño ?- le dijo a ella, pero no respondió, solo negó con la cabeza. Isabel para no fijar su vista en el volteo al ver su celular, noto que estaba rota la pantalla de la parte de abajo más de la mitad de la pantalla estrellada. Su enojo recorría cada parte de su ser , ella cuida muchos sus cosas y este tipo de accidentes le molestan demasiado

- me llamó Mark- dijo al extender su mano- Isabel - dijo sin responder el gesto. Su molestia por lo que pasó solo provocaba querer golpearlo por ser tan torpe. El solo regresó su mano, ella dio media vuelta para continuar su camino- espera, siento lo de tu celular, aunque fue tu culpa, déjame ayudarte con eso- al escucharlo se molestó aún más- ¿ mi culpa? Tú eres el idiota que no se fijó que estaba yo ahí- su voz sonaba en todo el parque, no se daba cuenta que estaba gritando- te vi pero ibas caminando y un segundo te quedaste inmóvil, ni te fijaste si venía alguien más. No pude detenerme por la velocidad a la que iba - no le importo sus excusas, dio media vuelta y continuó con su camino, solo escuchaba que el hablaba, pero no volteo, si volteaba, la ira que recorría por todo su cuerpo , podría hacerle hacer algo de lo que se arrepintiera después.

Llego y fue directo a su habitación, aunque el chico era apuesto, era un idiota, pensaba ella. La caída le había dejado un dolor en la pierna izquierda y en el tobillo derecho- tel vez una pomada ayude- pensó Isabel. Intento leer su libro, pero no podía concentrarse, solo pensaba una y otra vez en lo sucedido y se molestaba cada que lo recordaba - estupido-.

El día se le pasó en hacer lo que tenía pendiente, quería distraerse en sus quehaceres diarios. Sus pensamientos divagaban cuando hacía la tarea, cuando limpiaba, cuando lavaba la ropa, más aún cuando lavaba los platos, cosa que disfrutaba enormemente. Al llegar la noche pensó que por fin podría disfrutar su libro, se recostó y lo abrió, extrañamente se quedo dormida.

El día siguiente despertó con ayuda del despertador, había descansado como no lo había hecho en mucho tiempo.

Ese día tenía que ir a la universidad, esperaba ver a su mejor amiga para que le explicara mejor por qué no podían ir al concierto.

En el tiempo que estuvo ahí no la encontró busco cerca de las listas y de los horarios, la llamo y resulta que tuvo que salir de emergencia a ver a su abuela que vivía en otro estado.

Ellen le contó lo mal que se sentía su abuela, habló por horas con ella para apoyarla, ella sabe que cualquier cosa puede contar siempre con Isabel - yo también sufro por no poder ir al concierto- la voz de Ellen sonaba en verdad arrepentida- no te preocupes, es una causa de fuerza mayor, que estes con tu abuela, cuidándola y reconfortandola es lo importante ahora- dijo Isabel para que se calmara, suficiente tenía con lo que estaba pasando.

Se despidió de ella y quedaron en hablar luego, para que le diga cómo van las cosas.

Por fin salío de la universidad, le urgía descansar, además el dolor en la pierna y en el tobillo la estába matando. Al llegar al departamento reviso el golpe, en una gran parte de la pierna se veía morado-en qué momento se puso así- pensó con molestia, el enojo volvió a su mente, el enojo hacia Mark. Se aplicó una pomada para aminorar el dolor.

Se recostó en la cama con los boletos en las manos- y ahora ¿que hago con estos boletos ? -su mente decía una y otra vez. Saco su celular, olvidaba la pantalla rota, más enojada se puso,pero ya nada podía hacer. Le marco a otras amigas para ver si querían comprarle sus boletos, pero no podían o no les gustaba el grupo-creo que no tiene muchos fanaticos !Ellen como me haces falta¡- luego la idea de ir sola se le vino a la cabeza- pero no disfrutare igual con el dolor en la pierna,gracias de nuevo Mark- dijo sarcásticamente.

Pensando una y otra vez con los boletos en la mano-¿que haré con esto?- les llevó un rato juntar el dinero de los boletos y tuvieron suerte de encontrar el lugar ideal para disfrutar del grupo y de la música, casi podían oler a los integrantes. Los compraron en el momento en que salieron a la venta-tal vez hay más personas que quieran esos los lugares, son muy buenos lugares- entonces se vistió y fue al lugar del concierto. Trataría de venderlos para recuperar el dinero y si se puede algo más. Al llegar al lugar, no se podía ni caminar -y yo que creía que no tenía fanaticos el grupo- Camina cerca de la taquilla, alguna vez en otro evento vio por ahí a un revendedor de boletos y podrían interesarle. Un grupo de chicas más jóvenes que ella , se acercaban a un hombre que se veía sospechoso, llevaba gorra y sudadera, bastante raro para esa hora del día. Alcanzó a oir que buscaban boletos en la fila doble A, justo los que ella tenía, pudo ver qué el hombre les dijo que no meneando la cabeza . Se acerqué a ellas - hola, miren tengo dos boletos para la fila doble A ¿les interesa?- sus caras se iluminaron- buscamos tres boletos ¿ no tienes más ?- decían mientras la rodeaban- solo tengo dos, pero es más fácil que encuentran uno a que encuentren tres- lo hablaron y accedieron. Les pidió un poco más de lo que les costaron, pero aún así no lo dudaron y los compraron. Estaba feliz ya que con eso podría arreglar su celular. Se retiraba del lugar, el dolor del pie iba en aumento. Saco el celular para darle la buena noticia a ellen, cuando estaba escribiéndole, un niño que corría choco contra su mano, haciendo que el celular saliera volando, golpeando el piso. Se agachó con dificultad a recogerlo y la pantalla estaba peor que antes,no sabría si siguiera funcional. Por recogerlo no vio para dónde o con quien se fue aquel niño. Su ira le hizo recordar de nuevo a Mark- estupido-. Trato de apagarlo, al prenderlo la pantalla se veía blanca y no reaccionaba . Ahora no podría hablar con Ellen ni con nadie. Se fue de regreso al departamento. El enojo provocado por su celular hizo que le doliera la cabeza. -Tal vez un baño me relaje-se dijo . Entro al baño y se quito la ropa. Siempre revisa sus ojeras cuando pasa por el espejo, ahora tenía otra cosa que revisar, el golpe en la pierna se veía fatal. Preparo el agua para que saliera tibia . Ya dentro ,el agua al caer la cubría toda, reconfortandola. Cerraba los ojos intentando relajarse, tratando de olvidar todo, pero su mente solo pensaba en mark, en cuanto la molestaba, en cuanto la irritaba.Trato de pensar en otra cosa,cualquier cosa para relajarse.

Ya relajada, se puso la pijama y se recostó sobre su cama. Otra vez no tardo en dormirse.

Descansando de maravilla,aunque el día siguiente fue algo caótico. No podia comunicarse con Ellen. Además varios de sus archivos y de sus pendientes estaban en ese equipo. No quedaba de otra que llevarlo a reparar. Estaba lejos el servicio técnico, pero era mejor que comprar otro. Lo tuvieron por horas y le dijeron que la reparación costaría igual que comprarlo nuevo, estaba desecho por dentro, aunque no lo parecía. Solo se salvó la memoria, la pila , algunos componentes y el chip ,al menos no tendría que hacer trámite para recuperar su número. Le dieron algo de dinero, por partes que podían usarse como refacciones, pero aún con eso y con lo de los boletos no podría comprar uno nuevo. Regreso a al departamento. Pensando en que hacer se hizo de noche. Se lavó los dientes y se puso la pijama. Esa noche el

Insomnio regresó. Después de pasar horas dando vueltas, recordó aquel libro. Fue por él y se puso a leerlo hasta tarde. Esa noche solo durmió un par de horas.

Al levantarse sentía la fatiga del no dormir bien-su vieja amiga- pensaba, pero por más que quisiera ya no podía dormir. -No sé que me pasó las noches pasadas, no hice nada fuera de lo común-se dijo . Tomo un baño, se arreglo y desayuno lo más rápido que pudo. Le esperaba un día atareado. Hizo una lista de lo que necesitaría para este semestre en la universidad y ver que podía dejar de lado para recuperar el celular, nunca se sabe qué tan necesario es, hasta que no lo tienes.

Pero entre libros, manuales, cuadernos, una nueva computadora portátil, papelería, programas y equipo, no había mucho que pudiera dejar de lado- adiós a las botas negras que había visto el otro día , pero en fin la vida sigue- dijo desanimada. Salía del departamento, inmersa en sus pensamientos y sin darse cuenta, estaba cerca del parque donde había ocurrido aquel accidente. Inconscientemente fue a ver quienes estaban corriendo-el verlo ,me alegraría un poco, mejoraría mi humor si le gritó un rato- pensó, aunque muy dentro de si quería verlo.

Se paseo por ahí un momento, pero no tuvo suerte de verlo- ni modo el se lo pierde- su mente decía . Fue muy obvio que buscaba a alguien, de repente un chico que se ejercitaba se le acerco- hola muñeca, ¿ me buscabas ?- decía mientras mostrabas su expresión de galán según el- piérdete- fue lo que dijo mientras se daba la vuelta y seguía su camino.

Ellen siempre le anda presionando para que tenga novio, le dice que no rechace a todos los que le hablan, pero ella no tiene la culpa que sean tan idiotas todos los que se le acercan. Ellen muere de ganas por salir en una cita doble con su mejor amiga - quien sabe, algún día- supiro al decirlo.

Se notaba que ya empezaran las clases. Todas las librerías, papelerías y demás negocios estaban a reventar de estudiantes, comprando todo lo que les hacía falta. Filas largas para pasar y aún más para pagar- será un día largo- se lamentaba.

Varias veces se encontró a compañeros, todos le preguntaron por Ellen, siempre diciendo que era difícil verlas separadas, siempre iban juntas a todos lados, son inseparables , pero esta vez era diferente. Todos se sentían más tranquilos cuando les decía que si volverá para seguir estudiando. Le dio hambre pero sentía que si se detenía, aunque fuera solo un momento perdería mucho tiempo y la pierna ya le está dando molestias. -Comeré después de comprar todo- pensó. Va primero por los libros, la papelería y cuadernos y dejaría la computadora para el último.

Después de horas y de filas que parecían no avanzar -Por fin termine- se dijo para si. Mientras camina ve que lugares hay para comer, pero no se siente de ánimos para comer sola- mejor comeré en el departamento- . Toma un taxi para que la dejara en la entrada y así ya no caminar más por ese día. Ya dentro del edificio es difícil subir las escaleras con todas las bolsas- ah pero quería un lugar hasta el último piso, quería esa vista, así que aguántate Isabel- dijo con molestia en su voz. Malabareo con las bolsas y con las llaves para abrir la puerta, no quería dejar nada en el suelo y sería fatal que se cayera la computadora, pero al final pudo abrir . Dentro dejo todo en la mesa y se quito los zapatos-solo a mí se me ocurre ir de compras con zapatos, parecía una gran idea en la mañana- pensó. Se nota el alivio en su cara al descansar por fin sus pies. Así descalza va a la cocina y abre el refrigerador. Solo hay brócoli, lechuga, jitomate y pechuga de pollo-será una ensalada -.

Saco todo del refrigerador y lo puso cerca de la estufa, instintivamente fue por el celular para poner música mientras cocina. Ya estando en la sala recordó que no podía, se regresó a La Cocina con la dura realidad. Puso agua para hacer el brócoli al vapor, corto tiras de la pechuga de pollo, las sazonó con sal y pimienta, para después ponerlas sobre el sartén, mientras corto la lechuga y el jitomate, lo acomodo en el plato, volteo las tiras de pollo para que estén bien cocinadas. Cuando estuvo lista lo puso sobre la lechuga y el jitomate.

Agregó el brócoli - comida de campeones- se dijo. Para beber solo tenía agua, pero el agua simple no es lo suyo. Limón es lo único que tiene para ponerle. Así que tomo uno, lo parte y se lo exprimió. Ya con todo se va a la sala para comer frente a la televisión.

Al encenderla deja la película que está, come sin verla, es más lo que piensa repasando que más debe de hacer. Ya llevaba la mitad del plato cuando tocaron a la puerta - ¿ quien es ?- es lo que siempre dice cuando tocan a su puerta - buenas tardes, tengo un paquete para la señorita Isabel- decía la persona del otro lado de la puerta -¿un paquete? tal vez de mama, de seguro me aviso a mi celular- ese sentimiento de enojo se encendía de nuevo. Se asomó por la mirilla y ahí estaba un joven uniformado esperándola.Abre la puerta y le da el paquete. Son de esos que entregan los paquetes en bicicleta, firma de recibido y entra mientras la curiosidad la Invade-¿ que será?-.

Lo abre rápidamente,dentro hay una caja gris y una nota. Primero toma la nota-" por las molestias " - es lo único que decía.

Se quedo extrañada por la nota,al abrir la caja gris, un celular nuevo aparece y del mismo modelo que tenía. Si pudiera haber visto su cara era de asombro y de intriga , no lo podía creer -pero no puede ser, nadie sabe lo de mi celular ni a mamá, ni a Ellen le dije-. Su corazón le dice que no debe de aceptarlo. Su mente le dice que lo tome. -Es lo menos que te debe el universo por romper el tuyo y dañar tu linda pierna- se dice. Entra en conflicto, sin saber qué hacer. Saca todo de la caja, el cargador y los audífonos del celular, pero hay algo más, hasta abajo hay una carta.

Es rara se ve como si el papel estuviera viejo-" para Isabel" -dice al frente de la carta. Al voltearla hay un sello de cera rojo, en el sello se ve la imagen de una torre, un árbol al lado y debajo de la torre un venado con grandes astas. Rompe el sello para poder leerla-" Espero que estés bien y que el golpe no se complicará ¿ sabes lo difícil que es compensar a alguien si no sabes su numero o su dirección y menos si no sabes su nombre completo?¿ sabes cuántas Isabel hay por esta zona ? ( 33 por si te lo preguntabas ).A pesar de que fuera tu culpa, quería hacer esto por ti, así que me debes algo para que no cargues con esa culpa, te pongo mi número por si me quieres hablar o escribir, también mande un globo rojo, ese lo tendrás que poner en la ventana, si lo pones es por que aceptas salir conmigo, yo pasaré por aquí todo los días si veo el globo sabré que saldrás conmigo y subiré para hablar contigo, si no lo veo sé que no tengo tu permiso así que no lo haré,

además recibirás una carta mia hasta que tenga noticias tuyas, sean noticias buenas o noticias malas, se despide el arrepentido mark "- . Busca de inmediato en la caja y si había un globo rojo y grande. Ahora no sabía qué hacer con ese idiota guapo.

Al terminar de leerla metió la carta en la caja donde venia, también dejo el globo dentro -¿ que le pasa? Aún dice que fue mi culpa y yo no vi que el quedará en el suelo lastimado y con sus cosas rota- toma el celular, le pone la memoria del otro celular y el chip y le marca de inmediato a Ellen- amiga por fin te comunicas- se escucha del otro lado de la línea- perdón es que un idiota me rompió mi celular y apenas lo pude recuperar, pero mejor cuéntame de ti ¿ como estas ? ¿ como está tu abuela ?¿ te hace falta algo? ¿ cuando regresas ? ¿ tengo que ir por ti al Aeropuerto?- le inunda de preguntas- qué bien se siente hablar con ellen, creo que es la única que me comprende en el universo- piensa -ya está mejor mi abuela gracias, fue un problema de los pulmones, pero no deja de fumar, ahora tiene que estar jalando un tanque de oxígeno a donde quiera que se mueva, si no se quita eso estará bien. Yo estoy ya más tranquila, sabes lo que representa mi abuela para mi, así que corrí de inmediato para ayudarla, por eso ni tiempo me dio de avisarte y además la comida de la costa es deliciosa. Regresó en una semana, pero tu cuéntame ¿ por qué estás tan molesta ? Solo hablas con ese tono cuando algo en verdad te enoja - qué bien le conoce, ella siempre usando su tono de mediadora para calmarle.

Le cuenta lo que le pasaba, como se sentía, el dolor de la pierna,le dice todo, hasta que estaba comiendo- y ¿ya quien manda cartas ? ¿ que le pasa ?- dijo casi gritando - si ya nadie manda cartas - sonó diferente su voz- ya se, horrible - estaba por decir algo más cuando le interrumpió - creo que no entiendes, ya nadie se toma el tiempo para hacerlas.

A ti te mandan una carta escrita con su puño y letra y hasta con sello de cera, wow yo moriría por algo así, pero no, a mí me llega un mensaje de mi novio que solo dice " ya compre mi libro ", sin una palabra de cariño ni nada,más seco que la arena del desierto, qué suerte la tuya amiga- no lo había pensando de esa manera, tal vez su enojo no estaba dejando que viera las cosas como eran- deberías salir con el, secuestrarlo y mantenerlo oculto para que nadie te lo robe - Isabel podía imaginar la sonrisa de Ellen con la que dijo eso -En verdad como me haces falta ellen- pensó sin decirlo -no lo sé, ya vez que tengo una suerte para los idiotas, es la historia de mi vida- suspiró al decir la última palabra- pero la única forma de saber si es un idiota o no es probándolo, así que ya sabrás amiga, te dejo que tengo que ir por unas cosas para mi abuela y espero tu llamado para que me leas la otra carta, te quiero xoxo- en verdad le hacía falta escucharla - xo xo- le respondió antes de colgar.

-Al menos ya se resolvió lo del celular , pero ya Isabel deja de pensar en su sonrisa, mejor termina de comer, cuando hablo con Ellen el tiempo vuela, estoy demasiado cansada como para calentar la comida, fría tampoco sabe taaaan mal-.

Termina de comer y se pone a organizar todo lo que compro. Al terminar ve la caja sobre el sillón, toma la carta y ve su numero por varios minutos, tratando de decidir si le habla o no - parece que esta vez le haré caso a mi cerebro-decidida rompe la carta y la tira a la basura con todas las bolsas de las compras. -No necesito que me distraigan en este momento de mi vida -. Lava los pocos utensilios que uso para cocinar ,así como el plato que uso también. Ahora ya puede poner un poco de música, y así poder trabajar mejor, pero ni eso le hace dejar de pensar en el.

La rutina de siempre por las noches, dientes, pijama, acostarse, voltearse, volver a la otra posición y así una y otra vez. El aire entra por la venta que da a la calle, se asoma -¿estará espiándome en este momento ? No veo a nadie que mire hacia mi ventana, pues lo siento por qué no verá nada- cierra la ventana y las cortinas.

Se acuesta y de nuevo no puede dormir- mi fiel libro al rescate de nuevo- se pasa horas y horas contemplando las palabras y disfrutando de la noche.